"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, junio 15, 2006

De la abyección

En el mulo aparecen varios videos de decapitaciones. Creo que comenzaron los terroristas chechenos, aunque la mayor parte de ellos han sido realizados por la banda de Al Zarqaui. En algunos de los enlaces de descarga aparece la recomendación "no for children" o "non adatto impressionabili". En otros, unos signos de exclamación parecen anunciar un espectáculo inolvidable. Entre los nombres de Nick Berg o Kim Sun se cuela "Decapitazione de una gallina (spectaculo bellisimo)" justo después de "Decapitazione de un italiano" En español hay un ilustrativo "Video de propaganda. Incluye decapitación de Daniel Pearl"

La utilización del asesinato brutal como herramienta cinematográfica de propaganda fue analizado por Michael Ignatieff. En el artículo, Ignatieff hace referencia a La batalla de Argel en la que el director Gilles Pontecorvo realizaba cierta justificación del terrorismo. A Ignatieff le parece una obra maestra en cuanto que Pontecorvo habría podido tomar cierta distancia respecto al patrocinador de la película, el terrorista argelino Saadi Yacef.

Tenía noticia de las decapitaciones a través de los informativos que habían "censurado" las imágenes de los degollamientos. Me los había imaginado como una ceremonia brutal aunque estilizada, algo a medio camino entre la aséptica guillotina y el exotismo del hara kiri japonés. La imaginación, esa esteta...

Pero cuando abrí el video que me envió un amigo el shock fue tan grande que permanecí largo tiempo catatónico ante la pantalla del ordenador. Fui incapaz de abrir el otro video que me envió, así como de descargarme los que circulan por la red. Lo que hasta ese instante había sido una metafórica ensoñación de la maldad humana se presentó ante mí con la mecánica planificación cinematográfica de un aficionado que se hubiera fogado realizando videos de bodas: Plano general de un tipo que se supone que es Al Zarqaui vociferando alguna consigna, rodeado de sus adláteres con armas de fuego, mientras la víctima está de rodillas con la cara descubierta. De repente, se abalanzan sobre él, lo tumban lateralmente y Al Zarqaui comienza a degollarlo. Muy lentamente, con saña, ira y placer.

A pesar de la violencia de la agresión el encuadre está planificado. Han estudiado las posiciones de los cuerpos, lo habrán ensayado, para que nada se interponga entre el objetivo, la garganta y el cuchillo. A la vez que se abalanzan sobre el indefenso cuerpo el realizador pone en movimiento el zoom de la cámara. Hay que tener en cuenta la delicadeza del toque en el botón del zoom de la cámara para que encuadre a la velocidad adecuada los tendones destrozados, la sangre derramada. No se puede perder ni un detalle. Ruegas para que se muera o para que acabe de cortar. Lo peor, sin embargo, no es lo que se ve, sino lo que se escucha: el aullido desesperado que sale de la garganta cortada. Al fin, la cabeza es separada y la colocan sobre el cuerpo, de forma que mire con los ojos abiertos a la cámara, al objetivo, al espectador

Lo relato de memoria, sólo lo he visto una vez, no he tenido estómago para más, como un intento de disuasión de su visionado. Yo, al menos, lo hubiera preferido. Porque aunque la descripción tuviera un millón de palabras nunca alcanzaría a rozar la contundencia destructiva sobre la mente de esas pocos minutos de video. Sin embargo no creo que cumplan la misión que el terrorista sociópata pretendía. No producen miedo, ni creo que inspiren la rendición de nadie por cobardía. Más bien al contrario. La determinación de que esa abyecta bestia debe ser perseguido y neutralizado.

Mañana se estrena un documental asombroso. Werner Herzog relata la vida de un naturalista que era una fuerza de la Naturaleza, Timothy Treadwell. Su pasión por los osos grizzlies le llevó a convivir con ellos, a grabarlos a todas horas. Grabaciones que han deslumbrado a Herzog y sobre las que ha construido una película que gira sobre su temática favorita: la negrura del alma humana, sobre todo en contacto con la Naturaleza.

Treadwell finalmente fue devorado por uno de los osos. La cámara estaba encendida cuando se produjo el ataque. Aunque tenía la tapa puesta se grabó el sonido. Herzog no ha querido revelarlo. En su lugar, se ha filmado a sí mismo con unos cascos escuchando la grabacion con el rugido del oso y los gritos de la víctima.

Herzog cree que la grabación debería ser destruida.

Al Zarquai murió hace unos días en un ataque del ejército estadounidense.



8 comentarios:

¿? dijo...

No he visto el vídeo, pero me lo imagino, los hijos de putas éstos carecen de convicción alguna, matan por mero disfrute, no creen en nada ni en Alá ni en su puta madre, son solo unos hijos de perra, que no merecen vivir, así que mejor está muerto!!!!!!!!

Berlin dijo...

Pues tú, que sabes que yo lo he visto, he sentido lo mismo que tú. Tú, dices neutralizar, yo, digo que habría que haberlo descojonado, y después, con voz de pito, sacarle la nuez con las manos. Lo siento, sé que me parezco a él, tal vez soy un facha, lo sé.

Anónimo dijo...

Perdón por entrar con el estomago revuelto en tan suculento festín. Pero... ¿me podéis explicar cual es el sentido de vuestros comentarios? (es una pregunta retórica naturalmente).

Revertiano dijo...

No. No te lo puedes imaginar, Vigi.

Anónimo dijo...

Aquí hay dos temas: el de la atrocidad y el de su representación. Muy interesantes sus relaciones. No sé bien por qué me he acordado de Nieves Herrero y las niñas de Alcaser. Otro es la guerra de Irak: a Europa ocupada por el nazismo vinieron los americanos, yo (humildemente) no estoy seguro de que hayan ido a Irak, ¿los brigadistas comunistas que vinieron a España eran americanos? ¿los mismos que desembarcaron en Normandía? ¿los que "liberaron" Irak (lo del tiempo verbal y las comillas es por higiene)son los mismos? ¿Aznar?.

J77 dijo...

el dia que murió al-zarqawi el sol brilló un poco más. Engendros como él no se merecen llamar humanos.

Anónimo dijo...

Habiendo conocido los horrores que dan sí el cristianismo, el marxismo, el anarquismo, etc. hay que reconocer que este terrorismo islamista tiene otra mentalidad, no occidental y no humanitaria.

Cuando Almanzor, como señala el historiador La Fuente, para doblegar a la independiente Toledo, hace amanecer un día la ciudad con las cabezas cortadas de todos los jefes y primogénitos de las grandes familias judías, cristianas e incluso musulmanas de la ciudad, o cuando Hixem II reexpide, estéticamente empaquetadas en preciosos cofres de taracea, las cabezas de los trescientos componentes de una embajada marroquí que le había desagradado ya se está percibiendo esa otra sensibilidad hacia el hombre que no es occidental. Y eso que Almanzor e Hixem II eran portadores de genes hispánicos…

NOTA.- Ahora recuerdo las quejas de Carlos V cuando marchaba a su retiro en Yuste: los pescadores se negaban a venderle tencas porque llevaba en su séquito demasiados flamencos, tenidos por gente de poco fiar.

El terrible emperador se quedaba sin su comida favorita por decisión de unos paletos…. ¿No les parece que hemos perdido algo..?

Anónimo dijo...

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