"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

viernes, diciembre 09, 2005

Café para ellos, achicoria para nosotros

No suelo leer los artículos periodísticos de los políticos. Me aburren. Los de los nacionalistas, además, me revuelven el estómago. El de Maragall me lo leyeron: "Escucha, escucha, es increíble" Maragall puede concebir Cataluña como le de la gana (y los catalanes le dejen). Pero que intente además gobernar en España y Andalucía denota ese talante imperialista que demuestran una y otra vez los catalanistas y los euskaldunes. En su artículo de ayer en El País, además, mostraba su desprecio por Andalucía a través de una profunda ignorancia recubierta de esnobismo.

Y ese sentimiento, como el de Revilla, tiene cobijo en una Constitución que habla de (tres) nacionalidades (históricas) que en el pasado plebiscitaron sus Estatutos y abre la puerta a que otros territorios, en sus Estatutos, inexistentes aún en 1979, pudieran denominarse nacionalidades. Como así hicieron Aragón, la Comunidad Valenciana, las Baleares y las Canarias. Y ahora hará, probablemente, Andalucía.


En todo caso lo que harán quizás ahora los ciudadanos andaluces será autodenominarse "nación", porque "nacionalidad" ya se reconoce, para escándalo de los nacionalistas antiespañoles como el propio Maragall, Suso de Toro y demás intelectuales orgánicos del régimen asimétrico, en derechos y deberes, zapaterista.

Dice el Estatuto en vigor andaluz:

1. Andalucía, como expresión de su identidad histórica y en el ejercicio del derecho al autogobierno que la Constitución reconoce a toda nacionalidad, se constituye en Comunidad Autónoma, en el marco de la unidad indisoluble de la nación española, patria común indivisible de todos los españoles.


Recordemos que la expresión "café para todos", en cuanto que igualdad de derechos para todas las comunidades autónomas, fue una reivindicación pionera en Andalucía, que luego se extendió al resto de las comunidades. Por el contrario, los nacionalistas de la desigualdad abominan de la expresión, y quieren dejar claro que unos sí pueden tomar café y otros se tendrán que conformar con la achicoria.


El reconocimiento de derechos políticos a los ciudadanos le acarreó a Adolfo Suárez problemas serios con los sectores más reaccionarios del Estado, pero lo que desencadenó la campaña de agitación del odio y la división civil fue la cuestión nacional. Hasta tal punto que una consecuencia inmediata del intento de golpe del 23-F fue la inmediata LOAPA, el café para todos que ocultase la realidad de las nacionalidades.


Escribía Suso de Toro, uno de los que abandera el odio a la España liberal deudora de la Cortes de Cádiz y que tiene su último eslabón en la Constitución del 78. Es sencillamente repugnante como intenta el novelista gallego vincular la extensión de los derechos autonómicos con el golpe de Estado de Tejero (cuando dicha política estaba diseñada por Manuel Clavero Arévalo desde 1978) Sueña Suso de Toro con demoler la España democrática y liberal (igualdad de oportunidades y derechos para todos, ciudadanos y comunidades, que se recogía en la oferta andaluza del café para todos) para imponer un monolito nacionalista en las diversas taifas donde esconder sus jíbarizados espíritus. Resulta sintomático que los que como Maragall reivindican la España plural luego, cuando gobiernan, impongan una dictadura silenciosa que apoyándose en el principio democrático de las mayorías aprovechen para conculcar el principio liberal de protección de los derechos individuales. Detentar el poder se llama a lo que hacen Maragall, Carod y compañía.

También es sintomático como los nacionalistas intentan ocultar que los proyectos de autonomía durante la República para otras comunidades, como la andaluza, fueron interrumpidos por la Guerra Civil. Una curiosa manera de legitimar el golpe franquista, cuando les interesa.

Parece mentira que la muerte violenta de Lorca y su amistad con Dalí en Cadaqués no hayan unido para siempre Andalucía y Catalunya.

