"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, octubre 19, 2006

Cordobés y hombre de bien no puede ser. Pero Savater es un sabio.

Hubo un tiempo en que la catalanidad y la vasquedad estaban bien consideradas. Eran sinónimo de seriedad y trabajo duro. Seny e industria. ¿Qué ha pasado para que se hayan convertido en una vergüenza (propia y ajena), un pozo de abyección moral y de populismo bananero? A la violencia sistemática, física e institucional, que llevan soportando los no nacionalistas, hay que sumar el espectáculo de los tiburones nacionalistas devorándose entre sí. La racista y clasista entrevista que le hace Sala i Martin a un obcecado y demagógico Montilla no ha sido más que una de las guindas de un pastel indigesto, elaborado con discriminación, corrupción y sectarismo. A Sala i Martin sólo le falta espetarle, además de ignorante y pobretón, que "cordobés y hombre de bien no puede ser".

La otra guinda ha sido la emergencia de una nueva ola catalanista, que no catalana, literaria (discriminando a los catalanes que escriben en español como si fueran apestados) y, sobre todo, cinematográfica, con Artur Mas convertido en el Michael Moore de las Ramblas.



El resto, si alguien tiene estómago.

Mientras Savater alucina, aunque sólo le dejan las "Cartas al director", con el proceso de paz, la internacionalización del conflito y, sospecho, consigo mismo.

Seis personalidades internacionalmente conocidas porque nadie hoy les hace caso o porque muchos lamentan habérselo hecho en el pasado, han firmado una declaración de apoyo a lo que llaman "el proceso de paz vasco". Demuestran gran conocimiento del asunto: establecen que hay dos partes involucradas "la vasca y la española" (no los terroristas y el Estado de Derecho) y animan a que "en ausencia de violencia por ambas partes" se llegue a una auténtica paz, basada "en el reconocimiento mutuo y los derechos democráticos universales". No se puede ser más bruto y más sectario ni aposta.
Pues bien, esta declaración estúpida e infame ha contado con el apoyo entusiasta de los nacionalistas vascos, lo cual es lógico, pero también con el de los socialistas vascos, lo cual ya es más raro. No mucho más raro, pero sí algo más raro. El señor Pastor incluso ha aprovechado para decir que el texto demuestra "la soledad del PP" contra el supuesto y kafkiano "proceso", como si ir del brazo con Cossiga, Gerry Adams o Pérez Esquivel fuese mejor que estar solo. Los ciudadanos vascos que alguna vez les hemos votado estamos esperando que los socialistas nos aclaren dos cosas: primera, si ésa es realmente la idea que tienen del "proceso de paz" vasco; y segunda, si el apoyo que esperan recabar del Parlamento Europeo va a estar planteado en términos semejantes. Quisiéramos saberlo cuanto antes, para empezar también cuanto antes a agradecérselo como se merecen.

3 comentarios:

Libertariano dijo...

El caso de Sala i Martin, Armando, me parece característico de la "insoportable levedad del ser" liberal para muchos liberales, que buscan en otras atalayas más densas, las religiosas o nacionalistas, el "sentido de la vida" sobre el que liberalismo, en consonacia con el espíritu científico, adopta una actitud más liberal :-)

No estoy de acuerdo con que los catalanes no hayan sido sinónimo de seriedad y trabajo bien hecho, aunque también se les haya caracterizado con defectos. Precisamente por eso, ahora la caída es más dura.

Saludos

. dijo...

Creo que has hecho la mejor y más simple descripción de la entrevista: es un verdadero vómito donde todo el estado de la política queda al nivel de cómo está.

Sala i Martí demuestra lo que pasa con todos los ídolos: puede ser mi héroe intelectual para defender la economía de mercado, pero cuando coge la bandera del Barça se convierte en cualquier otro hombre vulgar arrastrado por sus visceras. Sólo es un hombre: grandeza y miseria. A bofetadas con su miseria.

P.D.: y sobre el asunto del caarácter nacional, acuérdense de Miguel Herández y de que los tópicos son verdad.

Vagabundo dijo...

Savater está que trina,
pues de la izquierda,“su crema”,
sale idea peregrina
que la democracia quema.