"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, febrero 21, 2005

Rosa Aguilar echa a unos rumanos

El ayuntamiento de Córdoba, regido por IU, había hospedado a unos rumanos sin techo en el cámping de la ciudad (cuyo responsable había protestado enérgicamente). Días después los desaloja. Según Rosa Aguilar, la alcaldesa de Córdoba, los rumanos no sólo no tienen techo sino tampoco ley.




Si Rosa Aguilar hubiese sido de otro partido inmediatamente la habrían calificado de racista, xenófoba...

Lo que evidencia este asunto es la demagogia con la que se está intentando resolver la integración de ciudadanos extranjeros en las normas de convivencia básicas de una sociedad como la española, democrática, laica y en la que se ejerce un grado de civismo extraño en otras latitudes. Así la Junta de Andalucía se dedica a promover el mito de Al-andalus como convivencia pacífica entre las "Tres Culturas" y a gastar un dinero que escasea en lujosas campañas para que los andaluces conozcan cuestiones como el Ramadán.

Frente a estas panfletarias campañas tercermundistas pienso que habría que desarrollar en primer lugar campañas activas de inmigración (una "selectividad de inmigración", compatible con una liberalización de dicho tráfico: más inmigración, tanto en cantidad como en calidad), para captar a aquellos más capacitados y civilizados que efectivamente quieran venir a instalarse a Europa para trabajar y convertirse en miembros con derechos y deberes de la ciudadanía y, posteriomente, campañas informativas entre los colectivos inmigrantes para que asuman los parámetros básicos de la civilización democrática, y que reinterpreten sus culturas de forma tal que puedan ser compatibles con los principios fundamentales de la democracia, el Estado laico, la igualdad entre hombres y mujeres, etc.

Mientras que hay ciudadanos -como la mayoría de los asiáticos, los sudamericanos, los subsaharianos y los europeos del Este- que se están adaptando e integrando sin mayor problema en los parámetros civilizatorios sin perder por ello sus costumbres ancestrales, hay otros que se resisten a dejar sus prejuicios atávicos, la violencia tradicional de su cosmovisión y sus normas de convivencia incompatibles con el civismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Casi se me saltan las lagrimas.
El dia ha traido una buena noticia,un motivo para la esperanza.El partido comunista defendiendo el sagrado e inalienable derecho a la propiedad privada.