"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

viernes, mayo 06, 2005

El sucesor de Churchill

Coincide la publicación de una selección de los mejores discursos de Churchill con la elección de Tony Blair para su tercer mandato como primer ministro británico. Ambos son dos grandes políticos liberales, y también coinciden en haberse resistido al populismo pacifista, sabiendo enfrentar con lucidez y bravura a los que pretenden comprar la paz al precio de la indignidad.



En la reseña de "!Never give in! - ¡Nunca hay que darse por vencidos!" Juan Avilés sintetiza la importancia del único político que supo enfrentarse desde el principio a Hitler:

En realidad pasó primero del partido conservador al liberal y luego del liberal al conservador. Como él mismo observó con sorna: “cualquiera puede desertar, pero se requiere cierto ingenio para desertar dos veces”. Ahora bien, incluso esos sucesivos cambios de partido tuvieron una coherencia interna. Dejó el partido conservador cuando éste abandonó los principios del libre comercio internacional y volvió a él cuando los liberales se aproximaron demasiado a los laboristas. En uno y otro caso actuó de conformidad con su apego a la libertad económica, que para él era la base de la libertad individual.

Pero si recordamos a Churchill no es por su pensamiento económico, sino por su visión de la política internacional. Durante un período trágico y convulso como pocos, supo percibir con claridad cuáles eran las amenazas que se alzaban contra la paz y la libertad de los pueblos y preconizó una adecuada línea de defensa frente a ellas. No fue un belicista, ni tampoco un pacifista ingenuo. Sostuvo siempre que sólo se podía evitar la guerra si se hacía frente desde una posición de fuerza a los tiranos que amenazaban la paz. De ahí que calificara la segunda guerra mundial como “la guerra innecesaria”, que las naciones libres, Gran Bretaña y Francia sobre todo, hubieran podido evitar si hubieran reaccionado con firmeza ante las primeras provocaciones de Hitler, facilitando así su caída. Como ocurre siempre con los argumentos contrafactuales, es imposible saber si estaba en lo cierto, pero al leer sus discursos de antes y de después de la guerra resulta fácil sentirse convencidos. Al lector apresurado que quiera captar inmediatamente el pensamiento de Churchill, yo le recomendaría comenzar por la lectura del discurso que pronunció en octubre de 1938 tras los acuerdos de Munich, en los que los gobernantes de Francia y Gran Bretaña habían sacrificado el fututo de Checoslovaquia a una vana promesa de paz de Hitler. El gobierno era popular por haber evitado la guerra, pero Churchill calificó lo ocurrido como “una derrota total y rotunda”. Le resultaba inconcebible el modo en que, en los últimos 5 años, Gran Bretaña y Francia habían renunciado a una incuestionable posición de fuerza que garantizaba su seguridad.


Tony Blair es mi político favorito de los últimos años, el que mejor representa al político democrático: un hombre ordinario con ideas extraordinarias (bueno, no tan ordinario) Su combinación de pragmatismo e ideología liberal (no se pierdan sus discursos, plenos de convicción y retórica de la buena) lo ha convertido en el modelo de lo que aún algún día debiera ser el Presidente de los Estados Unidos de Europa.

En estos momentos, cuando el gobierno español ha cedido su presión sobre la banda terrorista ETA, dándole un balón de oxígeno, por razón de un cálculo estratégico electoral, parece fuera de toda duda cual habría sido la posición de Churchill . La misma de su díscipulo liberal, Tony Blair, que ha mostrado una tolerancia cero con el fascismo independentista en Gran Bretaña. Su mejor retrato lo trazó Vargas LLosa:

