"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

miércoles, mayo 23, 2007

Los cojones de Savater

Aristocles tenía las espaldas más anchas, las ideas más elevadas y los cojones más grandes. Tres veces, tres, se jugó la vida para llevar a la práctica sus ideas políticas, discutibles aunque razonadas. Se pasó de frenada, pero la democracia radical ateniense no tiene nada que ver con la actual democracia constitucional, una síntesis superadora de la anterior contradicción entre la democracia asamblearia y dictadura de los sabios (¡Dios, cómo me gusta la jerga marxista!). Bueno, no tiene nada que ver salvo para las repúblicas bananeras que acaba de denunciar B-16 el cual, por cierto, haría bien en mirarse lo suyo. Finalmente, al filósofo griego tuvieron que rescatarlo sus amigos de la esclavitud pagando un rescate.

El filósofo vasco Fernando Savater también tiene espaldas, ideas y cojones (lo que Nietzsche, más fino, denominaba "voluntad de poder"). Últimamente tiene que preocuparse mucho de sus enemigos sin perder de vista a los amigachos. A Lluís Bassets, especialista en Internacional y responsable de Opinión del diario El País, le crecen los enanos. No sólo tiene que soportar que la pandilla neocon y neolib de Irak siga mangoneando el mundo _(tras ganar las preceptivas elecciones) –Bush, Blair, Durao Barroso, Howard, Klaus, salvo Aznar (¡que se fue por propia iniciativa!)- sino que ahora el facho Sarkozy monta un Frente Liberal-Radical y la fracasada-facha Merkel reinventa el modelo Thatcher con rostro humano. Y en su propia Casa, la Tomada, los enanos le salen respondones: no hay más remedio que echarlos. A patadas. O con vaselina. Y mientras, los bloggers, esa plaga, incordiando.

Sócrates se comparaba con un tábano: Una mosca cojonera. Y con dos cojones.

PD. El País, más que a La Casa Tomada se empieza a parecer a La Casa de Asterión.

PD. Zaplana cree que Savater and company deberían de votar al PP. Estoy de acuerdo. Claro que para ello Rajoy, Zaplana, Acebes, Martínez Pujalte... y demás señores de provincias, conservadores a los que les sale la sabiduría convencional por las orejas, deberían irse de la dirección del partido. Otro mundo es posible (Bassets tiene razón, esta vez)

PD. Pedro J. , macho, he aquí el momento. Opa a El País. Si a Espada le sumas Savater, Vargas Llosa, Muñoz Molina, Álvaro Delgado-Gal, Santiago González, Azúa, Guillermo de la Dehesa, Xavier Sala-Martin, Antonio Escohotado y Christopher Hitchens, pues tienes un 11 para ganar la Liga de la Prensa.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo 11. Yo añadiría a Hermann Tertsch, Antonio Elorza y Javier Marías.

Calandria dijo...

Y a algunos más que de vez en cuando piensan por su cuenta.
Saludos

Libertariano dijo...

Pues sí, a la izquierda Félix Ovejero. A la derecha, Jon Juaristi. Y Carlos Rodríguez Braun, Gaspar Ariño. O Juan Urrutia. O Manuel Conthe.

Y en cine, Álvaro Arroba, Nando Salvá... su seguro servidor :-)

Anónimo dijo...

Más: Elvira Lindo, Ferlosio, Soledad Gallego Díaz, Diego A. Manrique.

Supongo que lo bueno del país es esa esquizofrénica combinación de panzers (Ekaizer, Rivas, De Toro, Vidal Beneyto) y mentes brillantes como las que citais.

¿Nando Salvá dónde está metido ahora? Desde que se fue de Días de Cine le perdí la pista...

Libertariano dijo...

Eso cuando no hay artículo de Felipe González o Federico Mayor Zaragoza.

La gracia de El País es precisamente los mandoblazos que se daban entre ellos, a propósito de Heidegger, Orwell o Aranguren. Pero parece que ahora Bassets quiere convertirlo en la Cadena Ser.

Y, POR SUPUESTO: EL ROTO

pd. Salvá anda por Cataluña, creo que en El periódico...

Anónimo dijo...

