¿Puede sobrevivir el capitalismo?

Durante el fin de semana se ha ido desgranando por los medios de comunicación a derecha e izquierda la letanía: "El capitalismo ha muerto" También se ha pronosticado un aumento de la estatolatría o se propone un progreso hacia el pasado y lo que Keynes llamaba bárbaras reliquias.

El más razonable de los que he escuchado ha sido el economista Juan José Toribio en el Debate Económico de CNN España. Primero, la intervención del Estado en el Mercado financiero ha sido seguramente necesaria. Segundo, la relación entre fallos de mercado y fallos del regulador estatal es muy compleja y nos llevará tiempo aclarar la madeja. Tercero, hay que evitar la marea emocional a la hora de diseñar un nuevo mapa regulatorio, porque la solución no pasa por regular más (vade retro, estatólatras) sino por regular mejor.

Pero la economía es demasiado importante como para dejársela a los economistas. Sobre todo porque al ser una ciencia social está contaminada de ideologismo, lo que deriva en una discusión más bien sobre principios que sobre hechos.

Por ejemplo, Murray-Gellman comentaba que su mujer, antropóloga, se asombraba ante la facilidad con la que los físicos abandonaban sus ideas más queridas cuando se contraponían con los hechos. No esperen lo mismo de un economista al uso (los comunistas se estrellaron contra los hechos. Los anarquistas prefieren ignorarlos)

También porque en las ciencias sociales se produce aquel fenómeno de los ciegos que palpaban un elefante. Por eso es conveniente, en la barahúnda de opiniones y recomendaciones gratis, pararse un momento a reflexionar.

Por ejemplo, con el citado Murray-Gellman que en El quark y el jaguar discutía los fenómenos caóticos asociados a los SAC: sistemas adaptivos complejos. Qué duda cabe de que la economía de mercado es un SAC: descubre las regularidades en el flujo de entrada advirtiendo que ciertas partes del mismo tienen rasgos comunes... En el mundo real las regularidades surgen de la combinación de leyes fundamentales simples con la intervención del azar, que puede producir sucesos aleatorios de resultados particulares, aunque pudieran haber sido diferentes, y que tuvieron múltiples derivaciones. En diversos momentos y lugares parece llegarse a un equilibrio (aproximando y temporal)... pero al cabo del tiempo aparecen "puntuaciones", una veces debidos a cambios socioeconómicos y otras a un pequeño número de mutaciones tecnoeconómicas que siguen a un largo periodo de "deriva".

En estos días y meses se está produciendo, desde este punto de vista evolucionista aplicado a la sociedad, un "suceso umbral": cuando un sistema adaptativo complejo da lugar a una clase de SAC de orden superior, sea por agregación o por cualquier otro mecanismo.

Este "suceso umbral" responde a presiones selectivas (la globalización, por ejemplo) cuyo "triunfo" no está correlacionado con un conjunto de rígidas correlaciones (al estilo de dogmas neoclásicos, austriacos, etc.) sino por tendencias, teniendo en cuanta además que la respuesta nunca será perfecta y sí aproximada (adaptativa)

Este planteamiento desde la física más teórica recuerda obviamente a... Hegel, aquel curioso, y oscuro, liberal que se dedicó a pensar sobre todo en el Estado, cuya esencia no residía, según el filósofo suabo, en la defensa por parte de los particulares de la totalidad de la propiedad, sino en la unidad para la defensa de la totalidad de la propiedad (que es lo que ha hecho la asombrosa tríada Bush-Bernanke-Paulson).

"Todas las revoluciones, en las ciencias no menos que en la historia mundial, provienen únicamente de que el espíritu, para entenderse y percibirse a sí mismo, para tomar posesión de sí, ha variado sus categorías, captándose más íntima y exclusivamente a sí mismo de un modo cada vez más verdadero y profundo"

"Una multitud de seres humanos solamente se puede llamar Estado si está unida para la defensa común de la totalidad"

Un economista que sí tuvo esa mirada global, de científico social en su conjunto y no sólo de lo lúgubre, recogiendo el testigo evolucionista de Marx, escribió algo que nos puede servir para ir más allá de la espuma de los titulares populistas periodísticos:

"

Y estas crisis no las vieron a su verdadera luz, es decir, a la luz del proceso cíclico del que son simples incidentes. Las consideraron, sin mirar detrás o debajo de ellas, como desgracias aisladas que sucedían a consecuencia de errores, excesos, conductas equivocadas o bien a consecuencia del funcionamiento defectuoso del mecanismo del crédito"

La parte segunda de Capitalismo, socialismo y democracia de Schumpeter se titula ¿Puede sobrevivir el capitalismo? A lo que responde pesimista el maestro austriaco: "No; no creo que pueda" Lo que resulta un tanto paradójico con el análisis que hace del mismo y su caracterización como ave fenix, una máquina mutante, un SAC.

PD. Nunca lo hubiese dicho pero tanto hablar de tiburones de las bolsas me ha dado ganas de ver una película de Oliver Stone. Realmente Wall Street es una muy divertida y la que mejor muestra que Stone es un director de raza, la mayor parte de las veces devorado por su limitado horizonte intelectual. Sin embargo, y contra el propósito de su autor y ayudado por un excepcional Michael Douglas, creó a un fascinante y atractivo malvado, el broker Gordon Gekko

Para cinéfilos más exigentes, y dado que la avaricia-rompe-el-saco se ha convertido en otra de las letanías de este fin de semana, la INMORTAL Greed de Erich von Stroheim.

PD. A favor del Plan Paulson, Guillermo de la Dehesa; en contra, Juan Ramón Rallo.