Al tomar el poder, en 1997, Tony Blair no atenuó ni abolió una sola de las grandes reformas liberales de la señora Thatcher. Por el contrario, las profundizó y las extendió. Fue simbólico que una de sus primeras medidas consistiera en garantizar, mediante ley, la independencia del Banco Central, con lo que puso fin a la antigua costumbre de los gobiernos socialistas de desbocarse en el gasto público, provocando inflación. La política macroeconómica fue todavía más ortodoxa que la de los conservadores, de una disciplina fiscal estricta. Los impuestos siguen siendo los más bajos de Europa, y el apoyo a la empresa privada, como motor del desarrollo, axioma del gobierno. Ello explica el formidable crecimiento del mercado de trabajo; el desempleo, que se halla en la actualidad en un 3 y medio por ciento, es uno de los más bajos del mundo. Las privatizaciones han continuado, y en el programa electoral de estas elecciones, el Partido Laborista anuncia que, para las reformas de la educación y la salud pública, se propone incorporar al capital privado, ya que los recursos públicos son insuficientes para la inversión que aquéllas requieren. Aunque estos, y otros servicios públicos, como el transporte, muestran aún serias deficiencias, lo cierto es que, gracias a la política moderna con que los laboristas han manejado la economía, las condiciones de vida en Gran Bretaña han ido mejorando en todos los estratos de la sociedad, aunque haya todavía amplios sectores a los que este progreso llega con cuentagotas o no llega.




Mientras escribo estas líneas Blair aparece ganador claro. En estos años Gran Bretaña ha superado a Alemania y a Francia en PIB per capita, se ha convertido en un referente de la nueva Europa, decidida en los vínculos atlantistas y defensora de la privatización de servicios tradicionalmente monopolizados por el Estado, como la sanidad y la educación. Ojalá que en este último mandato, su ministro de Economía Gordon Brown espera su oportunidad, pueda desarrollar hasta el fin la revolución liberal que comenzó Margaret Thatcher.





PD. Bush, Blair, Howard... España ha sido el único país en el que el factor Iraq ha sido determinante en las elecciones. Y ello por la distorsión que ocasionó el terrible atentado. De nuevo, Spain is different. De nuevo, un atentado terrorista condiciona miserablemente la suerte del país.

8 comentarios:

Diego González dijo...

A mi también me gustó siempre Tony Blair, aunque nunca habría existido alguien como él de no haber existido antes una Margaret thatcher.

Anónimo dijo...

--Winston Churchill on Gandhi's meeting with the Viceroy of India, 1931

"One may dislike Hitler's system and yet admire his patriotic achievement. If our country were defeated, I hope we should find a champion as admirable to restore our courage and lead us back to our place among the nations."

Anónimo dijo...

Para no perder la costumbre, tengo que discrepar otra vez con tu análisis. Coincido contigo, desde luego, en la profunda admiración que me inspira Churchill, con casi toda probabilidad el líder más clarividente, más lúcido y más íntegro del siglo XX. Por eso mismo, y por su inmensa talla de estadista, me parece un poco cogida por los pelos la comparación con Tony Blair, francamente. No niego que, comparado con tipos como Chirac, Schroeder, y no digamos Zapatero, Blair casi parece un político de otra galaxia. Pero me parece que no es para tanto. Básicamente es un tipo moderadamente pragmático, moderadamente europeista, moderadamente liberal... moderadamente todo. Un político poco proclive a mojarse más que en contadas ocasiones, y en esas pocas me temo que bastante a regañadientes (Irak). Un zorro taimado, en definitiva. Casi diría, y siento discrepar contigo, una antítesis de Churchill.
Por lo demás, ha conseguido la mayoría absoluta porque, a diferencia del nuestro, el sistema electoral británico es modélico y prima, como debe ser (como debería ser aquí), al partido más votado. Pero, no nos olvidemos, con cincuenta escaños menos. Algo querrá decir el dato. Saludos.

Libertariano dijo...

Tanto Hitler como Stalin, Churchill o Roosevelt, De Gaulle fueron hombres extraordinarios. No así Chamberlaim o Blum.

Tuvimos suerte los demócratas que en Occidente todavía hubiera grandes patriotas, lo que da un plus de compromiso a la lucha por la que crees.

Y eso lo dice alguien como yo, cuyo sentimiento patriótico es bastante escaso. Si algo me ha sorprendido siempre es el españolismo militante de nuestros exiliados, de Max Aub a José Bergamín a Ortega y Gasset. Incluso los más "antiespañoles", como Cernuda, lo eran porque les dolía España, su ideal.

