"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

viernes, agosto 26, 2005

Una mujer justa

Según una tradición judía en cada momento en el Universo, ignorándose unos a otros, hay desparramados treinta y seis hombres rectos. Su presencia salva a la humanidad. Entre los treinta y seis seguro que hay mujeres, y he localizado a una. Se llama María Poza, y es la titular del Juzgado nº 4 de Murcia. Sobre la ley contra la violencia doméstica ha elevado al TC una cuestión de constitucionalidad porque impone penas distintas en función del sexo del agresor (el varón, por eso de la ley del pendulo histórico), vulnerando tres artículos de la Constitución: el principio de igualdad del artículo 14, el derecho a la presunción de inocencia del artículo 24.2 y el derecho a la dignidad de la persona establecido en el artículo 10.1. Además, este matiz es especialmente revelador de la capacidad de disquisición intelectual y sensibilidad humanista de la juez, afirma que la ley, al determinar que las mujeres, son personas "especialmente vulnerables", está lesionando su dignidad.

Igualmente rebate esa moderna falacia naturalista que se esconde tras el uso de la estadística. La juez cita un estudio de la Universidad de Zaragoza, según el cual el 91,15% de los agresores son varones, "Por sí solo habría que calificar de pueril y peligroso el argumento según el cual, al ser superior el número de hombres que cometen este delito pueden y deben ser más gravemente castigados... por lo que habría que castigar siempre más duramente a los hombres, ya que el número de delincuentes varones es abrumadoramente superior al de las mujeres".

Por si alguien no lo sabe, la ley modificó varios artículos del Código Penal endureciendo las penas cuando el agresor es hombre. Tras su entrada en vigor, las lesiones que menoscaban la integridad física o psíquica de la mujer se castigan con penas de dos a cinco años de cárcel (lo que implica necesariamente el ingreso en prisión) si el autor es un hombre con el que tiene o ha tenido una relación sentimental. Si la agresora es la mujer, el castigo es de seis meses a tres años de prisión. En los casos de lesiones leves, maltratos de obra sin lesión, amenazas y coacciones leves, el mismo hecho se considera delito si lo comete el hombre (pena de prisión de seis meses a un año) y sólo falta si lo hace la mujer (pena de arresto de fin de semana o multa).

El Gobierno, al que le sobra el talante pero también el oportunismo, considera que la juez: "Ignora la realidad social de una tragedia, la muerte de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, que no se puede convertir en un problema abstracto" Frente al prístino razonamiento de la juez el Gobierno invoca ¡"la realidad social"! Y frente al problema abstracto que a fin de cuentas es la justicia, nos enfanga en el barro del sentimentalismo populista. La justica ha de ser ciega, impasible ante la belleza de los malvados, pero no tonta.



La Coordinadora de Organizaciones Feministas del Estado Español (¿son todas funcionarias? Pregunta retórica.) se ha mostrado de acuerdo con la juez. Y como no podía ser menos reconoce que: "El razonamiento de la juez [de Murcia] nos parece impecable..." Y prosigue: "Como luchamos contra la discriminación de las mujeres, no creemos que haya que discriminar a los hombres, y menos, penalmente"

Es verano, hace calor, y sin embargo parece que el común de los mortales piensa razonablemente. ¿Un efecto colateral positivo del cambio climático?

3 comentarios:

Huber dijo...

Santiago, son los Lamed Wufniks y me temo que no, no hay mujeres, 36 tios, pobres como ratas. Según Borges su origen esta en el episodio bíblico en el que Dios dice que de hallar 50 hombres justos en Sodoma salvará la ciudad.

Parece ser que no los encontró.

¿? dijo...

Venga un poquito de discriminación positiva de la que tanto le gusta a los "progres", esto me recuerda a un episodio griego en el que un defensor para mostrar la inocencia de su defendida la desnudo ante el jurado y les dijo que como iba a ser alguien tan bella culpable, pero es que no me acuerdo a que escritor pertenece.
Por cierto el otro día ví un filme que me gustó bastante: "Arrebato" de Iván Zulueta.

Ismael dijo...

Menuda tontería de episodio griego, amigo.

La discriminación positiva nunca es un fin, su propósito es el de ayudar a que deje de ser necesaria. Que el "progre" la considere necesaria en muchos casos no quiere decir que le erotice.