"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, febrero 15, 2007

ARCO: apocalípticos, integrados y banales.

Desde que la sociedad abierta, democrática y capitalista, se hizo tan abierta que no hay lugar para los apocalípticos, Bin Laden no lo admitimos como artista de compañía, el arte puede respirar a pulmón sin el estigma metafísico del Arte. Sin embargo, gran parte de los artistas, aún en las antiguallas redes conceptuales del positivismo lógico, las deconstrucciones duchampianas y los fractales rizomáticos, no se han enterado, y tratan de epatar a un burgués cada día más y mejor instalado en la función de escandalizar, él sí, al artista.

El mejor reflejo de la banalización del arte fosilizado de vanguardia lo tenemos en la crítica de arte, un ejemplo de vacuas jergas . Y no es que sean malos, es que son intrascendentes. Quizás, como apunta Steiner, porque han perdido todo sentido de la trascendencia.

La crítica de arte hace crítica de hombres, no de obras. Santificados Beuys, Warhol, Picasso, Rothko, o la última adquisición de Saatchi & Saatchi, las apreciaciones se hacen de la figura en sí, a mogollón, con lo que se pierde la facultad de diferenciar entre sus obras.

Hoy empieza ARCO, y la comisaría artística de turno lo ha reconocido:

El problema de este país es que no hay crítica, como la puede haber en otros ámbitos de la cultura, como el cine, que también es una industria que mueve muchísimo dinero. Una película realizada por un gran director puede hundirse por una crítica nefasta. Esto es lo que yo echo en falta en el arte contemporáneo. Hay una absoluta falta de debate.


(Los críticos parecen no darse por aludidos)

Literariamente discutible, lo curioso de la crítica es que no hay evaluación crítica. ¿A qué se ha reducido la crítica de arte? A una vaporosa descripción de la obra en la que las referencias culturales sirven como mecanismo sustitutivo y siempre laudatorio de lo que es una auténtica exposición de las razones por las que se puede considerar que la obra tiene valor estético, emocional, político, pedagógico o de mercado (los artistas no hablan del sucio metal, salvo Dalí al que bautizaron, hipócritas, como Avida Dollars, pero venderían a su madre por una subvención o una compra al peso de su obra (de ahí las instalaciones, cada vez más pesadas) por parte de Ministerio o Fundación bancaria que se preste)

El problema teórico de la crítica de arte es que no asume que la función de la crítica no es meramente interpretar sino también juzgar. A la impotencia crítica ha llevado la opera aperta, el marxismo reciclado por la deconstrucción y el relativismo hermeneútico. Si citan a Paul Virilio, por ejemplo, huyan. El juicio de gusto es sin duda subjetivo pero también puede ser, además, universal cuando no se hace referencia exclusivamente a emociones o sentimientos sino a razones. El juicio de gusto subjetivo y universal, basado en la unidad psíquica de la especie, es el deber del crítico si no quiere ser banal. Y luego, como diría Borges, ojalá que no lleve razón.

PD. Hay excepciones. Robert Hughes en A toda crítica escribe

"En 1971, un marxista americano llamado Peter Gidal, que más tarde haría películas tan aburridas como las del propio Warhol, declaró que "a diferencia de Chagall, Picasso, Rauschenberg, Hamilton, Stella, la mayoría de cubistas, impresionistas y expresionistas, Warhol jamás es aburrido de forma negativo", con lo cual, implícitamente, sólo lo es de forma positiva, y de una manera que refuerza la ideología. Si la idea de que Warhol podía ser el artista más interesante de la historia moderan... no ha dejado de repetirse entre la izquierda, especialmente en Alemania Occidental, donde, por una de esas exquisitas contorsiones de la lógica social en las que parece especializarse la Bundesrepublik, el estatus de Warhol como inversión ha sido respaldado, en gran parte, por los críticos que alaban sus credenciales "radicales" y "subversivas".

Ejemplo de una crítica que dificílmente se haría en España (¿Europa continental?)


PD. Aún mejor, es decir peor, que el arte es la crítica arquitectónica. Los arquitectos combinan la presuntuosidad de la cháchara pedantuela con la prepotencia de sus presupuestos megalomaníacos y algo de matemáticas.

PD. Este año ARCO puede ser muy interesante. Está dedicada a Corea (del Sur, imagino, la capitalista), cuyo cine es uno de los más atractivos e innovadores.

También, y gratis, Nam June Paik en la Fundación Telefónica



PD. El País viene hoy repleto de reflexiones sobre ARCO. Así el sociólogo-pop Vicente Verdú:

¿El significado real? No hay más que significantes. El significante del significante del significante que circula desde el PSOE al PP, a Batasuna, la Cope o la SER. Pero el pop, en todo caso, alecciona mucho y ya nunca tras Lichtenstein o Warhol, la Justicia, la Política, el Real Madrid o Arco recobrarán el sentido y la ilusión de verdad.



PD. El Roto cada año le dedica sus viñetas sarcásticas a la Feria de Arte Contemporáneo



PD. Los lectores-votantes de El País no están entusiasmados con el AAAAAArte, que pronunciaría Dalí.

4 comentarios:

Marzo dijo...

>Dalí al que bautizaron, hipócritas, como Avida Dollars

Ah, pero Dal-l-lí era mucho Dal-l-lí y le encantó. De hecho hasta ahora creí que había sido idea suya.

Libertariano dijo...

Lo cuenta, creo recordar, Buñuel en sus Memorias, que son una gozada para lo bueno y lo malo (cuenta divertido aunque un tanto arrepentido como iba a los urinarios públicos para desenmascarar homosexuales y luego pegarles una paliza)

Esa línea Dalí es fenomenal

Anónimo dijo...

Joder pero qué mediocre eres. Ni que fuera esto el primer post en este abyecto blog. Parodia de ti mismo, copia de una previa copia, una cita tras otra, porque no, finalmente, te conviertes en heroinómano? Pero si pareces Thomas Kuhn delante del cientifismo de la 'economía'. que hipócrita, y todo porque en el arte se logró calibrar un juego que dejó fuera a los neoconservadores fascistas comme-toi. Lo cual, p cierto, no fue difícil.

Con sarcasmo sobre sarcasmo,
Mommy

Anónimo dijo...

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