"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, enero 27, 2005

Carta Blog a la Ministra de Cultura

Señora Ministra,

anunció usted un plan intervencionista para obligar a los espectadores españoles a ver el cine "patrio". Por un lado aumentaría los fondos estatales para los cineastas con lo que todos pagaríamos por las películas, incluso sin ir a verlas. Por otro lado complementaba su intervencionismo con una visión animista de la cultura: "el cine es primero cultura y arte y luego industria. Por ese orden". Menos mal que Louis Lumière no pensaba como usted.

Ahora argumenta usted (según una información de Onda Cero) que la responsabilidad en el rechazo del público al cine español reside en no se qué campaña patrocinada por el PP. Me he quedado frío. Si la máxima responsable de los asuntos culturales del Estado muestra tal grado de frivolidad y papanatismo partidista en un asunto tan importante apañados estamos.

Permítame que le ofrezca algunas propuestas que, naturalmente están hechas desde un posicionamiento liberal, además de moderadamente materialista.

En primer lugar identifiquemos al competidor del cine español, que no es evidentemente el cine norteamericano sino ¡el francés! Por recursos y temáticas, por los mercados "naturales" a los que nos dirigimos el cine galo es quien nos ofrece una competencia más directa. Por si no lo sabe en las nominaciones a los Oscars la principal oposición a Mar adentro va a venir de una película francesa, Los chicos del coro, que no sólo ha arrasado en su país de origen sino que también ha recogido una gran aceptación de público en el resto de Europa.

La trampa de la "excepción cultural" nos subordina a una estrategia que sólo favorece a Francia y estrangula nuestra capacidad de enfrentamiento cultural con los que son nuestros adversarios comerciales en el cine

Segundo. Se habrá preguntado usted cuales son nuestros mercados "naturales". Pues Europa en primer lugar, más receptiva al tipo de película intimista y reflexivo que nosotros, dado el tamaño de la industria, podemos hacer. En segundo lugar Hispanoamérica, aprovechando las ventajas de entrada que una lengua común tiene y que están aprovechando tan bien los argentinos.

Además, tercero, habría que investigar, existen en lo países capitalistas una institución denominada Tribunal de la Competencia, las posibles imposiciones que las grandes productoras norteamericanas estarían haciendo a la red de exhibición. Y si es así impedir que dichas empresas productoras de cine impidiesen la libre elección de los exhibidores (hay un ejemplo de ello en El aviador de Scorsese, cuando el mandarín Louis B. Mayer amenaza a Howard Hugues con no poder estrenar su película Ángeles del Infierno en ninguna sala)

En cuarto lugar, los precios de las entradas es un tema que también hay que tratar. La Pepsi Cola y la Coca Cola son productos muy parecidos pero la Pepsi siempre tendrá que ser más barata que la Coca ya que en caso contrario no vendería una lata (no es una cuestión de gustos). ¿Cómo es posible que cueste lo mismo ver una película norteamericana que una española? Su reflejo intervencionista consistió en pensar imponer una tasa al doblaje, introduciendo un arancel que impida el libre comercio pero no va por ahí la solución evidentemente. El recurso a los impuestos es un síntoma de pereza mental.

En definitiva hay que incentivar un cambio de mentalidad en los cineastas españoles para que dejen de satisfacer los deseos del ministro/a de turno y se preocupen de saber lo que el público quiere. La simbiosis entre industria y arte produjo obras maestras como Vértigo, Centauros del desierto, Los mejores años de nuestra vida o Ciudadano Kane, ya que el cine es el primer arte fundamentalmente popular y no elitista. La endogamia artística que usted favorece con su dirigismo cultural será la puntilla de un cine agonizante.

Un saludo liberal radical

3 comentarios:

more dijo...

"El Consejo se pronunciará también por unanimidad para la negociación y la celebración de acuerdos:
a)en el ámbito del comercio de servicios culturales y audiovisuales,cuando dichos acuerdos puedan perjudicar a la diversidad cultural y lingüística de la Unión"

Extraído del engendro por el que se establece una constitución para Europea. Carmen Calvo no hace otra cosa que seguir la "filosofía" que consagra el engendro.

¡NO a la Constitución Europea!

Libertariano dijo...

Hoy Carmen Calvo anuncia también una campaña de persecución contra Internet y el intercambio de ficheros. Quizás sea una táctica dentro de esa estrategia de ir por el cine yanqui, ya que Internet es una forma de romper los monopolios coercitivos de los Estados a nivel cultural.

Lamentablemente Lou no estamos de acuerdo respecto a El aviador. Y, esto es un golpe bajo ya lo sé, te alineas con Elvira Lindo que tampoco le ha gustado la película ;-)

Carlos Heredero en El Cultural de El Mundo hace también una defensa (yo incido en los aspectos libertarios, además de en los estrictamente cinematográficos, que creo no les ha gustado nada a los progres de salón)

Anónimo dijo...

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