"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, julio 05, 2007

¿Deben los liberales convertirse en "compañeros de viaje" de la Conferencia Episcopal en la polémica sobre la Educación para la Ciudadanía?

En un artículo para Generación Red planteo una cuestión espinosa: el lugar de los liberales en la guerra cultural entre los adoctrinadores cristianos y socialistas. La asignatura de "Educación para la ciudadanía" sólo es la punta del iceberg de una estrategia de dominación cultural para acabar con el pensamiento individual, sustituyéndolo por una masa mental colectiva y amorfa.

Por ello lo he denominado La invasión de los ladrones de espíritu. En el último debate de la nación, la rendición conceptual del jefe conservador ante el líder socialista fue espantosa.



PD. ¿Cómo? ¿Aún no os habeis sumergido en las páginas de Fumaroli? Pero si hasta eliminaron sus libros de una Universidad parisian.

PD. También en Generación Red, Lorenzo Abadía me incluye en muy buena compañía. Gracías, Lorenzo. A ti también, David.

PD. Aunque le fastidie a la Vicepresidenta, aunque le sorprenda a Marina, la opción a la objeción es plenamente legítima. Aunque yo prefiera otras armas, más jüngerianas.


14 comentarios:

Anónimo dijo...

No.

Anónimo dijo...

El problema es que la Conferencia Episcopal es igual que los socialistas pero en católico-romano. Cuando estaba el franquismo ellos no pedían democracia ni libertad individual como piden ahora, de la misma manera que en otros temas (e.g. los homosexuales) no decían lo mismo: ahora dice que las personas homosexuales deben ser respetadas, pero en Polonia calla por la discriminación de los homosexuales. Esto es el catolicismo: doble moral y mentira por doquier

Mary White dijo...

¡Qué buena pregunta!
Yo creo que cada cual debe hacer lo que sea sin mirar quién va a su lado por el camino. Dale la vuelta a la cosa ¿deberían los liberales separarse de la posición defendida por la Conferencia Episcopal si ésta es diferente a la suya? O formúlalo de otra manera: ¿deben los liberales defender o no hacerlo una opción liberal por el hecho de que también los socialistas lo hacen?
Pues ahí tienes la legalización de las drogas... por ejemplo.

Boecio dijo...

Sobre el tema que tratas en esta ocasión, me gustaría traer a colación algunos de los parágrafos del actual Catecismo de la Iglesia Católica referidos a la Libertad.

En concreto me remito a algunos de los parágrafos 1730 y siguientes, recogidos en el apartado Artículo 3 “La libertad del Hombre”, que se encuentra dentro del Capítulo Primero “la dignidad de la persona humana”, el cual está incluido dentro de la Primera Sección “La Vocación del Hombre: La Vida en el Espíritu”, que se encuentra dentro de la Tercera Parte “La vida en Cristo”.
1730. Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. “Quiso Dios ‘dejar al hombre en manos de su propia decisión’ (Si 15,14.), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a El, llegue libremente a la plena y feliz perfección”(GS 17):
El hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos. (S. Ireneo, haer. 4, 4, 3).
1731. La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza.
1732. Hasta que no llega a encontrarse definitivamente con su bien último que es Dios, la libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, y por tanto, de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierte en fuente de alabanza o de reproche, de mérito o de demérito.
1733. En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a “la esclavitud del pecado”(cf Rm 6, 17).
1734. La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que éstos son voluntarios. El progreso en la virtud, el conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la voluntad sobre los propios actos.
1738. La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el respeto al que éste tiene derecho. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa (cf DH 2). Este derecho debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del bien común y del orden público (cf DH 7).
1742. Libertad y gracia. La gracia de Cristo no se opone de ninguna manera a nuestra libertad cuando ésta corresponde al sentido de la verdad y del bien que Dios ha puesto en el corazón del hombre. Al contrario, como lo atestigua la experiencia cristiana, especialmente en la oración, a medida que somos más dóciles a los impulsos de la gracia, se acrecientan nuestra íntima verdad y nuestra seguridad en las pruebas, como también ante las presiones y coacciones del mundo exterior. Por el trabajo de la gracia, el Espíritu Santo nos educa en la libertad espiritual para hacer de nosotros colaboradores libres de su obra en la Iglesia y en el mundo.
Y “a buen entendedor, pocas palabras bastan”.

Carlos López Díaz dijo...

La Iglesia defiende que los creyentes puedan recibir formación en su religión, no la impone a todo el mundo como hace la izquierda. Cierto que en épocas pasadas la Iglesia no era tan tolerante, ni mucho menos. Pero tampoco lo era la izquierda, que asesinó a miles de curas en la guerra civil. En los USA tienen muy claro que la religión es más un freno al poder político que no lo contrario. Por eso allí no se fiarían un pelo de un presidente que en lugar de Dios adorara a ídolos como la Paz, que a nada concreto obligan, y en cambio justifican todos los medios.

Anónimo dijo...

