"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

viernes, marzo 13, 2009

Post scriptum al aborto

A raiz de los comentarios sobre lo que planteé del aborto me siento en la obligación finalmente de intentar explicar mi punto de vista. Pascual González defiende

que hay otro argumento en favor de la libertad de una muchacha de 16 años para abortar: si los padres la obligan a tener a su hijo estarían imponiéndole una decisión cuyas consecuencias caerán en su mayor parte y durante toda la vida de ella sobre la muchacha, y no sobre los padres. Y además de forma irreversible e inaplazable (esta última circunstancia no se da, por ejemplo,en los tatuajes o la cirugía estética, de ahí el error de quienes comparan un caos y otro).



Las consideraciones para considerar a los adolescentes capaces de decidir en algunas situaciones y en otras necesitando un complemento de decisión por parte de los padres me parecen caprichosas y arbitrarias. Obedeciendo a prejuicios ideológicos más que a cuestiones de facto establecidas por la psicología evolutiva. ¿Pueden decidir autónomamente abortar pero no tatuarse y tampoco votar? Lo que discuto no es la cuestión de si son autónomos o no sino la incoherencia de considerarlos autónomos en un caso, precisamente en el que la evaluación moral resulta más compleja, mientras que en el resto el Estado insiste en considerarlos menores de edad y por tanto mentalmente incompetentes y no responsables. Desde mi punto de vista lo que se está imponiendo es un simple prejuicio proabortista: cualquier barrera al aborto se considera "de derechas". Y, por otro lado, prejuicios roussonianos sobre la bondad natural del ser humano (el célebre optimismo antropológico del presidente del Gobierno) combinados con otros prejuicios sobre el consumo de estética.

Mi posición es más bien de todo o nada. O se reduce la edad en el que se asume la autonomía para todo - tatuajes, cirugía estética, votar, castigos penales, abortar... - o se asume la heteronomía y entonces el complemento de reflexión y decisión resulta ser fundamental. Mi posición se inclina hacia el lado de la reducción de la edad de la autonomía a los dieciseis pero... yo no tengo hijos.

Zelig hace una pregunta retórica interesante

¿Una adolescente de 16 años necesita del permiso de sus padres para ser madre?


Precisamente me acabo de enterar de un caso en el que la chica embarazada fue obligada a abortar por sus padres cuando ella quería llevar a término su embarazo (y es que, Pascual, la decisión que afecta a toda una vida corre en las dos direcciones). Por otra parte, cuando una adolescente decide ser madre no se produce ningún conflicto de derechos. Pero en el aborto sí se produce un conflicto perfecto de derechos, entre la madre y el feto que hay resolver "trágicamente".  Echando mano de toda la información científica disponible para que el nudo gordiano sea cortado del modo más preciso posible. Aquí pesa, me temo, mi formación kantiana (por cierto, me parece sorprendente que los que se oponen al aborto echen mano siempre de la argumentación religiosa -en términos de Dios, alma, etc.- cuando en Kant tienen un arsenal filosófico masivo)

En definitiva, creo que una ley de plazos sería lo más razonable. Hasta una determinada fecha de la evolución embrionaria el aborto sería libre. A partir de esa determinada fecha, la viabilidad del feto o el desarrollo de un sistema nervioso activo, ya se consideraría persona y su aborto debería ser penalizado como un homicidio. Es decir, que estoy en contra tanto de los pro vida habituales como de los pro elección que nos gobiernan. Nobody's perfect.





PD. Ya he visto Watchmen. Una adaptación simplemente pasable en un primer visionado. Y es que Snyder no ha sabido captar el melancólico tono del cómic. El intangible pesimismo antropológico que resulta ser el hilo conductor de la obra de ese anarca que es Moore. Tras las patadas y las explosiones atómicas la clave resulta estar en el enfrentamiento moral entre el kantiano Rorschach  y el consecuencialista Dr. Manhattan.  Moore está con el primero.  Yo, con el segundo.



26 comentarios:

Daniel Vicente Carrillo dijo...

¿Por qué se distingue entre ser humano vivo y persona? ¿Hay personas no humanas? ¿Qué tan sublime es la personalidad para serlo todo, mientras que la humanidad -de la que aquélla parte y a la que nunca abandona- no sería nada?

Libertariano dijo...

irichc, de lo que se trata es de no caer en la falacia naturalista. Una cosa es ser y otra deber ser. Del hecho de que tenga unas características materiales, sean genéticas o de otro tipo, no cabe inferir automáticamente humanidad.