La noticia de la nueva plataforma esta de Savater, Rosa Díaz, etc., es estupenda y esperanzadora, lo que pasa es que no creo que la iniciativa sea duradera. Savater ha sido siempre un culillo de mal asiento.
Más si se tiene en cuenta la impasse en la que ha caído Ciutadans, en los que tantas esperanzas habíamos puesto.
Parece un sueño que pueda formarse, perdurar y triunfar un nuevo partido de tipo progresista que no le haga ascos a coaligarse con el PP si hace falta, sobre todo contra los nacionalismos. Pero, sobre todo, que sea un ejemplo de respeto (desde la izquierda, cosa difícil) a la derecha y deje de llamarla facha o franquista, asumiendo que la democracia está en todos los sectores.

Anónimo dijo...

Oye, por favor, puestos a llevarse gente, que se lleve Piyei a Carlos Mendo!
Porfa!

Anónimo dijo...

Buenas.
De Salvá recuerdo extraordinarios reportajes sobre la distopía en el cine, el de Demonlover y Reencarnación, o el de Jarmusch. Auténticas joyas repletas de interesante información sobre cine y demás. De lo mejor de la crítica cinematográfica. No tengo claro que se fuese o que lo echasen. Por cierto, sacó un libro de conversaciones con el director Bruno Dumont con motivo del festival de Gijón.
Saludos.

Zelig dijo...

Con dos cojones... y tocapelotas (dedicado a los fans del Che que visitan tu blog, Santiago ;-)):

TRIBUNA

El otro Rambo

FERNANDO SAVATER
EL PAÍS - Opinión - 19-11-1987

Hace pocos días, un coloquio de reflexión conmemorativa con motivo del aniversario de la muerte de Che Guevara, organizado por la Fundación Pablo Iglesias, tuvo que ser interrumpido ante la actitud de algunos asistentes al acto que habían decidido no admitir cuanto no fuera ditirambo hagiográfico a la figura desaparecida. Empieza a ser irritante la extensión de los modales de hooligans y ultrasures a las salas de conferenciás; aunque, quizá, más bien se trate de una tardía influencia de Bud Spencer y Terence Hill: "Diga lo que queremos oír... o, si no, nos enfadamos". Como ni intervención fue la más damnificada por el vocerío corsario de un bocazas y sus correspondientes corifeos (sobre todo, corifeas), quisiera completar aquí lo que allí no pude decir del todo.Veinte años no es nada, dice el tango. Como señaló Régis Debray, otro de los asistentes al coloquio, 20 años son demasiado para la fidelidad del simple recuerdo, personal y demasiado poco para la objetiva consideración histórica. Uno de los reproches que con más fruición se nos hicieron, a Debray y a mí, fue el que en estos 20 años "habíamos cambiado". En efecto, no somos lo que éramos hace 20 años; aún peor, es seguro que centro de otros 20 no seremos lo que ahora somos; y 20 años después, probablemente, ya no seremos, lo que constituye la traición definitiva. Por mi parte, no es cosa que me preocupe deriasiado: quien ha sido real- mente joven a tiempo, no necesita recuperar a destiempo la ocasión perdida. Los hay que a los 25 años ostentaban el rigor de obispos analíticos y ahora prefieren la travesura de punks utopistas. Aunque he oído que injertos de la piel tiernecita de los fetos pueden reparar los tejidos cerebrales dañados por la edad, por el momento, ese trasplante no me tienta. Pero, en lo tocante a Che Guevara, me atrevo a asegurar que mi evolución no es la supuesta por los que en el coloquio la denunciaban. Hace 20 años, mis amigos libertarios y yo teníamos al Che por basura leninista, exportada con fines propagandísticos por un gran campo de concentración llamado Cuba; sus posters jesucrísticos, rodeados de veneración por progres blandengues no nos merecían más que sarcasmos. Hoy, mi consideración del personaje, incluso de la propia Cuba, es muchísimo más matizada, como aprenderá, en parte, quien tenga la paciencia de seguir leyendo.

