"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

miércoles, mayo 20, 2009

Cine y aborto

Hace meses que está programada, pero ha querido la casualidad que la presentación que voy a hacer esta tarde de 4 meses, 3 semanas, 2 días, en el curso sobre Cine y mujeres organizado por el Centro de Profesores "Sierra de Córdoba", haya coincidido con la polémica suscitada a propósito de la nueva ley sobre el aborto impulsada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.


PD. La ministra Bibiana Aído la ha armado cuando ha revelado que cree que un feto es un ser vivo pero no es un ser humano. El lenguaje nos confunde en ocasiones. Mi hígado es humano pero no es un ser humano. En este sentido estaría de acuerdo con la joven pero me temo que no suficientemente preparada ministra. Porque a continuación apostilló que "considerar a un feto ser humano no tiene ninguna base científica" Luego ha aclarado que considerarlo "no humano" tampoco tiene una base científica. Y, por tanto, sólo caben "creencias personales, religiosas o ideologicas" O sea, bullshit. Que alguien que revela dicha falta de disquisición esencial sobre el papel que juega la ciencia, así como sus límites, en el debate público no puede ser la principal responsable de una nueva ley sobre algo tan peliagudo como es el aborto. Es evidente que la ministra considera a la ciencia, lo que ella entiende bajo el epígrafe "ciencia", como si fuera una religión. El cientificismo ramplón nos acecha (se presenta el oyente como ateo "porque sólo cree en lo que ve") Os dejo un texto ejemplar de Carl Sagan, un científico por cierto que sabe pensar más allá de la ciencia aunque basándose en ella, acerca de cómo pensar estas cuestiones tan complejas

8 comentarios:

Cerco Pya dijo...

A mí sólo se me ocurre un palito que echar al fuego.
¿Es un gusano de seda una mariposa, no. ¿Es una crisálida una mariposa?, no. ¿Es una mariposa una mariposa? Sí. ¿Son los tres un lepidóptero?, ¡¡sí!! Es decir, tendemos a confundir el resultado final, o la especie, con las fases intermedias de su formación.
Para mí un óvulo recién fecundado es tan ser humano como el viejito que acaba de morir, sólo se trata de diferentes fases del proceso. La información íntegra está ahí, la composición, ADN y todas esas zarandajas.
¿Es un niño de 2 años un ser humano? ¿y uno de 13 en plena edad del pavo? ¿y otro con síndrome de Down con falta del cromosoma ese? ¿Y un hombre normal de 45 años? Si nos atenemos a la opinión de la científica Aído, ninguno de ellos sería un ser humano pues todos están incompletos, todos ellos están en fase (mayor o menor) evolutiva, con sus carencias, sus perspectivas que pueden o no desarrollarse pero aún no desarrolladas.
En este caso la ministra tendría que reconocer que el único ser humano es el viejo que acaba de morir porque es el que terminó su fase evolutiva de forma completa; pero tampoco, porque como ya está muerto... ¿y 5 segundos antes de fallecer?
Cuanta gilipollez científica para explicar algo que es tan natural, somos seres humanos desde el inicio porque somos producto de dos seres humanos con información físico-química humana. Las diferentes fases es como hablar de la luna, ¿por qué la luna nueva iba a ser menos luna que la luna llena?

Mary White dijo...

Ningún adolescente es un ser humano... aunque nadie se atreva a decirlo...

La Ministra utiliza ese argumento, que no se legisla la moral, y a pesar de lo que la detesto, coincido en ese punto.
Y no creo que mucha gente identifique el ser humano, o mejor dicho la "humanidad" (recuérdese, lesa humanidad, humanismo...) en función de la pertenencia a la especie humana... como la mariposa es lepidóptero.

Libertariano dijo...

Lástima que no pudieras asistir Revertiano a la sesión porque aunque estuve muy diplomático al final no hubieramos "líado". Y es que como dice Mary no hay que confundir la hominización, el equivalente lepidóptero que empleas, con la humanización. La ministra se hace ese lío, cuando apela a la ciencia (sic) en el debate antropológico para acabar con la discusión.

