"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

sábado, noviembre 10, 2007

Circular 07/La grieta

Ayer fui a oir hablar de literatura. Vicente Luis Mora, Javier Fernández y Manuel Pimentel hicieron el paseíllo, las faenas y la salida a hombros de la librería Babel con esa elegancia entreverada de humor que es propia de los cordobeses. Trascendencia y nuevas tecnologías, vanguardia e inmigración, blogs y poesía, fueron algunas de las dicotomías que se fueron desgranando en su conversación triangular.

Los tres están poseidos por el daimon, esa fuerza oscura que Sócrates escuchaba en su cabeza y le empujaba, "no puedo evitarlo" exclamaba también el vizconde de Valmont, a afrontar tareas propias de Sísifo. En su caso es el virus literario que en Córdoba está prosperando de mano, entre otros, de estos tres hombres que combinan el espíritu capitalista de la innovación constante y la manía por la belleza. Su nombres es Berenice.

Los libros de Vicente Luis Mora, Circular 07, y Javier Fernández, La grieta, comparten una estructura fragmentaria y una voluntad transgresora. Una literatura proyectiva y problemática. A Javier Fernández le han tachado de pederasta en la lectura de su obra

Una niña. Otra niña. Borrachas. Las dos. En el baño. Se besan. Con dulzura. ¿En la bañera? Tumbadas. En la cama. Fingen. Dormir. Abrazadas. Se acarician. Las tetas. Borrachas...

así que ayer prefirió leer el irónico Diez razones para ver tv y en lugar de leer un libro. A ver cuándo, le incité, podemos leer libros en la tele.

Circular 07 de Vicente Luis Mora forma parte de un gran proyecto literario alrededor/enfrente/surgido de la ciudad de Madrid. Al igual que él creo que hay que patearse Madrid de vez en cuando. Madrid es la fusión de la Metrópolis de Superman y el Gotham City de Batman, señora de día y puta de noche. En suma, es la realidad, del mismo modo que Internet es la hiperrealidad.

Córdoba. Estación de ferrocarriles. Los reclusos que se encuentran en situación de tercer grado y sólo deben pasar en la cárcel las noches coinciden al describir sus sensaciones. Cuando oscurece y deben ingresar en el centro, cogen su hatillo y, de mala gana, cierran tras sí la puerta. Desde el momento en que salen del portal de su hogar perciben en la distancia los olores de la cárcel, la rigidez del lecho y la brusquedad del retrete, la sensación de frío y tiempo perdido; desde que se giran hacia ella advierten como un peso en la cabeza y sienten, de un modo irremediable, estar ya entre rejas.

1 comentario:

bydiox dijo...

Esta mañana (bueno, ayer ya) J. Fernández ha hecho lo mismo, ha preferido leer cosas más narrativas / ensayísticas que poemas. Cosa un tanto extraña porque Versátil.es es un encuentro de poesía... pero en fin.

Y Mora ya tuvimos la oportunidad de escucharlo el año pasado. Magnífico.