En mi intervención en el mencionado coloquio de la Pablo Iglesias dejé voluntariamente a un lado la referencia al concreto papel histórico desempeñado por el Che. No me parece ésta una actitud hostil, pues no faltan objeciones serias contra los presupuestos teóricos y los resultados prácticos de sus aventuras revolucionarias. Tan sólo señalé que hoy la guerrilla latinoamericana debe ser considerada como un síntoma del atroz conflicto político que padecen esos países y como un dato imprescindible a la hora de resolverlo, pero no como la solución misma. Pedir, sin matices y como suficiente panacea, el respeto a las formas democráticas puede ser una simplificación interesada, pero atenerse al modelo cubano o nicaragüense como única emancipación lícita en la zona aún produce peores efectos políticos. ¿Habrá que recordar una vez más la lúgubre farsa interpretada por los montoneros en el trágico pasado reciente y de rebote en el dificil presente de Argentina?

Pero lo que más me interesa recordar no es el papel que tuvo el Che y también la guerrilla en América, que puede ser justificado de manera parcialmente convincente, sino el que desempeñó su mito en la Europa de los años sesenta y setenta. Como todas las situaciones de aparente fervor colectivista, aquel momento pedía superindividualidades carismáticas: el Che sirvió de héroe identificatorio y también de apto detentebala para nuevos escápularios. Son funciones taumatúrgicas que la beatería izquierdista nunca hubiera concedido a un Camilo Cienfuegos o a un Roque Dalton, a los que la circunstancia histórica hizo prestar un testimonio menos edificante. Lo que se pedía de este tipo de héroe compensatorio es que se mostrase allá donde los demás se ocultaban: no en vano llamaba Tucídides a los héroes andres epifaneis, hombres que se muestran, que se hacen totalmente visibles. Incluso su muerte había de reforzar este papel de exposición, pues quedarse en el sitio es un modo de permanecer por siempre disponible.

Tal como en el siglo XVIII las aristócratas de la Francia prerrevolucionaria jugaban a pastorcillas en falsas grutas habilitadas en los jardines de sus palacios, los jóvenes europeos de los años sesenta reinventaban al buen salvaje jugando a guerrilleros latinoamericanos en las capitales de avanzados Estados industriales. La intervención decis va del héroe debía zanjar de una vez por todas las postergaciones y litigios de la fastidiosa política parlamentaria, propiciando el salto cualitativo sin escalas a la utopía realizada. Basta de trámites, basta de aplazamientos y trabas, basta de miserias provocadas por el dificil aunamiento de la voluntad colectiva. En este punto, me atreví a pronunciar en el coloquio la blasfemia suprema: el Che fue -en cuanto nuto europeo, no en cuanto personaje histórico americano otro Rambo. Ambos se debaten en el exótico manglar primigenio, ambos se valen por sí solos y, caiga quien caiga, ambos son obstaculizados por las cortapisas inescrupulosas de los políticos, ambos son guardianes insobornables de hoscos principios que no están dispuestos a discutir. ¡Qué alivio energético identificarse con cualquiera de ellos, qué superioridad alucínatoria sobre la ineficacia de quienes tantean y pactan a nuestro alrededor!

Se repite que nuestro presente narcisista se ha refugiado en la privacidad y ha abandonaolo culpablemente el anhelo de utopía. Algunos preconizan una juvenil inyección utópica para recuperar la generosidad política perdida. Pero, ¿hasta qué punto no era también narcisismo -y de la peor especie, de la que ignora su nombre o se avergüenza de él- aquella identificación con el héroe, preferentemente muerto? ¿Acaso no ha servido de coartada aquella utopía para la apatía actual? Si no se puede obtener todo y de un solo zarpazo -los héroes han muerto traicionados-, ¿a qué molestarse en trampear laboriosamente con lo real? Ya todo se vale. La utopía heroica era la promesa de un gesto superpolítico que aboliera para siempre la necesidad de la política: ¿cómo resignarse después a un juego político que no promete más que su continuación indefinida, aún en el mejor de los casos? Volvamos a casa, a nuestros negocios, con el alivio de que en su día estuvimos de parte de quien, inútil y heroicamente, lo intentó todo. Veinte años después se puede ser positivamente comprensivo con Che Guevara en su conflictiva y contradictoria trayectoria histórica; pero, con su mito, con el otro Rambo, hay que ser tan implacable como con cualquiera otra forma de nostálgica pereza.



