"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, abril 28, 2005

Merienda (subvencionada) de blancos (poetas)

"La poesía del mundo en Córdoba". 55 poetas, 15 lenguas. Estuve el día de la inauguración para escuchar a uno de mis poetas favoritos, Vicente Gallego, que leyó algunos de sus últimos poemas inéditos, en los que auna modernidad y tradición. Los ecos de las canciones sefardíes resonaron en alguno de ellos. Profundo y, a la vez, divertido su homenaje a Rocco Sifredi, que recientemente se ha jubilado (al menos delante de la cámara).

Espejo de jinetes, afinado palmero
de la ubérrima nalga.
Empujador feliz de la delicia,
berraco equilibrista y caballero
de los de lanza en ristre
y mano dura.






No asistí, pero me lo contaron, al vergonzoso suceso que sucedió el domingo. El poeta checo Petr Kral había terminado de leer sus poemas y aprovechó para solidarizarse con los poetas represaliados en el mundo, y lanzar una condena contra "el regimen criminal de Fidel Castro". Un silencio mortal se hizo en la sala. Se podía cortar el aire de incomodidad que habían producido las palabras del poeta.

Continuó la velada con el poeta griego Vassilis Vassilikos, guionista de la película de Costa Gavras Z.




Tras leer su poemario se vio en la obligación de responder a la provocación del "agente de la CIA" checo, así que también hizo su condena, esta vez del imperialismo criminal de los EEUU. En vez de un atronador silencio la sala irrumpió, en esta ocasión, en una salva de aplausos cómplices. El compañero Comandante había sido reivindicado, una vez más.

Una de las últimas canciones de Astrud nos advierte contra los poetas.


"Qué malos son, qué malos son. Qué malos son nuestros poetas. Sólo hay que leer las cartas que Guillén mandó a Salinas o escuchar a Gil de Biedma leído por Carod-Rovira para verlo. Qué malos son... Sólo hay que mirar las fotos, están en las hemerotecas, Dámaso Alonso en El Pardo y Luis Cernuda en Acapulco. Los que se hicieron ricos, los que murieron pobres, enfermos, en el exilio, Leopoldo y sus dos hijos, todos ellos. Qué malos son... Preguntadle a la viuda de Alberti. Si pudiera hablar Zenobia. Si estuviera vivo el bendito padre de Jorge Manrique. Si lo supiésemos todo sobre algunos, tanta metáfora y tan poca vergüenza. Todos ellos. Qué malos son... Quevedo el putero y Góngora el lameculos, Garcilaso el usurero y Rosalía la ludópata, el maricón de Lorca y Bécquer, que era un poco mariquita también, Ferrater el desgraciado, Gimferrer el pervertido, los hermanos Machado, el drogadicto y el maltratado, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús... Qué malos son..."


Aunque algo positivo tienen. Le salen al erario público -resulta que el Ayuntamiento de Córdoba quiere que la ciudad sea oficialmente cultural- mucho más baratos que el colectivo de artistas plásticos que, entre performances e instalaciones, salen por un ojo de la cara.

1 comentario:

Finis Hispaniae dijo...

Me temo que tenemos gustos poéticos diferentes. Vicente Gallego? Cielos, no!! En cuanto a la canciòn de Astrud (màs provocadora que otra cosa, y que conste que yo la he usado para abrir un curso sobre literatura que he dado en abril)la puede escuchar quien tenga interés (y descargàrsela en mp3) en: http://www.huescarock.com/mp3/Astrud%20-%20Nuestros%20poetas.mp3
En polìtica sì que estamos de acuerdo.