Sí, los británicos, y por extensión todos nosotros, tuvieron sueerte de encontrar ese campeón. La diferencia, claro, está en el sistema: en vez de culto a la personalidad, lo enviaron de nuevo a su casita en las siguientes elecciones después de la Guerra.

Muy buena cita de alguien con quien sólo podían competir Groucho Marx y Borges. Mi anécdota favorita la contaba así Francisco Cabrillo: "Winston Churchill se habría lamentado un día de que cuando pedía una opinión a cinco economistas sobre un determinado tema solía recibir cinco respuestas diferentes... excepto si uno de los economistas era Keynes, porque entonces el número de respuestas distintas era seis."

Anónimo dijo...

Off topic:
Welcome to TocqueVille :-)

Even Berlusconi will lose the election next year, but not because of Iraqi-factor. Because of the economy. Bye.

http://harry.ilcannocchiale.it

Libertariano dijo...

Grazie tante per il benvenuto, Harry. Come puoi vedere non parlo italiano, soltanto un pó d'itagnolo :-) Adesso imparo abbastanza con il tuo blog. Il tuo analisi del governo Zapatero é molto buono.

A propósito de Blair, monteproc, hay una dimensión mediática que tiene Tony, que naturalmente no tenía Winston. Y eso le da ese barniz de superficialidad que también tenía, por ejemplo, Clinton (en este aspecto mediático el número 1 sigue siendo JFK. He visto hace poco un documental sobre una de sus primeras campañas, y resulta increíble lo irresistiblemente moderno que aparece el tío)

Pero has dado con la clave: un zorro taimado. Los conservadors desconfiaban horrores de Churchill, al que siguieron considerando un traidor, un advenedizo y una veleta. Blair ha hecho algo diferente a lo que hizo Winston cuando se fue a los liberales: llevarse a todo el partido socialista inglés consigo.

Y luego están sus discursos, es un grandísimo orador, y su valentía a la hora de defender sus convicciones contra todos. Cuando la guerra de Irak en lugar de esconderse estúpida y cobardemente como hizo Aznar (otro al que le da vueltas, como a Berlusconi) se lanzo a la arena, sacando la intervención con el voto en contra de gran parte de su partido.

¿Poco proclive a mojarse, cuando se ha enfrentado a gran parte de su partido a pecho descubierto, por la guerra y por la economía? A años luz de la partitocracia leninista que impera en los partidos españoles.

Hemos visto diferentes películas.

Marzo dijo...

¿¿Que Tony Blair es liberal?? Sospecho que ese diagnóstico sorprendería a las buenas gentes de Samizdata.

Libertariano dijo...

Si supieran español podrían leer el editorial de LD:

"Tony Blair, consciente de la eficacia de las medidas liberales que tan bien habían funcionado desde tiempos de Margaret Thatcher, procuró no mover ni una coma y, desde entonces, ha mantenido intacta una política económica"

O bien, directamente el comentario que recoge Norberg:

"this is the seventh victory in a row for Margaret Thatcher. Thatcher´s fingerprints are all over Blair´s New Labour: A flexible, liberal economy, more choice in public services, standing up to tyrants abroad. And with some of his reforms, such as market incentives in health care and university fees (which Tories still oppose) Blair has gone further than Thatcher did."

Aunque Norberg le pone unos "peros", a la política de Blair pero porque en su liberalismo se ha escorado demasiado a la derecha (el peligroso influjo del "leoconservador" de la Casa Blanca):

"Unfortunately, he also follows in her footsteps in his lack of interest in civil liberties and the lack of ability to cut public spending on the big middle class programs."

En lo que tiene razón el rubio globalizador. El déficit británico creo que supera ya el 2%. Definitivamente, el mejor exponente liberal, en lo público y en lo privado, fue Clinton :-) Bush pasará a la historia como el tipo que se cargó el superavit de Clinton.