«Es muy callado, pero tiene fuego en el cuerpo»
Lo que no tiene es sentido del humor. Cuando en Team America lo caricaturizaron como el típico tontorrón hollywoodense presto a ponerse al servicio de cualquier tiranozuelo de izquierdas se puso rabioso. Y es que decía Matt Stone:
“Recuerdo que un día puse la CNN y salió Sean Penn pontificando sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear del año 1970. ¿Qué demonios sabe de eso? En otras palabras: ¿a quién le interesa la opinión de Alec Baldwin sobre Irak?”
Quizás por eso, esa mezcla de arrogancia y analfabetismo, el gran Robert Duvall aceptó trabajar con él en Colors:
"Tenía que sacudirle en un vestuario. Era el sueño de todo estadounidense. No iba a dejar escapar una ocasión semejante"
Volviendo a Hacia rutas salvajes, es un compendio de los vicios que denunciaba Bresson respecto del cine "de calidad" y presuntamente "comprometido"
- Aplicarme a imágenes insignificantes (no significantes)
- Aplanar mis imágenes (como con una plancha), sin atenuarlas.
- Un conjunto de buenas imágenes puede ser detestable.
- La imagen no tiene un valor absoluto. Imágenes y sonidos deberán su valor y su poder sólo al uso que tú les asignes.
- Una imagen demasiado esperada (cliché) nunca parecerá justa, incluso si lo es.
- Que los sentimientos causen los acontecimientos. No a la inversa.
- Las ideas, esconderlas, pero de manera que se las encuentre. La más importante será la más oculta.
- Es necesario que tu película despegue. La hinchazón y lo pintoresco le impiden levantar el vuelo.
En cuanto al Penn actor,
- Actor. “El vaivén del personaje frente a su naturaleza” obliga al público a buscar el talento en su rostro, en lugar del enigma propio de todo ser viviente.
PD. En el informe propagandístico sobre la película publicado el domingo en El País se cuelan un par de divertidas erratas
El recorrido de Christopher McCandless está subrayado por sus lecturas: La llamada de la selva, de Jack London; La muerte, de Ivan Illich; Doctor Zhivago, de Tolstoi
1 comentario:
Ja, ja y requeteja.
Menudo lío se han hecho en El País con La muerte de Ivan Illich.
No está nada mal: de tres obras que citan, dos meteduras de pata.
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