Lo más relevante del encontronazo crítico entre EE.UU. y Europa sobre esta película tiene que ver con la distancia respecto a lo que conocemos. Así a los patrioteros de la identidad, que en España sufrimos multiplicadamente, o los que consideran el cine de ficción como una rama de la antropología no le perdonan a Allen que la imagen que se tenga a partir de ahora de Cataluña en el mundo sea de una ciudad hermosa, cosmopolita, elegante y española. ¡Paco de Lucía sonando en las Ramblas como si fuera una prologanción de la calle Sierpes! España mezclada, no agitada.
Mucho mejor en VO con subtítulos
PD. Cuando Woody Allen hacía postales (como diría Alvy) de New York. Entrevistado por Godard
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