¿Hay personas no humanas? Podría haberlas, ya que lo caracteriza la cuestion de derrecho de "ser humanos" es una disposición a atribuir esa humanidad según características de racionalidad.

Esa pregunta es todo un clásico en la literatura de ciencia ficción, "Yo, robot"...

Anónimo dijo...

A prposito de la reduccion de la mayoria a deicseis ańos te refiero a la conversacion entre un arabe y su hijo:

-Cuando se convierte uno en un hombre.
-El dia en que f..s por primera vez
-No hijo el dia en que pagas tu primera factura

Y como las chicas de diecisesi años no pagan sus facturas no son mayores de edad. Es mas yo no concederai el derecho a voto o manifestacion a los que viven en casa de papa y mama. Considero indignante que haya estudiantes manifestando para que el estado se gaste dinero cuando ellos no pagan impuestos. Las manifestaciones serain con la declarcion de la renta en la mano para que la policia no cargue.

Pascual González dijo...

Santiago, propongo un experimento mental:

imaginemos que salen al mercado unas píldoras que hace que la mujer que la tome perdiera su fertilidad de modo irreversible (podría haber hablado de la ligadura de trompas, pero eso introduciría el quirófano como complicación añadida). Supongo que todos nos opondríamos a que una menor pudiera optar libremente por tomarla. Pero no sólo eso: también nos negaríamos -imagino- a que los padres pudieran administrársela a sus hijas. Incluso si éstas están de acuerdo.

¿Por qué nos oponemos la mayoría incluso en el último extremo? Porque en la decisión concurren dos circunstancias: es aplazable (podrá tomar la píldora de la infertilidad a los 18 años) y es irreversible (sus consecuencias durarán toda la vida: la adolescente o sus padres estarían tomando una decisión que no afectará a la joven, sino a la futura adulta durante toda su vida).

Por tanto, no deja de ser sensato que la sociedad, a través de las leyes, regulase de forma restrictiva la infertilización voluntaria de chiquillas, incluso contra la voluntad de los padres. Al hacer eso estaría, de alguna manera, defendiendo la libertad de elegir de la adulta futura. Puesto que la libertad de decisión a los 15 años puede ser fatal para la libertad de elección a los 25 (algo que nuestros amigos anarquistas no suelen tener en cuenta, por cierto).

Cada vez que nos hallemos ante el problema de los derechos y la libertad de decisión que la ley debe conferir a un menor, creo que debemos ponderar esos aspectos 8consecuencias para el futuro adulto, reversibilidad, y plazo). Un tatuaje se puede aplazar, y por eso es prudente que la ley sea restrictiva a la hora de permitírselo a un menor: no es ninguna tragedia esperar a los 18 para tatuarse.

El problema con el aborto, y lo que lo diferencia de los tatuajes o la cirugía estética, es que no es aplazable: o abortas ahora, o tendrás un hijo durante toda la vida. Por supuesto no existe una solución perfecta (a todos nos duele la imagen de una adolescente abortando). Pero en lo que yo quiero insistir es que se trata de una situación diferente a los tatuajes justamente por no ser aplazable. Creo que este tipo de situaciones hay que ir caso por caso, en vez de aceptar -en aras de nuestro estricto sentido de la coherencia- que con 16 años o se tiene derecho a todo o no se tiene derecho a nada.

El tema de la irreversibilidad también es importante. Si los tatuajes fueran fácilmente reversibles no habría muchas razones para no permitir a los jóvenes hacérselos. Pero no lo son, por lo que las consecuencias del tatoo se transfieren al futuro adulto. En el caso de un hijo nos encontramos con la más irreversible de las situaciones. No creo que los padres deban impedir a una hija una situación que es irreversible para ella, no para ellos.

En resumen: la posibilidad de aplazamiento y la irreversibilidad de las decisiones son los elementos que debemos ponderar en cada caso a la hora de regular la libertad de los menores y la autoridad de los padres sobre las decisiones de sus hijos.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Libertariano,

No creo que nadie discuta la humanidad de los prenacidos, cuestión ésta objetiva y científica. Respecto a su racionalidad, ¿qué nos importa? Mi hija de tres años todavía no cumple los estándares de sensatez. Incluso cabría argumentar que el hombre es la menos racional de las criaturas, aunque sea la más inteligente.

