"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

martes, septiembre 30, 2008

Dos dogmas del liberalismo

Hoy La Razón trae una portada muy cinematográfica: unas nubes negras sobre el Capitolio y, a cinco columnas, Tempestad sobre Washington. Los antiliberales y los liberales dogmáticos están teniendo reacciones igualmente desproporcionadas ante el Plan Paulson. Mientras que los primeros se alegran ante la parusía del Mesías socialista a los EE.UU., los segundos se rasgan las vestiduras porque la pureza de los principios liberales está siendo puesta en cuestión.

Los partidarios de convertir toda la economía nacional en una especie de estafeta de Correos (como proponía Lenin en El Estado y la revolución) no me ocupan ni me preocupan. El liberalismo vulgar, que toma los principios por dogmas, un poco más, sobre todo porque luego empleo mucho tiempo en desmarcarme de los antiguos trotskos hoy reconvertidos.

Quine era un filósofo empirista que publicó el más devastador ataque contra el empirismo. Hume, padre del empirismo, y Smith, padre del liberalismo, era amigos y residentes en Edimburgo. Ambos compartían un talante abierto y pragmático. Hume hubiese aplaudido el artículo de Quine “Dos dogmas del empirismo” que comienza:

“El empirismo moderno ha sido en gran parte condicionado por dos dogmas. Uno de ellos es la creencia en cierta distinción fundamental entre verdades que son analíticas, basadas en significaciones, con independencia de consideraciones fácticas, y verdades que son sintéticas, basadas en los hechos. El otro dogma es el reductivismo, la creencia en que todo enunciado que tenga sentido es equivalente a alguna construcción lógica basada en términos que refieren a la experiencia inmediata. Voy a sostener que ambos dogmas están mal fundados. Una consecuencia de su abandono es, como veremos, que se desdibuja la frontera que se supone trazada entre la metafísica especulativa y la ciencia natural. Otra consecuencia es una orientación hacia el pragmatismo”


Del mismo modo que Hume creo que Adam Smith habría estado de acuerdo con el Plan Paulson. Con matizaciones y reparos, pero con una actitud esencialmente pragmática. En este caso, el liberalismo dogmático y vulgar es incapaz de desprenderse de dos dogmas:

1. El punto de vista rabiosamente individualista. Del mismo modo que Quine apuntaba en relación a los tipos de enunciados, desde un punto de vista liberal hay que pensar de una manera más consistente y profunda de lo que se ha hecho hasta ahora la sociedad desde un punto de vista holista. Es decir, teniendo en cuenta que la sociedad no es un mero agregado de individuos sino que éstos forman redes, que a su vez tienen una estructura compleja.

2. El punto de vista estatofóbico. Ya no cabe plantear la institución del mercado y la institución del estado como dos procesos sociales de poder en contradicción. La relación es tan imbricada que de hecho haría falta una nueva teoría y una nueva terminología para el proceso social que subyace a la emergencia de esos epifenómenos que llamamos “mercado” y “estado”


En Burocracia, von Mises planteaba que “el conflicto entre capitalismo y totalitarismo, de cuyo resultado depende el destino de la civilización, no se decidirá mediante guerras civiles y revoluciones. Trátase de una guerra de ideas. La opinión pública determinará la victoria y la derrota” Corría el año 1944. Los liberales dogmáticos y vulgares siguen anclados en aquellas luchas. Sin embargo, el enemigo del capitalismo es hoy en día el propio capitalismo. No hay fin de la historia, y no está garantizado en ningún sitio que mañana no haya un colapso de la civilización.

En una de sus páginas más negras el Congreso americano decidió rebajarse ayer al nivel de una República bananera, entre intrigas de pasillo de los republicanos contra la lenguaraz Pelosi y con aliento de los votantes muy próximo en los cogotes de los políticos con el horizonte temporal más estrecho. Pero si algo ha caracterizado hasta ahora a la democracia capitalista americana ha sido su capacidad de resurgir de sus propias cenizas y porque se ha apartado de los demagogos y los iluminados.

PD. El mejor retrato de la tentación populista-iluminada en los EE.UU. la realizó Elia Kazan con "Un rostro en la multitud"



PD. Evidentemente entre los "dogmáticos" y "vulgares" no incluyo a María Blanco, porque ella es una ancap radical que merece todo mi respeto. La diferencia reside, como entre los izquierdistas fanáticos, en que ella no se agarra a palabros como "intervencionismo", "libre mercado" y otros fetiches lingüísticos. Ella razona.

13 comentarios:

Víctor Marín Vayá dijo...

