"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, mayo 05, 2005

Cine gabacho

Suelo escuchar a Rodríguez Braun y Pedro Fraile en la tertulia económica de Onda Cero. Aunque liberales ambos, mantienen interesantes polémicas. RB es más ideólogo, Fraile más científico. Coinciden, sin embargo, en detestar el cine francés. Se equivocan.

Fue en una película de Arthur Penn, La noche se mueve, en la que Gene Hackman dijo que en las películas francesas se oía crecer la hierba. Y es cierto, ¿no es maravilloso? Godard volvió a inventar el cine con Al final de la escapada, una película que sólo se puede comparar a Ciudadano Kane o El acorazado Potenkim. Eric Rohmer es el más sutil y elegante cronista de la educación sentimental de nuestra época. No hay película más divertida, sí: divertida, que El año pasado en Marienband.



Y dentro de un rato, escribo a las diez de la noche de un jueves 5 de enero, van a emitir en Off Cinema de TVE Nelly y el señor Arnaud, la obra maestra de Claude Sautet, en la que la bellísima Emmanuel Béar y el grandísimo Michel Serrault bailan uno de los mejores agarraos cinematográficos de la década de los 90.




De Francia ha venido uno de los sofismas más estériles de los últimos tiempos, el timo de la excepción cultural, y han sustituido la metodología cartesiana que los hizo una vez grandes por la verborrea sin sentido de sus pensadores a-la-moda.

Pero cinematográficamente sus grandes dinosaurios siguen haciendo películas de riesgo, y la crítica francesa sigue siendo un bastión del cine sin concesiones. Claro que hay francesadas, como hay americanadas (por no hablar de las españoladas), pero el sello de lo francés sigue siendo, si no una garantía de buen cine, al menos sí de cierto riesgo y de otra forma de contar historias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aciertas en lo de "sus grandes dinosaurios siguen haciendo películas de riesgo", dónde la clave está en "sus grandes". Pero crecen los enanos y en España nos crecen más. Pero, sí...lo juro, amo el cine francés de esos dinosaurios. Creo que sólo he llorado con un arranque, el de "El desprecio" (Le mephris) de Godard. Sin duda, escuchas el fluir de la sangre de la Bardot ( te gustan mis pies, mis rodillas, mi culo...?). No puedo reprochar nada. Rodriguez Braun debe ver cine del pleistoceno francés, es maravilloso.
Gracias por este artículo.

Libertariano dijo...

Y Godard compartiendo plano con Fritz Lang. ¿Qué más se puede pedir? Tengo un temita de Delerue de Le Mepris que escucho a todas horas. Hipnótico.

Anónimo dijo...

Me leí dos veces la novela homonima de Moldavia.
..y Jack Palance, ufff. Obra maestra total.
Esa conversación en la Lang expone que Homero no quería volver a Ítaca porque no aguantaba a Penélope, es encantadora; y con el parche en el ojo!!.
La música..., el plano del culo de Bardot, la cama desecha...uff, que comienzo!