"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, junio 02, 2005

El TDC contra el cine yanqui

Columbia, Disney, Fox, Warner y UIP han sido llevadas ante el TDC por actuar como un cartel. Abusando de su posición de dominio, estas productoras de cine estarían imponiendo a los exhibidores españoles la compra de un determinado número de películas. Además existiría un pacto entre dichas empresas para establecer los plazos de entrega, recogida y devolución de material.

Cuando empezó a transformarse los cines clásicos por multisalas algunos abrigamos la esperanza de que hubiese una mayor variedad de oferta. Sin embargo, comprobamos como las salas proyectan un número muy limitado de películas, la mayor parte de las cuales son de una calidad ínfima y, además, no correspondiéndose su duración en cartelera con una demanda real del público.




Que los exhibidores se hayan atrevido a desafiar a las poderosas productoras norteamericanas es un buen síntoma de que la libre competencia se empieza a considerar un derecho, y que los empresarios españoles empiezan a asumir que en un libre mercado no tienen que asumir las imposiciones oligárquicas de otras empresas que abusan de su posición de poder en el mercado. Los exhibidores deben poder tener la elección de comprar las películas que deseen, sin verse sometidos al chantaje de tener que comprar otras películas que no quieran simplemente porque las productoras quieren vender lotes de películas.

Ahora el Tribunal de la Competencia tiene que actuar para acabar con este oligopolio encubierto. De esta forma el mercado se abrirá, habrá una libre circulación de productos e ideas y los consumidores podrán elegir libremente.

Esta medida tendría que haber venido mucho antes. Pero la mentalidad antiliberal de los integrantes de la cultura en este país, analfabetos funcionales en lo que respecta a los mecanismos económicos básicos que subyacen a la economía, hizo que enfocaran siempre el problema como un asunto de intervención del Estado.

Con esta denuncia, si finalmente prospera como espero, la competencia hará que haya más posibilidades, y servirá de estímulo la posibilidad efectiva de exhibición para que el endogámico cine español deje de pensar en el cine que le puede gustar al ministro de Cultura de turno, y más en el público.

Por cierto, otros expedientes abiertos por el TDC (vergüenza de web) son a los mayoristas de pescado de Alcantarilla, a los veterinarios de Guipúzcoa y a los arquitectos y aparejadores de Madrid. Fascinante.

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