"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

sábado, octubre 01, 2005

Algo huele a podrido en el Real Madrid

Lo sabía. Tuve la intuición cuando vi la celebración de la cucaracha (un evidente homenaje al bicho de Kafka, antes Metamorfosis ahora Transformación).







Algo huele a podrido en el Real Madrid: han comenzado a leer. Y en serio. Según Luxemburgo (hoy en El Mundo), Ronaldo está leyendo ¡¡¡Crimen y castigo!!!. Guti estará enfrascado en Mientras agonizo. Raúl, Más dura será la caída. Woodgate, La montaña mágica. Casillas absorto en el poema de Alberti al gran guardameta húngaro Platko

PLATKO


(Santander, 20 de mayo de 1928)
A José Samitier, capitán.



Nadie se olvida, Platko,
no, nadie, nadie, nadie,
oso rubio de Hungría.

Ni el mar,
que frente a tí saltaba sin poder defenderte.
Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más regía.

Ni el mar, ni el viento, Platko,
rubio Platko de sangre,
guardameta en el polvo,
pararrayos.

No, nadie, nadie, nadie.

Camisetas azules y blancas, sobre el aire,
camisetas reales,
contrarias, contra ti, volando y arrastrándote,
Platko, Platko lejano,
rubio Platko tronchado,
tigre ardiendo en la yerba de otro país. ¡Tú, llave,
Platko, tú, llave rota,
llave áurea caída ante el pórtico áureo!.

No, nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.

Volvió su espalda el cielo.
Camisetas azules y granas flamearon,
apagadas, sin viento.
El mar, vueltos los ojos,
se tumbó y nada dijo.
Sangrando en los ojales,
sangrando por ti, Platko,
por tu sangre de Hungría,
sin tu sangre, tu impulso, tu parada, tu salto,
temieron las insignias.

No, nadie, nadie, nadie,
nadie, nadie se olvida.

Fue la vuelta del mar.
Fueron diez rápidas banderas
incendiadas, sin freno.
Fue la vuelta del viento.
La vuelta al corazón de la esperanza.
Fue tu vuelta.

Azul heroico y grana,
mandó el aire en las venas.
Alas, alas celestes y blancas, rotas alas,
combatidas, sin pluma, encalaron la yerba.
Y el aire tuvo piernas,
tronco, brazos, cabeza.

¡Y todo por tí, Platko,
rubio Platko de Hungría!

Y en tu honor, por tu vuelta,
porque volviste el pulso perdido a la pelea,
en el arco contrario el viento abrió una brecha.

Nadie, nadie se olvida.

El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.

Las insignias,
las doradas insignias, flores de los ojales,
cerradas, por ti abiertas.

No, nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.

Ni el final: tu salida,
oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.

¡Oh, Platko, Platko, Platko,
tú, tan lejos de Hungría!.

¿Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte?.

Nadie, nadie se olvida,
no, nadie, nadie, nadie.


O, lo que sería esclarecedor, El miedo del portero ante el penalty, de Handke

Así están todos: ensimismados. Han descubierto la literatura. El futbol, un deporte simple hasta la vulgaridad (maravilloso en su simplicidad, aunque con esa regla diabólica y retorcida del fuera de juego), se contamina de la reflexividad que impone la literatura. Además de galácticos y metrosexuales, intelectuales. Lo que nos faltaba.

Algo huele a podrido en el Madrid. A celulosa podrida.

6 comentarios:

¿? dijo...

La verdad es que el Real Madrid siempre huele a podrido!!!!!!!!:)

Libertariano dijo...

Veremos el lunes por la noche si huele a podrido en Qué grande es el cine :-)))

Anónimo dijo...

muy interesante la fotografia expositora de la nueva versión brasileña de la metamorfosis de kafka....hasta donde puede llegar la galaxia....

Roberto Iza Valdés dijo...
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Roberto Iza Valdés dijo...
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Roberto Iza Valdés dijo...
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