En Andalucía es donde se torció el proyecto nacionalista de una España asimétrica para consolidar una España de corte federal y sabor genuinamente antiliberal y antinacionalista. Esta frase del artículo mencionado produce uno de esos espamos mentales reservados a las tonterías envueltas en sinsentidos y aderezadas de pedantería ignorante. La habrá sacado de un libro de Ian Gibson, su manipulador histórico de cabecera.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira que le doy vueltas a lo de Dalí y Lorca, y soy incapaz de encontrarle sentido. ¿El hecho de ser ambos artistas geniales los convierte en representantes de sus regiones/nacionalidades respectivas? Si es así, me extraña que Maragall elija como encarnación de Cataluña precisamente a Dalí, demonizado por los nacionalistas de pro porque no sólo estaba encantado con Franco sino que tuvo la humorada de nombrar heredero al Estado español en lugar de a la Generalitat.

Kantor dijo...

Sobre federalismo asimetrico, escribi esto:

http://kantor-blog.blogspot.com/2005/10/catalua-ningun-impuesto-sin.html

Creo que te puede interesar.

Libertariano dijo...

Es todavía peor Dagwood porque Dalí traicionó vilmente a Lorca, como después hizo con Buñuel. Otra falsificación de la historia, en la que la mitología se impone a la verdad.

Muy bueno, Kantor, la anotación. Aunque es cierto que la Constitución está inicialmente escorada a la asimetría y al socialismo, posteriormente fue rectificada sustancialmente. La simetría se impuso gracias al camino que trazó Clavero Arevalo y Andalucía. El socialismo dejó paso al liberalismo gracias a Felipe Glez., que primero eliminó el marxismo del PSOE y más tarde de la Constitución (salvo el asunto del suelo y la vivienda, cuya reforma liberal fue cortada en seco por los indocumentados del TC)

Lo que planteas tiene mucho que ver con la cuestión "West Lothian" que describió Diez Picazo

http://www.elpais.es/articuloCompleto/elpepiopi/20051118elpepiopi_7/Tes/El%20Estatuto%20de%20Catalu%F1a%20y%20la%20%27West%20Lothian%20question%27

Anónimo dijo...

Cierto, Libertariano, y es sabida la cantidad de barbaridades que llegó a soltar Dalí sobre Lorca.

Lo que me sorprendía es que el último delirio del Molt Honorable le llevara a sorprenderse de que, habiendo sido amigos estos dos, no lo fuéramos los catalanes y los andaluces por los siglos de los siglos, y lo absurdo de tener que recurrir a nombres de relumbrón en lugar de recordar a los centenares de miles de andaluces que han contribuido a construir Cataluña.

Se diría que los inmigrantes que venían para trabajar en las fábricas no cuentan para nada y que los lazos de amistad entre Cataluña y Andalucía deberían basarse en el hecho de que García Lorca (un pijo andaluz) veraneó en la casa de Dalí (otro que tal, pero catalán). Suena como absurdamente elitista, ¿no?

¿? dijo...

Dalí siempre se interesó de sí mismo, de cobrar prestigio, fama y dinero, cayera quien cayera; como persona debió ser repugnante.

Anónimo dijo...

Sigo sin entender esto del Estatuto Catalán. Cómo me puede afectar a mí. ¿Hay alguién por ahí que me pueda dar un decálogo de por qué debo oponerme a él? Otra cosa Libertariano, espero alguna COSITA sobre el discurso del actual premio Nobel de literatura (estoy babeando como el perro de Pavlov). Aviso a navegantes la primera pregunta lleva baba de perro rabioso).

Libertariano dijo...

me lo estoy leyendo. En elpais.es está enterito (en inglés)

Me ha gustado su defensa de la objetividad. No me ha gustado que diga que tiene que enseñar a pensar a la gente.

Continuará...

Anónimo dijo...

Esa parte es la mejor, pa que veas tu parte de Mr Hyde roja y mala (o la suya libertariana). A mi desde luego lo que más me ha gustado es lo de llevar a Aznar al tribunal de la Haya (no lo dice pero lo deduzco yo).