Si no hay nada divino en el hombre, tanto mejor para que lo consideremos tal ab initio, desde que su máquina está completa en cuanto a la constitución, pese a que no lo esté respecto a su desarrollo. Si excluimos los fines del universo, ¿por qué inculcamos ideales a nuestra especie -"la forma humana ideal", "la inteligencia ideal", "el grado de madurez orgánica ideal"? Si no admitimos la empatía para evitar perdonar a los criminales, ¿por qué la tenemos en cuenta para condenar a los inocentes?

Libertymad dijo...

La polémica en torno al aborto se parece mucho a la causada por el matrimonio gay, una ocasión fallida para que el Estado saliera del ámbito privado de la gente y permitiera una auténtica libertad de elección para todos sin tutelas políticas. Si la reforma del aborto conllevase responsabilizar a los menores y a sus padres por sus acciones, estupendo. Ya se encargarían los padres de no tener que cargar con las consecuencias de los actos de sus hijos. Pero lo que se pretende es que el Estado, una vez más, aparezca como creador de derechos. No creo que la nueva ley vaya a empeorar las cosas, y además es mucho más clara que la anterior, así que me parece bien que se apruebe, pero en realidad no expande la libertad de nadie, simplemente clarifica un par de cosas.

Iracundo dijo...

Creo que es necesario poner en valor que la decisión de que no se pida permiso para abortar a determinadas edades guarda relación, en realidad, con el perfil de las mujeres que abortan.

El aumento de abortos no se debe a un crecimiento de mujeres "vampiresas y frívolas" que usen el aborto como un método anticonceptivo más. Creo que ese aumento es achacable a los colectivos de inmigrantes.

Y algunos de los colectivos de inmigrantes se tran consigo no sólo sus sueños y esperanzas sino también su particular moral tribal. Y esa moral diría que a la presunta doncella que quedase embarazada se la puede utilizar de argamasa para las paredes y similares.

Partiendo de lo anterior no parece sino una medida realista el que el aborto no requiera consentimiento de los padres. Que eso sea "arbitrario" no dice mucho porque la mayor parte, por no decir todo, del Derecho lo es.

El Derecho está vivo y (sin embargo) se mueve.

Anónimo dijo...

Lo que es descabellado es que una IDEOLOGÍA NECRÓFILA esté ocupando el Parlamento y Gobierno (y parace que también el Judicial), y nos esté llevando decidida y abiertamente a apostar por la MUERTE y el asesinato de los humanos más indefensos de todos, los que están en las barriguitas de sus madres.
Es deprimente saber que tengo compatriotas tan cobardes como para justificar la alevosía que conlleva el ASESINATO de menores.
Igual que la ley de la gravedad no se puede cambiar por mayorías parlamentarias, donde hay un ser humano es imposible negar su existencia por igual mayoría parlamentaria. Cuando los parlamentarios que defienden este GENOCIDIO SILENCIOSO estén cerca de la muerte, habrán de saber que sobre sus espaldas pesan miles de VIDAS SESGADAS por la avaricia y codicia socialista. Millones de mujeres que han matado, se han arrepentido amarga y desconsoladamente cuando más tarde han sido conscientes del CRÍMEN al que el MOVIMIENTO NECRÓFILO le ha achuchado a cometer.
El PARTIDO NECRÓFILO en el Gobierno nos quiere vender la moto de que MATAR es un derecho. Un derecho de la mujer. MATAR no es un derecho, sea cual sea la edad de la VÍCTIMA.
Es lamentable que sea considerado una "conquista social" el hecho de despenalizar el ASESINATO por cuestión de la edad de la víctima. ¿La próxima "conquista social" cual será, despenalizar el asesinato de los mayores de 60 porque no son 100% productivos?.
Esto es PROGRESAR, con todas sus letras.
Esto es lo que nos prometían con su IMPLEMENTACIÓN DEL SOCIALISMO.
Este es el preámbulo de la decadencia y de la Camboya socialista:
MATAR, MATAR, MATAR, MATAR, MATAR (y la tentativa de ASESINATO SILENCIOSO MASIVO es tan burda que ni la contínua PERVERSIÓN DEL LENGUAJE de la que la RELIGIÓN NECRÓFILA hace gala puede esconder esta vez sus crueles e intrínsecas intenciones).
Una vez más, se pone en evidencia la máxima antihumanista:
¡¡¡SOCIALISMO O MUERTE, VALGA LA REDUNDANCIA!!!

Isidoro Lamas dijo...

Es curioso que quienes con más ahínco niegan los bienes de la vida o los apuntan en la cuenta del Diablo sean los que pretendan erigirse en portavoces de la vida.

