Señoras, señores, ante ustedes el mayor espectáculo del mundo: la democracia americana en acción. Absténganse iconoclastas, puritanos, platónicos, estreñidos y demás fauna a los que el bosque de la parafernalia no les deja ver los árboles políticos. El héroe de Vietnam contra el único afroamericano auténtico. Y no hagan demasiado caso de los fanáticos que comiencen a calificar con más o menos ingenio a los adversarios ("Obama malo, McCain bueno" y viceversa). Seguramente ambos candidatos son los más honestos e inteligentes que pueden presentar ahora ambos partidos, habiendo pasado un proceso de filtrado como en ningún otro país. De nuevo los Estados Unidos dando lecciones al mundo. Sorry, rojos nostálgicos y fachas casposos.
Ha llegado la hora de enchufarse a la sexta temporada (23 de septiembre) de El ala oeste de la Casa Blanca, cuando en los magistrales capitulos finales vemos al Presidente Bartlet y al candidato republicano Vinick (Alan Alda) comen helado de pistacho en la cocina presidencial mientras discuten sobre la separación entre el Estado y la religión. También nos introduce Sorkin en la cocina política de las convenciones demócrata y republicana, donde se fraguan entre sudores y traiciones los pactos y los cálculos que se ocultan bajo las sonrisas y las flores.
El magistral discurso de Obama -en español, pero os recomiendo la versión en video a la vez que negro sobre blanco de The New York Times- es para enmarcarlo y estudiarlo a fondo, con una equilibrada mezcla de poesía y prosa, de evocaciones a la esperanza y rebaja de impuestos. El del senador Vinick en la serie también, reivindicando con grandeza al contrario demócrata:
Bartlet honró y enalteció su cargo. El mejor en el país. Sirvió al país con tenacidad y de forma elogiable. Y lo digo a pesar de nuestras diferencias políticas y filosóficas. Porque, al fin, una presidencia es más que un nuevo catálogo de fines políticos, crisis, batallas ganadas o perdidas. Es liderazgo, una entrega sagrada, es el compromiso de sacrificar cada fibra del ser, cada idea, cada momento. Todo al servicio de la nación. El Presidente Bartlet lo hizo bien y con eficiencia. Y merece nuestro más humilde aprecio y sincera gratitud.
En este momento, Bartlet que está escuchando el discurso recostado en sofá junto a Leo MacGarry le dice
Bastardo. Acaba de llevarse cinco millones de votos demócratas
Y remata Alan Alda
Me comprometo a ser digno ejemplo de los grandes hombres que me precedieron. Los presidentes dan pasos de gigantes. Deben defender magníficos legados. Hoy, aquí de pie, pongo mi nombre como uno que aspira a seguir el ejemplo y que diariamente se sacrificará. No sólo honraré el cargo, sino al pueblo que ese cargo sirve: el presidente de estos EE.UU.
Veremos si McCain está a la altura discursiva. Por el momento, la elección más importante de su carrera hacia la presidencia no me ha gustado. Pero aunque los europeos no terminemos de asumirlo, no somos nosotros los que tenemos que decidir los elementos de evaluación de los candidatos yanquis.
PD. Infinitas gracias, David Ballota.
6 comentarios:
Leí hace poco una entrevista a Saramago (puajj) en la que decía algo sensato: ¿por qué no nos muestran realmente a los partidos y a los candidatos que se presentan.- la Coca-Cola, las emopresas petroleras, los desarroladores de armas de última generación, los emporios financieros...? Así tendríamos más claro a quién votar, cuál de ellos nos cae mejor, etc.
Puede ser un tópico. A lo mejor es un tópico en términos absolutos, pero no en relativos.
El filtrado democrático por el que por ejemplo sale elegido un tal Obama, conlleva legitimidad, no necesariemente calidad.
Firma: Un fanático que se aburre cuando le hablan de zonas grises con lunares.
Saludos ;)
La fauna política de USA es tan ajeno a mi como el mundo delos insectos (¡que no,que no va con segundas!). Estoy con Revertiano en cuanto a la transparencia y publicidad de la financiación y añado que debería ser absolutamente privada (abstencionista militante financia partidos políticos con sus impuestos... eso no es de recibo). Estoy con Prevost en que la elección de candidatos la hace legítima pero no necesariamente implica que sean los mejores candidatos.
Lo que me gusta de esta gente es que no se escupen a la cara "yo soy más americano que tu" ni se quitan los símbolos nacionales. Está muy bien representado en el discurso de EAODLCB (no vi ese capítulo, pero imagino perfectamente a Alan Alda pronunciándolo).
Pero probablemente seguiría siendo abstencionista allí. No creo que sean más sinceros. Tienen más competencia y se lo curran más. Eso sí.
El tema de la financiación es muy interesante. Obama estaba a favor de los límites de financiación privada de las camapañas... hasta que resultó que la suya recabó aún mayor financiación que la republicana.
Saramago es un faro. Cuando señala en una dirección hay que mirar en la contraria. La financiación norteamericana consiste en grandes donaciones y en pequeñas. Las grandes están completamente fiscalizadas y son transparentes. Y, por supuesto, que buscan los lobbies presionar para que sus intereses se vean satisfechos. Pero es la competencia entre esos intereses, el viejo sistema de pesos y equilibrios por el que tanto lucho John Adams y que un estalinista como Saramago jamás comprendera
En cuanto al sistema de elección, creo a diferencia de elitistas como Sowell, que es mucho mejor un sistema democrático que uno "digital". Por ejemplo, Rajoy.
Saludos
Yo también soy de los que segregan saliva con la parafernalia política americana, y últimamente, también con los discursos de Obama, pero hay algunas cosas...
En cualquier caso gracias mil por el post y el enlace al discurso, se me pone la carne de gallina ;)
Por cierto, la jugada Palin es muchísimo mejor que la jugada Biden.
Qué duelo, madre!
Sí, Armando, a veces me recuerda al yogui mejicano Alejando Maldonado, el que dice cosas como "Eres rico si posees algo que el dinero no puede comprar"
Mi apuesta para McCain era Condi, mujer-negra-suficientemente preparada, uf!
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