"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, enero 26, 2009

Quemar antes de leer, de Rouco Valera




Cuando Rouco despertó, el dragón lamentablemente no seguía allí







La furia autobusclasta de Rouco está en sus memes. Tutelar antes de leer. Sus ancestros practicaron la tutela con especial diligencia.

Alegre por el éxito Jiménez y estimando que debía aprovecharse una ocasión tan favorable, y extirpar radicalmente de sus almas todo el error mahometano, no se detenía ante el parecer de quienes juzgaban más prudente ir quitando poco a poco una costumbre inveterada; pues pensaba que este método era aplicable en asuntos de poca importancia, y en los que no se ventile la salvación de las almas. Así que, con facilidad, sin dar un decreto y sin coacción, logró que los Alfaquíes, dispuestos en aquella época a hacer todo tipo de favores, sacasen a la calle los ejemplares del Corán, es decir, el libro más importante de su superstición, y todos los libros de la impiedad mahometana, de cualquier autor y calidad que fuesen. Se reunieron cerca de cinco mil volúmenes, adornados con los palos de enrollar; los cuales eran también de plata y oro, sin contar su admirable labor artística. Estos volúmenes cautivaban ojos y ánimos de los espectadores. Pidieron a Jiménez que les regalase muchos de ellos; pero a nadie se le concedió nada. En una hoguera pública fueron quemados todos los volúmenes juntos, a excepción de algunos libros de Medicina, a la que aquella raza fue siempre y con gran provecho muy aficionada. Tales libros, librados de la quema por el mérito de arte tan saludable, se conservan actualmente en la Biblioteca de Alcalá. Hasta este momento había marchado realmente sobre ruedas el programa de nuestro Obispo



Álvar Gómez de Castro

PD. En la plúmbea Quemar después de leer, los hermanos Coen no hacían ninguna buena fogata. Pero en Barton Fink, un enloquecido John Goodman quemaba un hotel en plan Torquemada en ese infernal final.

PD. El papel arde a 451 grados Fahrenheit, 233º Celsius. Los autobuses, ateos o testigos de Jehová, ni idea. La música de Bernard Herrmann incendia el espíritu.



8 comentarios:

Boecio dijo...

Me parece a mí que estás tergiversando la realidad de los hechos con la forma que le das a tu artículo. Y es que parece que el Cardenal Rouco fuera el autor de la quema de los autobuses del anuncio. No me parece una exposición objetiva de los hechos. Por otra parte, ni he oído ni he leído que el Cardenal quisiera quemar esos autobuses o estuviera de acuerdo con ello; y el enlace que pones tan solo remite a la noticia dada por un periódico, que lo que hace es recoger algunas de las cosas que dijo Rouco.

Y cambiando un poco de tema, no sé yo a quien puede beneficiar la campaña publicitaria sobre la inexistencia de Dios, quién se puede estar gastando tanto dinero en algo así, y para qué.

Cuando todo el mundo sabe que Dios existe… o no. Porque esta es una respuesta que nos vendrá dada con la muerte. Así que todo a su tiempo.

Lo que sí me parece preocupante es que se quiera que Dios salga de nuestras vidas, y que los principios éticos que se extraen de la religión no sean sustituidos por otros planteamientos de carácter moral o ético que estén presentes en nuestras vidas. La ley del todo vale no me parece bien. Por eso en cierto modo comparto algo del final de tu artículo “Es duro ser ateo” del pasado viernes 23 de enero.

PD. Parece que Dios y la religión fueran un yugo o una tenaza en contra del Hombre; y ni lo veo así, ni como cristiano lo he sentido de esta forma.

Libertariano dijo...

Boecio, la metáfora es clara, dragón mediante. Y como todas las metáforas, exagerada. Porque la "quema" que pretende Rouco es simbólica.

Pero yendo al fondo del asunto,la "tutela" que ha pedido Rouco es el equivalente a una censura. Y es que yo defiendo una libertad de expresión superampliada, por la que no habría condenas a García Montero, Jiménez Losantos, El Jueves, etc.

