No se pierdan la explicación sobre “los capullos, las mariconas y las zorras”, y a clasificarse uno mismo según la categoría más adecuada. No hay escapatoria.
Lejos del narcisismo moral de Michael Moore y las farisaicas imposturas de George Bush, Parker y Stone saben mantener la distancia con respecto a sí mismos y se retratan con la misma lucidez, extremadamente cruel, con la que denigran a los demás. Lo que diferencia a esta parodia es que nadie se sentirá especialmente cómodo, ni por la izquierda ni por la derecha, como se muestra desde los títulos de canciones como “Freedom isn't free“ o “America, fuck yeah”
Seguramente no se oía (y por supuesto veía) un humor tan directo al hígado de tirios y troyanos desde Lenny Bruce.
El malo-malo:
Los buenos-regulares
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