La esperanza morena del cine yanqui

El sexto sentido fue una premonición de lo que vendría después, esa obra maestra redonda que es El protegido, la mejor puesta en escena de un "superhéroe" que se ha realizado hasta ahora (a la espera de Sin City, de Robert Rodríguez, adaptación del brutal y estremecedor cómic de antihéroes de Frank Miller)


M. Night Shyamalan , de origen hindú, ha realizado posteriormente dos películas más discutidas, Señales y El bosque, en las que ha mantenido de todas formas un tono general de gran calidad artística, y una línea metafórica tan discreta y sutil que han provocado las interpretaciones más fantasiosas y radicales. Así en Señales la amenaza de una invasión alienígena, que provoca un colapso en un pueblecito rural y tradicionalista, le valía la acusación de aislacionista y de suscitar el miedo ante cualquier amenaza extranjera que pudiera alzarse contra los EEUU. Línea que se podría ver confirmada con su último film, El bosque, en la que una comunidad voluntariamente retrógada emplea una metodología de engaño y crímen para sostener una visión utópica, en la que encerrar a sus habitantes para mantener en ellos una arcádica inocencia.




No todo es tan sencillo, claro, y Night Shyamalan utiliza hasta el límite las convenciones, cinematográficas para hacerlas saltar por los aires pero, y esto es lo prodigidioso, con delicadeza y humildad, sin que apenas se note esa última vuelta de tuerca. Lo mismo sucede con su propuesta metafórica, que de tan tenue pasa desapercibida pero, como los buenos perfumes, permanece cuando el ruido y la furia artificial de otras propuestas cinematográficas han pasado.

Todo esto para avisar que hoy en TVE proyectan su primera película, en la que el escalofrío que sentimos cuando un ángel pasa a través nuestro recibió su representación más bella.