"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

miércoles, junio 22, 2005

El error de Descartes

El Premio Príncipe de Asturias de Investigación ha ido al neurólogo portugués Antonio Damasio. Muy merecido. En El error de Descartes intenta Damasio avanzar en el problema central del siglo XXI: averiguar cómo funciona el cerebro.

En sus Meditaciones metafísicas escribía Descartes:

Hay una grandísima diferencia entre el espíritu (la mente) y el cuerpo; el espíritu... es enteramente indivisible. En efecto, cuando considero el espíritu, esto es, a mí mismo, en cuanto que soy sólo una cosa que piensa, no puedo distinguir partes en mí, sino que conozco una cosa, absolutamente una y entera; y aunque todo el espíritu parece unido a todo el cuerpo, conozco muy bien que nada ha sido sustraído a mi espíritu; tampoco puede decirse propiamente que las facultades de querer, sentir, concebir, etc., son partes del espíritu, pues uno y el mismo espíritu es el que por entero quiere, siente y concibe, etc. Pero en lo corporal o extenso ocurre lo contrario, pues no puedo imaginar ninguna cosa corporal o extensa... que mi espíritu no divida facilísamamente en varias partes.. Esto bastaría a enseñarme que el espíritu o alma del hombre es enteramente diferente del cuerpo, si ya no lo hubiera aprendido antes.


Este es el texto canónico del dualismo moderno. Esta dicotomía entre lo espiritual y lo material va a apuntalar filosóficamente la noción de sentido común de que yo soy algo así como un geniecillo que vive dentro de mi cuerpo. Como Koji Kabuto dirigiendo a Mazinger Z.




Este paradigma está siendo sustituido por otro materialista. Pero no el materialismo vulgar que reduce toda la actividad mental a una cuestión fisiológica (como se realiza sobre todo en psiquiatría, una actividad farmacodependiente) sino elaborando la metáfora informática del hardware y el software. No sabemos cómo funciona el cerebro ni en el plano neuronal ni, sobre todo, en el plano del software mental. Los Watson y Crick del siglo XXI serán aquellos que descubran la unidad de información mental. O dicho de otro modo, los que descubran la piedra Rosetta que permita descifrar el lenguaje del pensamiento, el sistema operativo en el que corren todos los cerebros (humanos).




En El error de Descartes Damasio comienza relatando la increíble historia de Phineas Gage, cuyo cerebro fue atravesado por una barra de hierro. Sobrevivió pero su personalidad se vió claramente alterada. En cierto modo era él, pero en cierto modo no era él. Como ocurría en La invasión de los ladrones de cuerpos sus reacciones emocionales habían desaparecido. A partir de esta experiencia, Damasio hace una interesante incursión filosófica y científica por los vericuetos de nuestro cortex, sistema límbico y demás partes de lo que Woody Allen definió como su segundo órgano favorito.

2 comentarios:

TRaNSoN dijo...

¡Ja, ja, ja!

Qué magnífica presentación, ¡me ha encantado cómo te expresas!

Yo ahora mismo estoy leyendo "El error de Descartes" y estoy fascinadísimo. De hecho empecé a "rallarme" con estas cosas leyendo a Descartes, y he sufrido "en propias carnes" la lenta y progresiva disolución de mi "Koji Kabuto" interior.

A veces es terrible, pero... ¡es lo que hay!

Yo y mis colegas intentaremos encontrar esa "unidad de información mental", el código fuente de la mente.

¡SE PUEDE HACER! :D

Un saludo ^__^

Anónimo dijo...

^_^ ^_^ !!!!!!



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