"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, febrero 06, 2006

Activismo liberal: contra el "derecho colectivo" a la ablación. Moolaadé - Umbele

Tres millones de mujeres, sobre todo niñas, son mutiladas cada año en nombre de los derechos colectivos, de la Cultura (con mayúscula) frente a los derechos inviduales. Hoy es el Día Mundial contra la Ablación. ¿Qué hacer? Sugiero ver una película, una de las demostraciones más contundentes y sutiles de como pensar con imágenes, con un puño de hierro enfundado en un guante de seda: Moolaadé, de Ousmane Semben, uno de esos viejos, como Oliveira, como Rohmer, que hacen el cine más contemporáneo.



En Moolaadé un grupo de niñas pide protección (moolaadé) a una mujer que no permitió que su hija fuese sometida al bárbaro ritual que a los multiculturalistas-relativistas occidentales les parece tan respetable. Ya saben, la diversidad cultural. Frente a esta mujer, y sus "hermanas", el resto de mujeres de su poligámico marido, se alzan otras mujeres, las ablacionistas no abolicionistas, y la mayor parte de los hombres en nombre de la sagrada tradición.

Sin alzar la voz, sin ninguna estridencia visual, sin rastro de chantaje emocional, Semben va desmontando cada uno de los ritos y los mitos de una agresión contra las mujeres, con el concurso entusiasmo de muchas de ellas (¡qué tiempos en que la izquierda aún sabía deletrear la "alienación" según Marx!), para finalmente realizar uno de los cantos más emocionantes y cinematográficamente más puros a la valentía en la defensa de los valores individuales, en contraposición al gregarismo de los derechos colectivos y la cobardía asesina que se ejerce en nombre de las Grandes Palabras: Dios, Patria, Tradición, Cultura...

La belleza del poblado africano, la limpieza de los colores, la sonoridad de las palabras y la elegancia de los cuerpos, ajeno al exotismo colonialista del cine occidental sobre África (ver El jardinero fiel), contribuyen a que Moolaadé sea una de las películas más bellas del año pasado. Un imperativo ético y estético.



También podemos hacer más. Soltar pasta, guita, plata...

Futuro
. Es lo que significa el término africano "umbele". Es la apuesta que ha puesto en marcha el economista liberal Xavier Sala i Martin para promover el desarrollo económico en África. Sala i Martin no es sólo un teórico de gabinete sino que añade a su prestigio académico una voluntad de praxis, que dirían los marxistas, que lo lleva a divulgar los principios liberales, a participar en la gestión del club de sus amores y, sobre todo, lo ha llevado a fundar una ONG para ayudar a África.

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Sala i Martin sabe que la mejor forma de favorecer a África no es mediante la caridad, eufemísticamente denominada ahora "ayuda al desarrollo", sino mediante los mecanismos de la economía de mercado aplicados a nivel mundial. Con su trabajo como investigador ha demostrado que la globalización está reduciendo sistemáticamente los niveles de pobreza en el mundo, contra los mitos políticamente correctos de la progresía de salón.



Pero África necesita un plus suplementario, tal es su atraso y las dificultades institucionales con las que se enfrenta.

Umbele me resultó atractiva por su transparencia y porque no olvida que la equidad debe ir de la mano ineludiblemente de la eficiencia. Por ello Sala, un gran conocedor de África a través de un trabajo directo, estableció una alianza de acción con aquellos que tenían ya montada una red de distribución por el continente, los misioneros, que vivían con los africanos de forma permanente, con un compromiso estable, nada que ver con los turistas de la solidaridad.

Los que somos ateos pero no anticlericales apreciamos los gestos de racionalidad no sectaria como el que ha demostrado el economista catalán.

Además, Umbele trata con proyectos generales y también concretos, así para ayudar a las chicas. Es psicológicamente satisfactorio saber que el dinero de uno se está empleando en algo que crece ante los ojos. Es un tipo de control que incentiva tanto a los que se benefician como a los que participan con su dinero.

Por eso les ofrezco esta información, porque es una buena época para encauzar los buenos propósitos de casi- inicio de año hacia acciones que merecen muy mucho la pena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Curioso, ¿verdad? Ni un comentario. No nos sentimos agusto, sabemos que algo hacemos mal.
Además nos dan miedo aquellos que se atreven a adentrarse "en la tierra de la que nunca nadie ha vuelto".
Bravo! Con valentía y razón, agitando conciencias.

Sólo una cosa, a mí me gustó El Jardinero Fiel, creo que no la hubieran dejado ir más allá. Además el libro. ;-)

Libertariano dijo...

El jardinero fiel es un poco típica y tópica para mi gusto, los guapos y heroicos radical-chic frente a las malvadas empresas explotadoras, pero está bien construida.

Ojalá le den el Oscar a Alberto Iglesias.

Imagino Armando que no hay comentarios porque se han puesto a poner transferencias a Umbele como locos ;-D