Hombre, prestar 700.000 millones directamente del bolsillo de los ciudadanos para unas instituciones totalmente insolventes dirigidas por los cuatro amigotes del político, no acabo de verlo pragmático. Vale, que se hunde el sistema financiero y se tiene que reestructurar de cero, pero es lo que hay.

eclipse dijo...

Yo creo que en sentido favorable a la intervención con 700.000 millones (o más), opera precisamente una idea no explícita y generalizada a izquierda y derecha: la de que si unos hombres sabios (Paulson, Bernanke) han pensado que es bueno, será que es bueno y nosotros, humildes ciudadanos de a pie, por responsabilidad, debemos decir que es bueno. Los que lo discuten son unos peligrosos librepensadores (dogmáticos, iluminados y demás).

Lorenzo Miláns del Bosch dijo...

El plan estaba bastante bien diseñado. No se trata de que los famosos 700.000 millones vayan directamente a las instituciones. Lo que va a hacer el fondo va a ser poner precio a una serie de activos muy desvalorizados, pero con valor mayor que cero, que, en la actualidad, no tienen precio debido a que no existe contraparte con la que, en el juego de oferta y demanda, determinarlo. Al comprar los citados activos, el fondo de rescate les pone precio. Un preciomucho menor que el valor en libros con los que estos activos están contabilizados en los libros delos bancos de marras. Como el precio es muy bajo, e promedio lo más probable es que, a medio plazo, esos activos se revaloricen considerablementre, lo que conllevará pingües beneficios al fondo, al erario público y. así, a los contribuentes norteamericanos. Es una pena que el populismo y la demagogia hayan impedido la aprobación del plan. La aproximación racional, ilustrada y pragmática al problema hubiera sido su aprobación.

Cerco Pya dijo...

Sí, de acuerdo en todo. Lo mejor entonces será seguir los consejos/avisos del gobernador del banco de España a sindicatos y patronal: hay que dejarse de renegociar los convenios colectivos este año y los que vengan, abandonar las subidas salariales conforme al IPC, dejar de lado cualquier reivindicación económica.

Ergo, la crisis es culpa de los trabajadores una vez más, oh sí. O al menos van a ser los que la van a pagar, ¿quién lo dudó alguna vez?
Me encanta ver caer bancos, inmobiliarias, aseguradoras. Esos hijos de puta se lo tenían merecido. Marcho a sacar los ahorros antes de que nos metan en un corralito (que nos meterán), ahora que Solbes afirma que los ahorros están garantizados.

eclipse dijo...

".....up to $750 billion of assets that have uncertain worth. I say uncertain worth since there is essentially no market for many of these assets, and hence no market pricing of them. The government hopes to create this market through using reverse auctions. In these auctions, banks would offer their assets at particular prices, and the government would decide whether to buy them."

Esto dicen Becker y Posner y también lorenzomilans, con otras palabras:

"Lo que va a hacer el fondo va a ser poner precio a una serie de activos muy desvalorizados, pero con valor mayor que cero, que, en la actualidad, no tienen precio debido a que no existe contraparte con la que, en el juego de oferta y demanda, determinarlo. Al comprar los citados activos, el fondo de rescate les pone precio."

Pero el caso es que estos paquetes sí tienen un precio, tuvieron otro precio, andan dando vueltas por el planeta y si no se venden ahora es porque nadie los quiere comprar por el precio que ellos piden. Será muy ilustrado y pragmático, pero para mí es incomprensible decir que "no hay mercado y vamos a crearlo" cuando lo que se quiere decir es "esto que nadie os quiere comprar os lo van a comprar los contribuyentes quieran o no".

Lorenzo Miláns del Bosch dijo...

Bueno, estamos ante un típico (y mayúsculo) fallo de mercado; y cuando esto se produce, se justifica la intervención pública. ¿Cuál es la alternativa? Yo creo que ahora no la hay. ¿Dejar caer el sistema financiero global? No nos interesa a ninguno.A mi tampoco me gustan los salarios y bónuses de los directivos de los bancos de inversión, pero es imprescindible devolver la confianza al sistema.

Libertariano dijo...

lorenzomilans le ha puesto la letra a la música del post. Ya la estoy cantando. Pero creo, lm, que el típico y mayúsculo fallo no ha sido SÓLO del mercado sino de la particular, convencional e idiosincrática combinación de mercado y estado que estaba funcionando en EE.UU., con un regulador que no regulaba bien, ni en sobre el papel ni en la práctica.

La izquierda típica y tópica ya está cantando las excelencias de una hipertrofia reguladora para controlar a los avida dollars, pero más bien la solución se implementará con un sesgo de calidad, no de cantidad en la regulación.


Esto de por sí no es grave, ya que el sistema capitalista se mueve por ensayo y error. De ensayoerror-ensayoerror hasta... ningun fin... De micromutación en micromutación hasta que aparezca una nueva especie tecnoeconómica social... o la hecatombe.

