"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, enero 15, 2009

El arte, entre la muerte y el amor (digo, el sexo)


Pérez Abellán, en Libertad Digital Televisión, hace una pregunta: "¿Es un montaje la foto de Robert Capa?" Y en El País, Isabel Lafont plantea: "¿Puede ser la pornografía arte político?" No y sí, respectivamente.

Para cuestionar la autenticidad de la foto de Capa sólo hay un testimonio contradictorio y una serie de pruebas forenses disctutibles. El resto es juicio de intenciones, juicio político y esa enfermiza tendencia contemporánea (marxista, nietzscheana y freudiana) a sospechar de todo lo admirable. Mientras no se demuestre lo contrario la honestidad intelectual lleva a la creencia en la autenticidad de la foto. Los nuevos descubrimientos de negativos de Capa no han hecho avanzar la investigación ni un milímetro. Aunque sí sabemos que el presunto miliciano no era el miliciano en cuestión. Un lío.

Por cierto, la misma honestidad intelectual que se revela en el discurso final del siempre elegante Pérez Abellán (min. 49)

El espíritu crítico del periodista no debe permitir que se dé gato por liebre. El encuadre, el retoque, la manipulación en la imagen permiten una edición de la verdad que la desvirtúa... El periodismo es el notario de la realidad, sin adornos, ni embelecos. Quienes retocan los hechos, los transforman. Una foto periodística no es un cuadro... y sí lo es, ya no es periodismo ni certifica la verdad, y debería llevar una leyenda: "Obra artística", para diferenciarla del apunte de lo real.


Barthes dijo lo mismo que Pérez Abellán, pero en francés:

“Diríase que la Fotografía lleva siempre su referente consigo, estando marcados ambos por la misma inmovilidad amorosa o fúnebre, en el seno mismo del mundo en movimiento: están pegados el uno al otro, miembro a miembro, como el condenado encadenado a un cadáver en ciertos suplicios; o también como esas parejas de peces... que navegan juntos como unidos por un coito eterno”


La preguna de Lafont, a raíz de la última exposición de Santiago Sierra, todavía está en el primer lugar de lo más visto hoy en El País. Y no va a ser porque de repente los internautas se hayan vuelto fans del arte conceptual.







5 comentarios:

Marzo dijo...

Hum. Después de leer esto y esto otro, no me convence mucho lo de que el muerto no fuera el que se pensaba que era. Si es verdad que murió cuando una tranquila sesión fotográfica se convirtió en un combate al aparecer inopinadamente los facciosos, parece razonable que un año después un camarada quisiera encubrir las circunstancias poco épicas de su muerte en una necrológica, al cabo un homenaje (y los escritos pueden, eh, faltar a la exactitud al menos tanto como las imágenes). Quedaba mejor que hubiese muerto sabiendo que estaba en una batalla. (Por cierto, sería interesante que publicaran el texto de la dichosa necrológica).

Libertariano dijo...

A estas alturas, Marzo, esto parece ya un relato de Chesterton o Borges... Que fuese una foto real o un montaje, que fuese Borrell o no, está claro que dada la evidencia disponible se decide a los puntos, y no por KO técnico. Y ante la duda razonable creo que hay que declarar a Capa inocente.

A ver si encuentro la necrológica...

Marzo dijo...

Hombre, a mí el argumento (en el segundo enlace de mi anterior comentario) de que la mano izquierda del miliciano tiene los dedos tirando a cerrados, o sea, está relajada*, y que nadie vivo y consciente se deja caer sobre la mano sin extenderla para parar la caída, me convence bastante. Y me sorprendió mucho que el experto de Abellán (vi sólo un fragmentillo del programa, no sé quién era) hablase de "espasmo". Me convence más el experto de Whelan.

O sea, opino (valga lo que valga) que la evidencia interna de la foto indica que el miliciano está muerto en ella. A partir de ahí se puede discutir.

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* Mano relajada = dedos semicerrados. Por eso los guantes son incómodos.

Marzo dijo...

Hm... ¿"El signo de la espada rota", por poner un Chesterton? No es tan siniestra la cosa.

Libertariano dijo...

Lo de los "expertos" es como en la series de abogados y en las boticas: hay para dar y para regalar. A mí sólo me vale lo que diga Grissom.

Efectivamente me refería a ese Chesterton. Siempre me pareció increíble que Borges se atreviese a imitarlo y, ya es la leche, consiguiera mejorarlo en "Tema del traidor y del héroe"

Querrás decir que no "parece" tan siniestro, porque van a terminar acusando a Capa de pegarle él mismo el tiro al miliciano mientras su novia hacía la foto.

Por otra parte, desde los años 70 el cinismo reinante en el ambiente se ha encargado de convertir a los héroes en traidores...