"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, julio 28, 2005

Ahmed TOMMOUHI, The Wrong Man

Hoy jueves, a las 12,30 h, la ONG Movimiento contra la Intolerancia presentará un escrito al Ministro de Justicia pidiendo el indulto para Ahmed Tommouhi, un hombre condenado injustamente.



Recientemente el Tribunal Supremo ha absuelto a un hombre que pasó cinco años en prisión condenado por haber agredido sexualmente a un menor de nueve años, un delito que no cometió. Después de la condena, en 2001, su esposa estuvo casi dos años buscando pruebas que exculparan al marido. Finalmente, encontró dos testigos que han demostrado que el condenado se encontraba en su trabajo cuando se cometió la violación.

Fue condenado en mayo de 2001 por la Audiencia Provincial de Cádiz como autor de la violación oral de un niño de nueve años. Llevaba en prisión condicional desde 1999, cuando fue arrestado. La prueba de cargo en su contra fue el reconocimiento efectuado por el menor. Tras la sentencia condenatoria, su esposa siguió buscando pruebas de su inocencia. Finalmente, encontró dos testigos que acreditaron que él se encontraba en su trabajo, en una academia de informática, en el momento de la agresión. La defensa del condenado pidió que se revisara la sentencia, y ahora el Supremo le ha dado la razón.

La violación tuvo lugar el 2 de agosto de 1999 en Algeciras (Cádiz), según los hechos probados de la sentencia de la Audiencia de Cádiz. Un hombre se acercó en la calle a la víctima, un niño de nueve años, y le preguntó por la dirección de un pabellón deportivo. Le dijo que subiera al coche para indicarle, a lo que el menor accedió. Le llevó a un descampado, detuvo el vehículo, le agarró por el cuello y le obligó a practicarle una felación. La prueba de cargo fue la declaración de la víctima, que reconoció al acusado en cuatro ocasiones. Los psicólogos dictaminaron que, a su juicio, “el menor no fabulaba en sus declaraciones incriminatorias”.

Otra caso reciente fue el de un profesor acusado por varios de sus alumnos de haberlos sometidos a abusos deshonestos. Ha sido absuelto porque el juez ha apreciado contradicciones en los testimonios de los testigos, en los que se manifestaban que los contenidos de conciencia no coincidían con la realidad.

Fue Alfred Hitchcock en Falso culpable el que dio una lección magistral sobre la línea a veces tenue que separa la realidad de la ficción. Un Tribunal de Justicia tiene la dificil misión de establecer los pliegues en el velo que separa a una y otra para restituir la verdad.



Porque es imposible epistémicamente deslindar con precisión quirúrgica la culpabilidad de la inocencia la sociedad tiene que decidir qué grado de error está dispuesta a tolerar. Lo que repercutirá en el tanto por ciento de culpables que sean puestos en libertad y, al contrario, que porcentaje de inocentes estará en la carcel. Irremediablemente cuánto más elevado sea el criterio para establecer la culpabilidad más culpables quedarán libres, con lo que la misma Justicia quedará minada, por no hablar de la Seguridad pública. Y viceversa.

No es cuestión de preferir el orden o la justicia, sino diversos grados de injusticia. Ni siquiera las almas bellas, las que no quieren mancharse con el barro de la realidad en su olimpismo moral, se libran de la decisión.

Ejemplificándolo. Con los GAL se fue demasiado lejos, Guantánamo traspasó la línea pero Blair y la policía británica, en circunstancias excepcionales, han implementado una medida radical pero momentáneamente asumible (disparar a matar contra aquellos de los que se tengan sospechas fuertes de que están a punto de cometer un atentado terrorista)

En el extraordinario documental Capturando a los Friedman, Andrew Jarecki muestra como la verdad es un tesoro escondido bajo toneladas de tierra (mentiras, medias verdades, impresiones y pensamientos que uno cree correctos, intereses creados, prejuicios, convicciones). La labor del (buen) documentalista, como la del (buen) periodista o la del (buen) científico consiste en con paciencia, respeto a las reglas y un escrupuloso sentido de la objetividad (en una palabra, honestidad) ir apartando capas de distorsión para llegar al tesoro. Sin tener nunca la seguridad, por otra parte, que sea oro todo lo que reluce.



Para los que lo hayan visto, ¿les pareció finalmente que era inocente o culpable? Creo que culpable, pero no pondría la mano en el fuego y no me hubiera gustado estar en el pellejo del juez/jurado.

3 comentarios:

Libertariano dijo...

¡Qué interesante Miguel Ángel!

Me interesa mucho el mundo del derecho, sobre todo los criterios que se emplean para distinguir un testimonio verdadero de una ficción.

Ya te pediré textos que complementen a éste, y discusión teórica sobre el particular.

De hecho he incorporado estos criterios jurisprudenciales al trabajo que estoy realizando sobre el género del documental.

Mil gracias

Ismael dijo...

Medida momentáneamente asumible, hasta cagarla, por supuesto. Y para su desgracia la han cagado a la primera.

Con el baño que nos estaban dando los ingleses a los madrileños. Mecachis.

Anónimo dijo...

It is easy to control and pick up more all kinds of latale online gold and weapons or equipment which were dropped by those monsters. You will experience a wide range of attack and strikingly gorgeous combat effects with your own latale gold. You can also freely customize your character by equipping cool armors and weapons which those you must first have need to buy latale online gold and then you can have them. There is no doubt La Tale and its very cheap latale gold will attract female gamer and as well as young gamer eyeballs. You see my problem is that I do not what class is good or fun to play without any more necessary latale money.