La campaña publicitaria me parece una chorrada, como escribí en ese post. Pero de ahí a que sea una ofensa a los creyentes... Creo que cualquier creyente con sentido del humor la aceptaría sin pestañear, tú mismo, o bien contraría otra campaña como la "Dios sí existe"

Y la compañía de buses, tan contenta.

Cerco Pya dijo...

Boecio dixit: Lo que sí me parece preocupante es que se quiera que Dios salga de nuestras vidas, y que los principios éticos que se extraen de la religión no sean sustituidos por otros planteamientos de carácter moral o ético que estén presentes en nuestras vidas. La ley del todo vale no me parece bien."

Y yo lo suscribo de pé a pa.

Pascual González dijo...

El liberalismo que suele reivindicar últimamente el catolicismo es oportunismo. La Iglesia lo invoca para limitar la regulación estatal del aborto, el matrimonio homosexual o el sistema educativo. Hasta ahí.

Después, cuando una asociación de ateos (algo tan legítimo como una iglesia en cualquier sociedad liberal) sale a la calle y proclama el tímido mensaje de que "probablemente" Dios o existe... entonces invocan la acción de ese mismo Estado para tutelar la libertad de expresión. O sea. el Estado debe proteger el derecho a usar la calle para celebrar procesiones (que como liberal siempre defenderé frente a más de un laicista jacobino) pero debe impedir que por esas mismas calles circulen los carteles del ateísmo estampados en los autobuses.

No es liberalismo, es oportunismo.

Libertariano dijo...

Es fundamental que Rouco esté ahí, Pascual. Si ante un anuncio tan liviano, se pone histérico, piensa cómo se pondría ante desafíos más fuertes. Nos sirve de recordatorio sobre el dragón dormido.

Caros Boecio y Rever, nadie está expulsando a Dios de vuestras vidas. Simplemente ahora existe la posibilidad, con dificultades, de que los quieren vivir sin ese Dios puedan hacerlo.

Comprendo que ahora sea extraño que ese Dios se haya convertido en un dios privado en lugar del Dios ubicuo. Pero es lo que comparta la pluralidad moral, dentro de los límites que no marca ya la tradición religiosa sino la razón discutida.

Y, por supuesto, que estoy con Pascual en que las tradiciones católicas que además incorporan una tradición cultural, de las procesiones a los belenes en los colegios, hay que mantenerlas. Pero eso no significa que tengamos que comulgar también con los dogmas y mandamientos...

Un saludo, amigos

TDK dijo...

Lo que parece que no queremos darnos cuenta, es que el equivalente al ataque a los creyentes de "Dios probablemente no exista", sería "Los ateos probablemente irán al Infierno".

Y siendo honestos, si eso se tratase de poner en un autobús, todos sabemos el pollo que se montaría.

Así que tratemos de ser ecuánimes a la hora de valorar las creencias personales y los ataques a esos sistemas de creencias en el seno de la sociedad.

Libertariano dijo...

Gran lema, Pablo. ¿Quién iba a montar un pollo? Obviamente el cachondeo iba a ser fundamental, pero no creo que ningún ateo pediría su retirada. Porque, además, es verdad. Pero nos vamos al infierno por voluntad propia, que conste. En un sitio en el que está Dios (ver Antiguo Testamento, Nuevo, Corán, etc.) yo prefiero no estar. Por si acaso...

¿? dijo...

Bueno que un personaje como Rouco sea el que manda en la Iglesia católica española, ya casi la define.
Con respecto a lo que dice Boecio, ¿quién pretende que Dios (o lo que sea) salga de vuestras vidas?, simplemente muestran una opción más de pensamiento sin imponérsela a nadie.
Por cierto, lo que si lleva haciendo muchos años la Iglesia católica española es meternos a Dios en nuestras vidas.
A mí personalmente me importa un pimiento si hay algún ente por ahí que vela de nosotros, no creo que con esa idea una persona sea mejor o peor.

Un saludo, por cierto yo investigo ciertos temas eclesiásticos, y lo que menos les interesaba al menos en el siglo XIX era si Dios existía o no, sino que un caliz determinado fuera de oro y que tuviera gran cantidad de piedras preciosas... :)