Pero señores, al contrario de lo que sostiene la Biblia... Dios no es la vida. Y cualquier ley que parta de semejante supuesto será propia de una sociedad atrasada con querencias teocráticas.

Anónimo dijo...

La obsesión del clero por los anticonceptivos y la obstetricia es un efecto secundario del voto de castidad. El deseo reprimido crea resentimiento y envidia hacia quienes lo disfrutan. El aborto no es pecado porque se mate a un ser humano. Es pecado porque elimina las pruebas de una tórrida sesión de sábanas, sudor y gemidos. Facilita el disfrute del sexo y el adulterio.

Un embrión no es más persona que mi dedo pulgar, por muy humanas que sean sus células.

Peter dijo...

Dice Pascual: "a todos nos duele la imagen de una adolescente abortando" ¿Por qué? Según nuestra sacrosanta ciencia (qué bien nos viene para no tener que pensar mucho más allá), abortar en los primeros meses queda reducido a una simple operación de eliminación de ciertos quistes indeseables.

Desde este punto de vista me parece que los 16 años se quedan cortos. Habría que rebajarla a los 14 o incluso antes.

El Estado debería velar por estas jóvenes ante la "irreversibilidad" - Pascual dixit- de la situación.

Desde el momento en el que se piense que lo contenido dentro de la adolescente no es apenas "nada", todo es posible para asegurar nuestra felicidad terrena. Una prueba más del hedonismo actual. No problemo jefe.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Creo que el Anónimo de las sábanas y los gemidos ha hablado con una sinceridad irreprochable. La sexual debe de ser la única libertad incompatible con la responsabilidad, tal vez porque es la más animal y la menos libre. Cedan todas las sutilezas metafísicas ante el hormigueo en los testículos.

Amigo anónimo, te propongo que te cortes el pulgar y todo aquello en ti que no sea persona. Veremos con qué te quedas al cabo de la poda.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Es curioso que quienes con más ahínco niegan los bienes de la vida o los apuntan en la cuenta del Diablo sean los que pretendan erigirse en portavoces de la vida.

Mucho más curioso, Isidoro, es que el resultado demográfico de tu vitalismo báquico sea un crecimiento negativo.

Isidoro Lamas dijo...

¿Hay algún bien en el crecimiento de la población? ¿Cuál es ese? Yo lo desconozco.

Libertariano dijo...

Pascual, tu experimento mental me ha hecho cambiar de posición... en cuanto a la edad para considerar responsables jurídicos a los individuos. De los 16 a los 21, por lo menos.

Ahora en serio, podría haber una posición intermedia, aristotélico me he levantado: que no hiciese falta la autorización paterna pero sí el conocimiento paterno (y materno, que no se enfaden las femis).

De esta forma se mantendrían los dos presupuestos de ambas posiciones: que la decisión del sujeto más implicado sea el relevante y, por otra, que los padres estén de alguna forma involucrados en el tema.

Y es que como ha subrayado Tim Harford, y mi alumna ha contado dsde su propia experiencia, el hecho de que los padres tengan que dar su consentimiento, o al menos tengan que conocerlo, funcionaría al modo de anticonceptivo intangible.

No tengo datos Isidoro pero dado el clima hedonista en el que se desenvuelve el furor adolescente seguramente el empleo del aborto como medio "anticonceptivo" se está disparando (los epicureos miramos a los hedonistas con cierto desdén DD )

En cuanto a que si es humano el embrión. Pues sí, pero desde mi punto de vista es por analogía más parecido a una célula cualquiera. Lo que sucede es que ese conjunto de células llega un momento de complejidad estructural que hace emerger una cualidad nueva: el ser humano propiamente dicho, susceptible de que le atribuyan derechos.

Los cristianos creen que un embrión es distingo de una célula y que es un ser humano ya porque asumen una explicación religiosa: Dios le ha puesto un alma. Pero ese es un argumento particular a una ideología, diferente del argumento filosófico de la complejidad que hace emerger propiedades antropológicas y morales que antes no estaban.

Un saludo

PD. A Hitchcock le iban los necrófilos: Scottie Ferguson, Norman Bates...

Anónimo dijo...

Aunque lo trate únicamente al final, y no sea lo más importante del post... ¿por qué elige al Dr. Manhattan en lugar de a Rorschach?

Un saludo.

Pascual González dijo...

Santiago, por supuesto que los padres deben ser notificados. Dar a una adolescente el poder de elegir no significa hurtar a los padres también el derecho a ser informados sobre lo que hacen sus retoños.