Cheísmo

ROSA MONTERO
EL PAÍS - Última - 21-11-1987

Me contaron que Fernando Savater habló críticamente en un coloquio sobre El Che, y que el enfebrecido personal casi le capa. Luego, anteayer, leí el artículo que el propio Savater publicó sobre el tema. Era un escrito espléndido, una reflexión sobre El Che muy matizada. Claro que, para el caso, hubiera dado igual que desbarrara. Porque por mucho que se exceda uno atacando a El Che, más se exceden aquellos que consideran que hay ches de sacralidad indiscutible. Aquellos que no admiten el más mínimo arañazo en la purpurina de sus santos patronos y que están siempre dispuestos a liarse a mamporros en defensa (u ofensa) de su fe. De esa fe desprovista de lógica que parece nacida de un encefalograma mas plano que las estepas de Castilla.Yo sigo opinando que la izquierda existe. Vivimos tiempos de corrimientos ideológicos en los que las gentes dicen no saber en qué mano política se encuentran. Pero para mí está claro en qué consiste ser de izquierdas: en no rendir la vigilancia crítica y no buscar consuelo en las fórmulas hechas. Por eso me aterra que haya izquierdistas tan ansiosos de crear dioses inmensos e inmutables. ¿Qué diferencia a esos feroces constructores de ches de los fans más histéricamente admirativos de Madonna? Probablemente, el que los seguidores de la cantante americana no aspiran a que su adorada estrella sea una explicación total del universo. En definitiva, los mitómanos musicales son mucho mas sensatos que los mitómanos políticos.

No estoy hablando de El Che: estoy hablando de los guardianes de lo oscuro, de esos seres que no sólo han hecho dejación de su capacidad pensante, sino que además están empeñados en impedir que pensemos los demás. Esto, la esclavitud al dogma, es un mal general, pero quizá en España sea aún peor. Porque el franquismo se paga y el miedo a la libertad deja sus huellas. En este mundo no hay nada que no sea susceptible de crítica. Y hasta que no aprendamos esto seguiremos expuestos al cheísmo-chiísmo o a cualquier otra turbación fanática del alma.



CARTAS AL DIRECTOR

Rambo

José Antonio Pérez Rey - Madrid.
EL PAÍS - Opinión - 29-11-1987

Desconozco si Savater se cree sus afirmaciones de que el Che es igual a Rambo. Puede que no conozca a Rambo. Lo que sí es evidente es que Savater es igualito a Madonna... Nos ha, mostrado la ropa interior.-


CARTAS AL DIRECTOR

'El otro Rambo' de Savater

losu Perales Arretxe - San Sebastián.
EL PAÍS - Opinión - 30-11-1987

En su reciente artículo El otro Rambo, Fernando Savater nos ha vuelto a obsequiar con otra dosis de su pensamiento del buen vivir -que no del vivir bien-, fiel portavoz de esa corriente otrora izquierdista que hoy se dedica a holgazanear en los nombres del realismo político. Su rebuscada simetría entre el Rambo-Reagan norteamericano y el Che Guevara es, sencillamente, una estupidez. Es verdad que el reduccionismo y la pasión que despertaron su ejemplo guerrillero llevó a muchos jóvenes de la época a ver en el Che, sobre todo, su accionar militar. Pero también es cierto que la sociedad de consumo quiso apoderarse del guerrillero para convertirlo en un Búfalo Bill de izquierdas y asimilarlo al bang-bang de la violencia sin más.

Fernando Savater parece ignorar esto último y se recrea en lo primero, sin duda premeditadamente. Afortunadamente, el paso del tiempo nos ha ayudado a muchos hombres y mujeres a acercarnos al Che Guevara de un modo más riguroso, y ello nos ha permitido descubrir la multilateralidad de su pensamiento. Lo militar es sólo un aspecto y la consecuencia de su vida. Pero su contribución a los problemas de la transición en los pequeños países periféricos, especialmente su trabajo El socialismo y el hombre nuevo en Cuba, tiene hoy una vigencia extraordinaria. El Che pone en primer plano el factor subjetivo de la revolución allá donde los análisis deterministas y economicistas se agotan. Sus contribuciones al movimiento antúmperi alista y socialista latinoamericano son tan grandes que empequeñecen sus errores sobre el foco y sobre la elección de Bolivia para su nueva gesta guerrillera.