De hecho, para complicar más la cuestión, ademas de que se puede ser una cosa humana sin ser un ser-humano -mi hígado, un embrión (bajo mi punto de vista)- también se puede ser un ser-humano sin ser una cosa humana (ver Inteligencia Artificial, Blade Runner, etc.)

Hay tres criterios fundamentales para decidir (¡¡decidir!!) la humanización, ¡que no hominización, sra. ministra!, de un embrión-feto:

1. la concepción (ahora los partidarios de este criterio echan mano del ADN, antes de esa cosa llamada "alma", vamos mejorando)

2. la viabilidad (la ministra lo citó. Muy peligroso retóricamente para ella. Curiosamente no le han atacado este punto flaco de su argumentación los antiabortistas)

3. la neuralización (ver Sagan)

En cualquier caso, lo que sí sobran son los calificativos gruesos. Ni los pro life son una panda de ultraderechistas al servicio de la Conferencia Episcopal (el criterio 1 es muy bueno, y si vale, con menos fuerza, para los chimpancés también vale ahora), ni los pro choice son una pandilla de feministas asesinas.

Saludos

Anónimo dijo...

¿Qué hacemos con las mujeres que abortan? Me parece mucho más interesante este asunto. Negrito.

Libertariano dijo...

Esa cuestión que planteas no la trato en el ppt porque era el asunto principal de la película de Mungio y se trató en el debate.

No es "más interesante", sino igualmente "relevante". Lo que sucede es que un asunto subordinado a la cuestión de cómo categorizas al feto. Es la diferencia que hay entre extirpar un órgano y asesinar a una persona.

Una de los aspectos positivos de una ley de plazos es que deja claro la distancia sideral que hay entre matar a un feto con tres meses y matar a otro con ocho o nueve meses. Y, en consecuencia, no se puede tratar de la misma forma a la madre que hace lo primero que a la que hace lo segundo.

También hay que tener en consideración que las mujeres no estén desprotegidas. En general, el Gobierno de Zapatero está tratando el asunto con una ligereza, una irresponsabilidad y una ignorancia extrema. En su línea, vamos.

Anónimo dijo...

Reverteriano dice: "La información íntegra está ahí, la composición, ADN y todas esas zarandajas".

Pues no, no está ahí. Aún considerando el organismo como un sistema cibernético, su desarrollo requiere mucha más información de la que porta el ADN. Esa información emerge como un nivel de organización nuevo y sus propiedades no son reducibles a los mecanismos de traducción de genes en proteínas.

Con la conciencia ocurre otro tanto. El mundo fenoménico que experimentamos está organizado a un nivel lingüístico y simbólico que surge de la interacción social y es no reducible a los intercambios químicos y eléctricos entre las neuronas.

De hecho las neuronas, las moléculas de ADN y cualquier otro personaje de la literatura científica no dejan de ser elementos de ese mundo simbólico que experimentamos. Desde este punto de vista el emergentismo es una pescadilla que se chupa la polla, pero resulta bastante coherente.

A las opciones que numera Santiago habría que añadir al menos una cuarta: La adquisición del lenguaje. Para mí un cuerpo humano es una persona cuando se adquiere un mundo al aprender un idioma.

Masgüel.

Libertariano dijo...

Sin duda, Max, ese criterio también podría ser el decisivo. Pero estarás conmigo en que se iba a armar. Pensé en comentarlo, haciendo referencia a las discusiones que establecía el Dr. Cyrus en El planeta de los simios o teniendo en cuenta El pequeño salvaje, pero iba a ser mucho rizar el rizoma...

Anónimo dijo...

Simple cometemos suicidio en masa y asi, sin nadie que discuta, habra terminado la discucion.
Pero asi terminas con la especie humana.
¿Pues que de eso no se trataba el asunto?