No sabía que el argumento de la notificación parental como elemento disuasorio era de Hartford. El caso es que esta misma semana había leído sobre ello, pero no recuerdo en qué página. Es lo que tiene la blogocosa, que las ideas van rebotando de unos sitios a otros.

Libertariano dijo...

La solución de Manhattan es en realidad la de Hiroshima. En el comic está planteado de una forma muy radical, en el límite, el conflicto entre una ética de la responsabilidad (Manhattan) y una ética de la convicción (Rorscharch)

Fíjate que he citado a Manhattan y no a Ozymandias porque la justificación de éste es meramente megalomaníaca. Pero la de Manhattan es estrictamente racional.

Rorschie puede, como Kant, presumir de que "fiat justitia et pereat mundus", pero Manhattan, al que aún le queda un atisbo de interés genuino por la humanidad, no puede dejar de contemplar las consecuencias de una guerra de armamentos ad infinitum.

Ok, Pascual, compro tu enmienda, "notificación sí, consentimiento no" ¿Lo hace así el proyecto de ley?

Naturalmente en la película está esbozado muy suncitamente el dilema moral, que daría lugar para un curso entero...

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Isidoro, es como si me preguntaras si hay algo malo en que nos extingamos. Malthus se ha revelado como un falso profeta, aunque todavía no falten quienes le invocan. Hobbes dijo que el bien temporal del pueblo se fundaba en la multitud, la comodidad de vida, la paz interior y la defensa contra el poder extranjero. Pues bien, sin multitud no hay florecimiento del comercio ni, por tanto, civilización y comodidad; sin comodidad se produce un descontento generalizado que afecta a la paz interior; y sin ésta las fronteras son mucho más vulnerables a la amenaza externa. Si no mantenemos la tasa de relevo generacional cavamos nuestra propia tumba.

Por lo demás, la planificación familiar es contraria al interés general también desde la perspectiva de la mejora de la raza (contemplada en los supuestos legales del aborto, aunque con otras palabras más adecuadas a la mentalidad socialista). Hay millones de abortos en el mundo al cabo de los años. Por ley estadística, si 1/100 de los nacimientos diera a un genio, estaríamos renunciando a muchos de ellos al permitir el aborto libre. Digo esto no porque me parezca una razón concluyente contra esta política, sino para indicar que es falso que tal proceder se justifique en motivaciones eugenésicas, es decir, de mejora de los individuos de la sociedad por selección artificial. La libertad concedida a la madre arruinaría dicha planificación social, subvirtiendo sus fines. A no ser que quiera argumentarse que es preferible a la existencia de un genio y un disminuido la inexistencia de ambos.

Anónimo dijo...

http://psicopanadero.com/wp-content/uploads/2008/06/soylent-green-1.gif

Zelig dijo...

El resultado más habitual de un embarazo suele ser el aborto espontáneo: entre el 50 y el 75% durante las primeras semanas, antes de que el embarazo pueda ser detectado.

De los embarazos que pueden ser detectados, a partir de la semana 7ª, un 10% suelen acabar en aborto espontáneo.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Habitual es morirse. Lo malo es cuando te matan.

Zelig dijo...

Ya, pero no veo a los que comparan el aborto con el infanticidio muy preocupados por estos altos índices de "mortandad infantil".

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Uno tiene derecho a preocuparse cuando sabe cómo ocuparse. Antes de perseguir la utopía biológica o tecnológica, cumplamos con los estándares morales y éticos. El resto es hipocresía.

Anónimo dijo...

Cuando los argumentos de una persona justifican los dogmas y tradiciones de su religión, a menudo se debe a que las conclusiones preceden a las premisas.

Esto se hace especialmente evidente cuando la jerarquía eclesiástica rectifica en un punto y de la noche a la mañana la feligresía más sesuda cambia de parecer.

John Galt dijo...

El aborto es la eliminación de una vida. Si buscamos un criterio racional es el único que existe. Lo demas es superchería justificativa.

Si la vida depende del interes de terceros. Entonces loado sea Stalin y su eliminación de los campesinos ucranianos por medio del hambre. ¿Cuantos fueron 8 millones?

En el tema de "Watchmen", creo que el "Enmascarado", es la honrradez sin vuelta de hoja, los principios decimonónicos frente a la relatividad de la segunda mitad del siglo XX. Cualquiera de los personajes interpretados por John Wayne frente a cualquiera de los personajes intepretados por... no se me acabo de quedar en blanco.