No sé si realmente Fernando Savater ignora la verdadera dimensión del Che en la América Latina de hoy o prefiere no saberlo, porque le basta conocer al Che de los grandes almacenes. Arremete contra el mito y vuelve a la simetría imposible con Rambo. El mito es malo cuando anula la capacidad de pensar y de crítica, pero cuando es realidad, de carne y hueso, y puede ser delimitado en sus errores, bien venido sea si es un punto de referencia, un ejemplo a seguir.

El Che fue un huevito de la sociedad futura, tuvo un costado de purista, sí, pero representa las mejores cualidades del ser humano en esta sociedad de lobos. Es un mito positivo, constructor. Otra cosa es que Savater repudie el Che ejemplo, porque él milita en el escepticismo y odia todo aquello que le golpea la conciencia.-



CARTAS AL DIRECTOR

'El otro Rambo', de Savater

Josep Calventus i Salvador - Barcelona.
EL PAÍS - Opinión - 30-11-1987

El artículo El otro Rambo, publicado en EL PAÍS del 19 de noviembre de 1987 y firmado por un vargasllosiano español, me ha planteado toda una serie de incógnitas que el susodicho intelectual libertario acaso quisiera resolverme: ¿la impotencia y la frustración no pueden, efectivamente, llegar a dañar los tejidos cerebrales de "quien ha sido realmente joven a tiempo"? ¿Uno puede autoconsiderarse miembro de la intelectualidad universal tan sólo por utilizar expresiones impresionantes, como "ditirambo hagiográfico", "taumatúrgicas", "andres epifaneis" o "manglar primigenio"? ¿"Mis amigos libertarios" son todos los antifranquistas de hace 20 años? ¿La casualidad tautológica (¡qué intelectualismo!) del Che y de Rambo no son extremadamente opuestas?¿El artículo El otro Rambo no será producto de la ignorancia de la cuestión? ¿Qué se hace verdaderamente en un "coloquio de reflexión"? ¿No hay que saber previamente razonar para disponerse a reflexionar?


CARTAS AL DIRECTOR

'El otro Rambo', de Savater

Julio A. Máñez - Valencia.
EL PAÍS - Opinión - 30-11-1987

Muy ingenioso el artículo El otro Rambo, de Fernando Savater, aunque algo decepcionante para mí, si se considera que estaba persuadido de que el otro Rambo -dejando aparte las chapucerías de un Oliver North- era precisamente Savater. Se ve que el autor -acostumbrado a hacerse pasar por periodista entre los filósofos, por filósofo entre los periodistas y por analfabeto entre novelistas y dramaturgos sufre de un en engorroso episodio de modestia, pues de otro modo no alcanzo a comprender que desdeñe así como así un papel tan relevante y que tanto conviene a sus dotes bufonescas. A menos, claro está, que se prepare para hacerse pasar por Sara Montiel.


CARTAS AL DIRECTOR

Rambo, no; Búfalo Bill , si

Fernando Savater - Madrid
EL PAÍS - Opinión - 03-12-1987

Agradezco las cartas aparecidas sobre mi artículo El otro Rambo, que destacan por la cordialidad del tono, la contundencia de los argumentos y, sobre todo, por la excelente comprensión del texto a que responden. Mi confianza en la posibilidad de una comunicación racional por medio de la Prensa, que a veces se debilita, se ha visto muy reforzada al leer estos testimonios. Generosamente, uno me propone la identificación mítica con Madonna, y otro, con Sara Montiel. Hasta ahora no me he propuesto más ideal que Bibí Andersen, que me parece más a mi alcance, pero no desdeño ninguna otra sugerencia. La aportación fundamental, empero, me la hace losu Perales Arretxe, de San Sebastián, diciendo que mi aproximación entro el mito del Che y Rambo es una "estupidez", para ilustrarme así a continuación: "Pero también es cierto que la sociedad de consumo quiso apoderarse del guerrillero para convertirlo en un Búfalo. Bill de izquierdas y asimilarlo al bang-bang de la violencia sin más". De modo que ya lo saben ustedes: el mito del Che en la Europa de los últimos años sesenta no fue algo así como el de un Rambo de izquierdas, como estúpidamente sostenía yo en mi artículo, sino más bien como el de un Búfalo Bill de izquierdas, como perspicazmente señala losu. ¿Cómo habré podido equivocarme? Estoy de tonta...

Libertariano dijo...

Zelig, arqueólogo... :-)

Anónimo dijo...