Una pena, Santiago, soy incapaz de comprender tu inquina hacia la Iglesia Católica, raíz del concepto mismo de libertad. Esta inquina prueba o tu ignorancia o tu mala fe. Me duele mucho decir esto, porque de verdad te aprecio. Pero, sea por ignorancia o por mala fe, eres un gilipollas.

Pascual González dijo...

Sin embargo, en los USA no hay clases de religión en la escuela. Una cosa es que la religión de los políticos - y no sólo la de ellos- sea un factor tenido en cuenta por los votantes, y otra muy distinta que las leyes permitan llevar la religión a la escuela.

Aquí en España, ya se sabe: la Iglesia apela a la libertad sólo cuando pierde el poder. Se hace relativista sólo para defenderse ella misma de otros dogmatismos. Liberal hacia fuera, dogmática hacia dentro.

Santiago: tu artículo en Generación Red es de lo mejor que he leído sobre el tema. Personalmente me considero entre los atrapados entre ambos bandos -el de la Iglesia y el del Gobierno/Estado-. A estas alturas la única salida que veo es un tanto partisana: retirarnos de la ley para resistir en los reglamentos. Quiero decir, en los programas y en los contenidos. Ya que me obligarán a impartir EpC, explicaré a Heyek, y a Norberg, y hablaré de Churchill y de Chamberlain. Ah, y de Librescu., que por suerte para sus alumnos jamás estudió nada parecido a EpC.

Anónimo dijo...

Hola santiago. Te aseguro que no hace falta ir de la mano de la Conferencia Episcopal para oponerse a la asignatura. Aquí lo he desglosado y ni he entrado a tratar los temas sexuales ni religiosos. La asignatura se cae por su propio peso...

Saludos

Ismael dijo...

La de Siegel seguro que es mejor que la de Kaufmann, pero en la de Siegel no sale Donald Sutherland.

Pascual González dijo...

Cierto, cierto:

http://www.blogfucker.com/9622/invasion23.jpg

Libertariano dijo...

Pues sí Ismael, ese último grito de Sutherland me hizo helar la sangre en las venas. Es como si de repente Rodríguez Braum comenzase a hablar bien de las subvenciones estatales.

No sólo estamos de acuerdo pgh en la emboscadura liberal. También en libros y cine. Ayer estuve "reviendo" Le mepris, qué bestia el Godard, qué bella la Bardot.

Volviendo el tema, en EE.UU. la libertad se basa en la competencia religiosa, por eso para ellos la libertad y la religiosidad van tan unidas, y al tiempo son tan laicistas (recordad como el inspector de educación echa a Nell Flanders de director de la escuela por insinuar una oración)

En España, y en Europa en general, la religiosidad va unida al monopolio de una institución eclesial, y por tanto la libertad se ha construido contra dicho monopolio.

En general, sólo le tengo inquina a los que intentan meterse en mi cartera, escasa, o mi bragueta, ejem.

Anónimo dijo...

Un (verdadero) liberal debería oponerse a que cualquier religión entre en las escuelas para ejercer su adoctrinamiento. Los papis y las mamis pueden llevar a sus criaturitas al templo correspondiente ¿no les parece? sea éste una sinagoga, una iglesia, una mezquita,...

Otra cosa es lo que un neo-liberal (un neo-con) considere que debe hacer. Probablemente acabe aliado a cualquier campaña que le proponga el Vaticano, como ocurre al revés. ¿O no es el Vaticano el mejor valedor del capitalismo salvaje?

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, muchos de los articulos de educacion para la ciudadania tienen un componente doctrinario muy acentuado, loq ue se podria llamar a tenor de los articulos de social-democracia europea. A mi juicio es lo peor que tiene esta asignatura, no enseña al niño a pensar o reflexionar, no enseña pensamientos sino que define conceptos, creando un poso de verdades ciertas que no invitan a la reflexión en modo alguno, en ese sentido, creo que era mucho mejor etica, e incluso el modelo BUP de enseñanza secudaria.
Eso es una cosa y otra muy distinta criticarla para anteponer una doctrina a otra es decir, no es que no me guste poque adoctrine niños, sino porque a los niños quiero adoctrinarlos yo o en base a mi doctrina, critica de la que parten muchos sectores conservadores que no liberales y catolicos que tampoco liberales, aunque unos y otros se autodenominen de identica manera.

P.D. de todos modos tampoco se puede negar, que el adoctrinamiento del niño esta presente en toda educacion pública o privada, en cuanto temario en mayor o menor medida, y por parte de los profesores en ese no poder escaparse de uno mismo, tambien en mayor o menor medida. No hay mayor adoctrinador que el estado y/o (e aqui la diferencia de matiz) la iglesia. Que no digo que no sea legitimo la propia fe.

FV dijo...

Yo sí creo que los liberales debemos meternos con quien se mete con nosotros y con todos los demás: el papaíto Estado socialista. Y por eso lo he escrito: con permiso: Re-EpC: RE-EDUCACIÓN PARA LA CAZURRERÍA en

http://dliberando.blogspot.com/