"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

miércoles, febrero 16, 2005

El dogmatismo verde vende

El día después es una película lamentable pero tuvo un gran éxito basado en el morbo que despierta el desastre... medioambiental. En la actual situación, sin el peligro de una guerra atómica, el catastrofismo ha encontrado un cálido lugar común en el "calentamiento global" causado, como no, por el gran Moloch que aterroriza al pensamiento débil: el capitalismo globalizado (salvaje, muy salvaje)



Roland Emmerich, el director, es un especialista en satisfacer los más bajos instintos de las masas fabricando mercancías averiadas de consumo fácil y olvido inmediato (El patriota, Independence Day, Godzilla). Con una estridencia bobalicona y panfletos en vez de argumentos, la sarta de tonterías está a la altura de Nostradamus y sus profecías (Paco Rabanne todavía escruta los cielos parisinos esperando ver el meteorito que acabará con la humanidad. Y así desde el 31 de diciembre de 1999).

Como en los horoscopos y los análisis bursátiles los usos del condicional ("PODRÍAN desaparecer tropecientas mil especies") y las falacias de autoridad ("los CIENTÍFICOS aseguran que el calentamiento (o la glaciación, depende de si el verano en cuestión ha sido frío o caluroso) es inevitable") reflejan un tipo de pensamiento que además de único es flácido. Ni se molesten en ver la película, este fotograma es lo único que merece la pena.

En el artículo "Mandamientos de la ley de Dios" Sala i Martín pone en cuestión el catastrofismo ecologista sobre el que se fundamenta el intervencionismo estatalista de Kyoto. El núcleo de su argumento consiste en que
Según el IPCC de las Naciones Unidas, si no hacemos nada la temperatura media en la tierra subirá en 2,53 grados en el año 2100, y que si aplicamos Kyoto, el aumento de temperaturas será “sólo” de 2,49 grados: una ganancia ridícula si la comparamos con los enormes costes económicos que comportará la reducción de emisiones prevista por el tratado. Esas ganancias son todavía menores si en lugar de aplicarse a nivel mundial, sólo lo hacemos los europeos (según las directrices de la UE) y éstas sólo afectan a una pequeña parte de las industrias emisoras ,básicamente la industria de la electricidad.


Sala i Martin cita a Lomborg. Su caso es paradigmático. Ex-ecologista de Greenpace también es estadístico, así que en día decidió investigar las cifras sobre las que se fundamenta el discurso catastrofista de, entre otros, la propia Greenpace y descubrió, entre sorprendido y horrorizado, que había un gran fraude y manipulación es el discurso del catastrofismo ecologista. Lo denunció en su libro




a raiz de cuya publicación Lomgborg tuve que soportar una campaña de calumnias, ataques (con tartas, por el momento)




y censura que lo llevó a los tribunales acusado por los ecologistas de ¡deshonestidad intelectual!, para intentar secuestrar la publicación de las librerías (los tics totalitarios del movimiento verde es preocupante. El director de Greenpace en España se permitió el lujo de insultar a Norman Borlaug en un vergonzoso artículo ya que Borlaug se había atrevido a criticar el dogmatismo verde). Afortunadamente Europa aún no se ha convertido en la China de Mao y la inquisición verde tuvo que soportar como el informe de Lomgborg se sigue vendiendo en las librerías y que Borlaug sea considerado la persona que, sin duda, más ha hecho para acabar con las hambrunas en el Tercer Mundo.

El dogmatismo verde fracasa una y otra vez en sus predicciones apocalípticas pero como forma parte de un movimiento religioso es inmume a la crítica racional. Cuando Julian Simon se atrevió a predecir en los 70 que el petróleo no se iba a acabar porque la capacidad tecnológica de las sociedades libres implementería soluciones a la crisis energética del momento tuvo que padecer una campaña semejante a la de Lomborg. Los apocalípticos neomalthusianos del Club de Roma habían publicado su best seller Los Límites al Crecimiento y hacían su agosto entre los "intelectuales" que viven de informes a los Gobiernos y de "bolos" predicando el fin del mundo al que nos lleva el Dr. No de turno




Otro líder apocalíptico era Paul Ehrlich, biólogo de la Universidad de Harvard. En 1980, Simon le ofreció a Ehrlich una apuesta de 1.000 dólares: escogerían cinco mercancías y comprobarían si al cabo de diez años resultaban más escasas y por lo tanto más caras. Ehrlich aceptó, especificando al cromo, cobre, níquel, estaño y tungsteno. El precio de las cinco mercancías disminuyó un promedio del 40%. No me consta que Ehrlich pagara la apuesta.

La siguiente apuesta de 100.000 dólares era sobre que cualquier medida significativa de la vida en el planeta mejoraría y no empeoraría sobre un período de 10 años, pero ya no fue aceptada por Ehrlich.

La última campaña de desinformación, basada en la satanización y la agitación de fantasmas, ha sido impulsada también por los dogmáticos verdes de Greenpeace en un vergonzoso corto, "ingeniosamente" titulado El día es hoy, supuestamente realizado por la EXXON y George W. Bush (¡cómo no!)




con el que amenazan histriónicamente con lo que nos sucederá como sigamos por este camino de Sodoma y Gomorra.

Lomborg, Borlaug, las vacas... ¿Hasta dónde alcanzará la histeria anticapitalista?

5 comentarios:

Daniel Rodri­guez dijo...

Hay que indicar que Exxon no da un duro a los ecologistas ni les hace caso en ninguna reivindicación. Es más; sufraga a instituciones que apoyen el libro mercado. Por eso les odian, claro.

Anónimo dijo...

Es curioso que la pelicula "El dia despues" sea de la Fox.Cadena ultraderechista como todo consumidor de ElPais-Tele5 sabe.

Anónimo dijo...

En cualquier caso, no podré olvidar lo bien rodada que están las escenas en la New York Public Library, en la Quinta Avenida. De hecho parece que las estancias son reales. Cuento esto porque pasé muchas horas en ese maravilloso lugar.
Por otro lado, me viene a la memoria la primera ley que aprobó el gobierno de Hitler en 1933 sobre la "defensa de los animales". Tanto ecologismo es parte del pensamiento débil, propio de gentes poco leídas, pero en fin, así está el mundo. Lo de la Narbona, propio del medievo y sus apocalísis del año 1000.

Anónimo dijo...

Si pagó 10.000 dolares, he visto el cheque. Lo pusieron hace un tiempo en un blog de Liberalismo.org. (creo)

Anónimo dijo...

You will get a beautiful cloth which in the game if we want to need the beautiful cloth, we can use our own Scions Of Fate gold to buy. The one I owned on my character is one of my friends sent to me the necessary SOF gold. Sometimes we can share the trophy as the necessary Scions Of Fate money together, and we do quest together. I do not have enough confidence and cheap SOF gold about my weak memory. First I have to buy sof gold to improve my pet which I have a lovely leopard in this game.