Volviendo a la propuesta de OPA, y aunque pocos le tendrán más manía a EP que yo, tengo que decir eso de seamos serios.

Los columnistas son sólo una parte, y ni siquiera la más importante, de un periódico. Lo que viene haciendo El Mundo estos cuatro años, la farsa en torno al 11M disfrazada de investigación, la ignorancia absoluta de cualquier principio de raxionalidad o causalidad en sus editoriales... en fin. Donde no hay no se puede rascar.

Libertariano dijo...

Claro, Ignacio, depende de cómo se lea un periódico. Para mí es fundamentalmente sus opinadores, sus críticas... usualmente paso de los editoriales y las noticias, pues muy por encima.

Si Santiago Segurola se siguiera dedicando al futbol, y Vidal y Tecgle (por el teatro) estuvieran vivos...

EP y EM, frente a frente,

http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276306237.html

Er Opi dijo...

Bueno, la realidad tiene algunos matices:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/OJD/rectifica/informacion/publicada/Mundo/difusion/elpepusoc/20070525elpepusoc_1/Tes

Y hay cosas que también marcan:

http://www.abc.es/20070524/sociedad-sociedad/nueva-condena-jimenez-cope_200705240250.html

Abrazos,

Er Opi.

Libertariano dijo...

Es curioso, pero allá donde trabajo llevan todo el año regalándonos diez ejemplares diarios de El País.

Desde hace un par de meses, también nos llegan otros tantos ejemplares de El Mundo.

Lo único que vale,por tanto, es la prensa vendida en el quiosco.

Saludos

Er Opi dijo...

Quizá, pero para mí lo importante son las dos mentiras (una con condena incluida). Porque un periódico es mucho más que opinión, sobre todo porque la opinión que no esté construida sobre hechos sólo por casualidad podrá ser certera.

Y ayer recibieron más varapalos que muestran la realidad de esos medios:

"25/5/2007 El Periódico

DECISIÓN JUDICIAL

'El Mundo', condenado por calumniar al exalcalde de Maó
MARISA GOÑI
PALMA

El Juzgado de lo Penal número 4 de Palma ha condenado a Eduardo Inda y Miguel Ángel Ruiz, director y redactor, respectivamente, de El Mundo-El Día de Baleares, por un delito continuado de calumnias contra Borja Carreras, exalcalde socialista de Maó. La sentencia impone a ambos periodistas sendas multas de 18 meses a 180 euros por mes y una indemnización de 9.000 euros.
El fallo se refiere a una serie de artículos publicados entre febrero y marzo de 2003 en los que se acusaba a Borja Carreras de prácticas corruptas de índole urbanística. Se le imputaba haber usado empresas tapadera para construir viviendas en un parcela no edificable, haberse quedado dos apartamentos y un dúplex en el complejo y haber contado con la complicidad de su sucesor en la alcaldía, Arturo Bagur, para falsear datos del edificio Estribor.
Una vez investigados los hechos, el juez concluye que El Mundo ha incurrido en "un delito continuado de calumnias, por escrito y con publicidad" en un momento delicado para el afectado, ya que se vivía la antesala de la campaña electoral. El magistrado aprecia que el rotativo incurrió en estas prácticas "con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad".

TAMBIÉN EN EIVISSA El diario El Mundo, en su edición ibicenca, también fue condenado por "difamación continuada" durante dos años de Pilar Costa, presidenta progresista del Consell de Ibiza y Formentera en la pasada legislatura.
El citado rotativo, que ha recurrido ante el Tribunal Supremo, la acusó de haber adjudicado un concurso a dedo a la SER y haber viajado con las comisiones a Brasil. Por la vía civil, Costa ganó otro pleito sobre el derecho de rectificación contra el diario, que le acusó de beneficiar a su familia. Un posterior auto obligó al rotativo a pagar 600 euros al mes hasta que no rectificara. El Mundo acabó rectificando y recurrió la multa sin éxito, por lo que debe abonar a la justicia más de 30.000 euros.
En esta campaña, El Mundo ha publicitado las conversaciones grabadas por el exsecretario de los socialistas ibicencos, Roque López, quien, defendido por un asesor jurídico del rotativo, denuncia el presunto pago de sobornos al PSOE, que ha respondido con una querella."

Abrazos,

Er Opi.