"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

martes, agosto 05, 2008

¡Cómo lo odiamos los progres!

Ayer, mientras escuchaba La Memoria de Dimitri Shostakovich me enteré de la muerte de Solzhenitsin. Los lunes a las 13.00 la cita con Radio Clásica es ineludible, me encuentre en casa, paseando o, como ayer, bajo el influjo benéfico del aire acondicionado y el wifi gratuito de la cafetería en El Corte Inglés contemplando los tilos de la Carrera de la Virgen y los grandes ejemplares de Platanus hispánica de la Plaza del Campillo.

Estamos en 1942 y los nazis están atacando a la Unión Soviética por tierra, mar y aire. Shostakovich acaba de componer su séptima sinfonía que es interpretada en Moscú. Justo antes del concierto el responsable de la defensa se presenta ante el público y les dice que la alarma antiaérea está a punto de sonar. No se mueve ni un alma ni un cuerpo demacrado de sus asientos, siendo conscientes de que pueden ser el último concierto de sus vidas. Pero, como relata el compositor ruso, la música era más importante y más fuerte que el hambre y el miedo.

Poco después, y mientras la partitura vuela en microship a Nueva York donde será interpretada por Toscanini y Stokowski -ya convertida en un símbolo contra el fascismo-, también es interpretada en la patria chica de Shostakovich. Las baterías antiaéreas enmudecen para que no molesten la audición pero las bombas alemanas insisten en hacer de contrapunto a una representación ante lo que a Shostakovich le parece una reunión de espectros.

Quizás uno de esos espectros era el del oficial Solzhenitsin, entonces destinado en la que hoy vuelve a ser San Petersburgo. Poco después el compositor consagrado y el escritor en ciernes soportarán la represión del fascismo simétrico en el otro extremo del espectro político. El comunismo y el fascismo encontrarán en esta séptima sinfonía su denuncia musical más sublime, del mismo modo que en la obra literaria de Solzhenitsin se alzará como el testimonio más demoledor del terror que tantos no quisieron ver.


PD. ¿Ha retransmitido TVE la magnífica entrevista que le hizo el gran José María Iñigo? Posteriormente se organizó el fenomenal lío por el artículo de Juan Benet que comentaba ayer Pío Moa. Aunque me sorprende, como indica Moa, las alusiones de Iñigo a Franco, que llevaba unos meses muerto. Por lo que se ve su cuerpo astral (acongojante) seguía habitando entre ellos. Más materia para Iker Jiménez: las llamadas desde El Pardo con el dictador de cuerpo presente.

PD. Años después la inteligencia de Arcadi Espada se encontraba con la de Iñigo. El diálogo es una gozada:


P. ¿Conserva los programas de Estudio abierto?
R. ¡Qué va! Hay muy poca cosa. Es terrible. Por razones de economía, decían, se grababa encima de la cinta una vez y otra vez y otra. Y así se ha perdido casi todo. Una pena.
P. ¿Queda la famosa entrevista con Solzhenitsin?
R. Creo que esa sí queda en alguna parte.
P. ¡Qué entrevista!
R. Con ella conseguí recibir tortas de todas partes. De la derecha, de la izquierda y del centro. Como entrevista no fue nada del otro mundo. Le hice tres preguntas, si llegó, y el hombre se largó unos discursos imparables...
P. Es lo ideal.
R. Ja, ja.
P. Lo inolvidable fue cómo lo odiamos los progres.
R. Bueno, no me lo perdonaron jamás.
P. Y aquel artículo de Juan Benet, donde decía que Solzhenitsin justificaba por sí mismo los campos de concentración.
R. Lo guardo. Tengo una buena carpeta de recuerdos de esa entrevista.





PD. No se lo pierdan el próximo lunes, que llega el padrecito Stalin con su batallón de tanques a cuestas contra los violines, trombas y contrabajos de este esmirriado compositor. Hace tiempo conté, a raiz de un articulo de Félix de Azúa, como también lo despreciaban los progres. Y justamente después del post de ayer sobre Spielberg, otro que tal. Será que odian a los que su apellido empieza por S.



PD. Documental imprescindible sobre Stalin y Shostakovich completo en uno de nuestros dioses favoritos, Youtube (aunque ha fallado miserablemente en la entrevista Iñigo-Solzhenitsin. Nobody's perfect)






PD. Y de los fachas, ¿qué? Es que la web del Semanario Alba, por ejemplo, es patatera y me produce pereza. Pero José Carlos Rodríguez ha escrito algo sobre el Padre Prada.

4 comentarios:

Pepe dijo...

Los progres lo siguen odiando.
http://www.revolucionnaturalista.com/2008/08/solzhenitsyn-un-mito-de-la-guerra-fra.html

Ismael dijo...

Contaba el comentarista deportivo Manolo Lama una anécdota sucedida en Argentina. Recién llegado al aeropuerto de Buenos Aires, tomó un taxi y, al rato de viaje, se le ocurrió preguntarle al conductor por el, en su opinión, mejor futbolista de todos los tiempos. «Matthaus», contestó, «un ganador, completísimo, elegante con el balón, sólido atrás, dirige, marca goles.» Extrañado, Lama le replicó: «¿y qué pasa con Maradona?» A lo que el taxista respondió: «¡Ah! Es que Maradona es Dios, usted me preguntó por futbolistas.»

El año pasado se cumplía el 250 aniversario del nacimiento de Mozart, y a nadie pareció importarle que al mismo tiempo se celebrase el centenario del nacimiento de Shostakovich. Si sólo Wolfgang hubiese nacido un año antes, o Dimitri un año después...

«¡Ah! Es que Mozart es Dios, usted me preguntó por músicos.»

Víctor Marín Vayá dijo...

Personalmente no creo que Shostakovich le vaya muy a la zaga a Mozart

Anónimo dijo...

El mejor futbolista de todos los tiempos: Don Alfredo di Stéfano