Una mirada evolucionista al desarrollo de los sistemas económicos me resulta esclarecedora (aunque quizás sea un espejismo, no lo tengo claro)

D. Blas de Lezo dijo...

Excelente "post" y excelentes comentarios. Creo que que las opiniones recogidas tienen mucho sentido y fijan muy bien los puntos problemáticos de la situación financiera actual.

SAludos a todos.

eclipse dijo...

En cuanto a la oposición entre dogmatismo (o fidelidad máxima a unos principios) y pragmatismo.....

Sí, el primero puede ser un error, de eso no cabe duda. Siempre cabe la posibilidad de que determinadas circunstancias más amplias aconsejen alguna vez separarse de un principio general.

Pero hay que explicar caso por caso y hay que explicar, en concreto, las razones que llevan al abandono (momentáneo o transitorio o lo que sea) de ese principio. Para ser pragmático no basta aparcar los principios, hay que saber por qué se aparcan y sería aconsejable explicarlo. Si alguien empieza a encontrar excepciones a sus principios, merece el calificativo de "no dogmático", como mucho, pero no automáticamente el de "pragmático" a no ser que su selección de las excepciones esté bien fundamentada en otras consideraciones. De hecho, puede desprenderse de sus principios precisamente cuando lo pragmático coincidía con ellos y luego ser fiel a sus principios cuando el pragmatismo aconsejaba aparcarlos.

Mary White dijo...

Te he respondido a lo de Smith en un post. Iba a publicarlo aqui pero se alargaba, se alargaba... :)

ElSalmantino dijo...

Algunas consideraciones a vuela pluma:

Bien está que se razonen las posturas, porque efectivamente nadie cree (e insisto, nadie) que no deba haber regulaciones, sino el sentido y el ejecutante. Eso para empezar.

Partiendo pues de que hay Estado, también hay que concluir que estamos ante un Capitalismo de Estado, lo que es difícilmente objetable, incluso en EE.UU., claro. Así que muy radicales no me parecen los congresistas.

Como principio, no me parece objetable que alguien se oponga a más inyección de dinero, a más impuestos, a más deuda pública... porque cualquiera que se haya leído un párrafo de Bastiat sabe que las miradas exclusivamente cortoplacistas son nefastas.

Se pueden poner los adjetivos que se quieran y opinar libremente sobre las causas últimas que hicieron a los congresistas decidir su voto, pero de ahí a una república bananera hay un trecho.
Porque igual que nuestra Lady Godiva, quizás, fíjese usted, alguien ha votado en contra porque de verdad cree que no va por ahí la solución.

Por último, y retornando al inicio, ¿dónde está su argumentación defensiva del plan? Yo no la he visto.
Y aunque bien siempre está bien tener a Mises presente, ¿qué tiene que ver su cita en todo esto?
¿Hemos de concluir que los congresistas que votaron en contra son ¡liberales radicales!? Ver para creer.

Libertariano dijo...

Salmantino, con rep. bananera me refería a una actuación mirando exclusivamente a los intereses particulares y a corto plazo. Lo que es normal en política, tampoco soy un utópico. Pero que en situaciones de extrema gravedad debería dejarse de lado.

Había una diferencia entre los congresistas y los senadores: estos últimos no tienen que someter su puesto al escrutinio electoral en los próximo meses.

Por otra parte mi post no era económico, doctores tiene la Iglesia, sino metaeconómico. Lo que me interesa es dejar claro que un tal Plan no es incompatible con el liberalismo ni mucho menos, y que sí lo es una defensa dogmática y a priori de supuestos principios aunque éstos choquen con los hechos.

Hoy Michele Boldrin, a cuyas clases de Macroec. asistí en la Carlos III de Madrid, plantea un Plan alternativo en El País:

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Paulson/mal/plan/elpepuopi/20081007elpepiopi_11/Tes

ElSalmantino dijo...

Ya Santiago, pero es que no comparto que la negativa de los congresistas tenga que ver con oportunismo electoral.
Y como tampoco podemos afirmarlo categóricamente, yo quiero pensar que lo hicieron por principios, porque en los USA ciertas cosas todavía se toman en serio.
En cualquier caso, y como principio, renegar de un plan que implica un grave riesgo sin tomar medidas futuras que eviten un caso similar en el futuro, me parece muy sano.

No sé si el plan es liberal o no, pero lo que sí aseguro es que los principios básicos del liberalismo no chocan con los hechos.
En tal caso, yo no sería liberal.
Y el problema aquí lo no liberal, como digo más arriba, no es la intervención en sí (anda que no está (mal)intervenido el mercado financiero), sino el que las medidas no tengan un fondo reformador.