"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, enero 31, 2005

El triunfo de la voluntad... democrática

Viendo ayer la heroicidad del pueblo iraquí, acudiendo a votar con la espada de al Zarqawi sobre sus cabezas, me vinieron a la cabeza imágenes de esas dos obras maestras del cine político, El triunfo de la voluntad de Riefenstahl y El acorazado Potemkin de Eisenstein, respectivamente la apología del nazismo y el comunismo como ideologías totalitarias y terroristas, justificándolas torticeramente, utilizando la mentira y la propaganda como método, en su asalto a dos sistemas democráticos como la República de Weimar y el régimen liberal que acabó en febrero de 1917 con la tiranía de los zares.

No existe, sin embargo, un modelo cinematográfico comparable que ensalze una revolución democrática. Los referentes a la francesa paradigmáticamente ensalzan a Robespierre o Napoleón, sus derivas dictatoriales, y los norteamericanos se han centrado más en su guerra de Secesión que en la de Independencia.

Pero es que la democracia es esencialmente refractaria con las heroicidades, más allá de momentos puntuales. A la democracia le van los perfiles bajos, no carismáticos; las ideas, en toda su complejidad, y no las consignas, con su dogmatismo; los debates, no los mitines.

Por ello una gran película política ensalzadora de la democracia como La inglesa y el duque de Rohmer tiene que ser discursiva, sin gestos llamativos, intimista. “Aburrida” en su densidad conceptual y en su morosidad analítica.

Ayer fue un día desgraciado para todos aquellos que quisieran convertir a los neofascistas del Islam en héroes, denominándolos “insurgentes” (ah! ese sesgo semántico hacia la simpatía con los rebeldes) en vez de terroristas, y un gran día para los millones de ciudadanos iraquíes que realizaron ese microacto heroico consistente en depositar un voto en una urna. Ojalá que, como en el caso español, la transición desde la dictadura a la democracia, a pesar de los enemigos que conspiran contra ella, no necesite de muchos más actos heroicos como el de ayer.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post. A mí también me gustó La inglesa y el duque (fiel trasposición de las Memorias de "la inglesa", de hecho, lo considero de lo mejor de Rohmer, aunque al pobre le criticaron a base de bien por ir en contra de la versión "correcta" de la revolución francesa.
Carlota

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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