"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, septiembre 28, 2009

Un positivo para Almudena Grandes

Este fin de semana la mujer, novelista y próximamente productora cinematográfica Almudena Grandes ha debido darse un atracón de Hayek. Su argumentación es tan clara y diáfana a favor de las mujeres que no parece feminista.

"... dentro de nada tendremos películas de mujeres a porrillo. Su calidad será intercambiable con la que consigan los hombres. Las buenas serán pocas. Las malas, muchas más, demasiadas para haber jugado con tanta ventaja, suficientes para arrastrar el desprestigio de todas."


No sólo es que la discriminación positiva sea injusta, es que es contraproducente con las mujeres que están realmente capacitadas al extenderse automáticamente la sospecha de la incompetencia subvencionada.

También en El País, el cirujano Pedro Cavadas explicaba a los lectores socialdemócratas que "Las subvenciones crean vagos" De lo que resulta sistemas productivos, tanto cinematográficos como sanitarios, a la cola del pelotón.

Sigue Grandes:


"... equivale a reconocer una minusvalía tácita en los miembros del colectivo al que, en teoría, se pretende proteger... no sólo es injusto, también es indigno. Y, lo que es peor, además es contraproducente."

Un ejemplo de subvención que crea vagos o incompetentes es el Ministerio de Igualdad a cuyo frente está Bibiana Aído que comparó las ayudas a las mujeres con las ayudas al catalán. La comparación de la ministra es oportuna aunque el corolario de la misma es precisamente el contrario del que ella piensa. ¡Qué oportunidad ha perdido nuestro gótico y campanudo presidente para hacer un Gobierno más románico y austero!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, vale, bien... Ahora lo que le falta es continuidad.

Veremos lo que le dura esta forma de pensar. ¿Hasta la próxima vez que se acerque a una subvención? No sé, se admiten apuestas.




John W.

LouReedCensored dijo...

Almudena Gigantes. Explícitamente, claro.

Anónimo dijo...

Las feministas de la generación de la tal Almudena, es la generación de feministas (que como madres, profesionales, artistas, etc.,) ha arengado hasta el extremo a la actual generación de las Aidos, Pajines, etc., conminándolas a pensar y a realizar aquello de lo que ahora les critican.

...lo que demuestra que el nivel de hipocresía hembrista que tiene la generación de mujeres a la que pertenece esta dama... es inmenso. Esta dama no se queja tanto por las acciones de las Aidos, como porque del feminismo de la actual generación de hembristas existentes en todos los partidos, son las mujeres en general las perjudicadas. Mientras sólo lo éramos los hombres... las “almudenas” callaban.

Y eso que esta Almudena vive tanto profesional y socialmente una situación de privilegio... pero existen muchas mujeres de su generación, que están viviendo a través de sus hijas en la privacidad de sus familias (la mayoría monoparentales), el miedo en sus propias carnes de los monstruos que han creado. Es una pena que este maltrato familiar no lo denuncie el feminismo mediático (perdón, se me olvidaba que todo maltrato de mujer a mujer... no es violencia de género (aunque si Del género interfemenino).

¡Venga Amudenas, animaos a lanzar una nueva ley, en este caso “de violencia DEL género” contra las mujeres que os maltratan! Ya sabes, tolerancia cero.

...os habéis ganado a pulso vuestras propias desgracias... y no han hecho más que empezar ¿o piensas que la actual generación de las Aidos y Pajines no serán superadas en radicalización por sus hijas?

Pablo el herrero

Anónimo dijo...

Hola,

El título de su post no me convence. atribuye a Almudena Grandes una autoridad en la opinión de la que carece.

Escritora mediocre. Lectora brillante. Mejor crítica por tanto. Carece de conocimiento sobre cine pero parece que sí de igualdad. En fin, una tertuliana salta al ruedo para hablar de lo que no sabe (como su patón de matemáticas de hace unos meses).

Buen blog.


Maqrol

Clochard dijo...

Qué curioso que las defensoras de las cuotas las defiendan para entrar en el parlamento, o para entrar en las direcciones de empresas, pero nadie lo haga para subirse a un andamio.

Uno Que Comenta dijo...

Oiga, Sr. Navajas, que en la entrevista, Pedro Cavadas aunque dice que las subvenciones crean vagos, afirma que es partidario de un sistema sanitario público. Lo digo porque como usted suele defender el modelo estadounidense, ese que es extraordinario para quien tiene dinero para pagarlo pero inexistente para 47.000.000 de estadounidenses, es decir, para un número de personas que supera la población de un país como España. Y permítame dudar que en un país como Estados Unidos haya 47.000.000 de vagos que no se lo pueden permitir simplemente porque no les da la gana. Todo el mundo quiere lo mejor para sí, pero alcanzarlo aún incluso en sociedades como las actuales es imposible. Siempre que hablemos de sociedades claro, de países, otra cosa es si hablamos de que cada cuál vaya por su lado y a su bola, ¿Para qué entonces la noción de sociedad, de país si uno no espera nada del que está al lado? Un sistema sanitario privado al alcance de todos es de momento tan irreal como un sistema sanitario público para todo el mundo.
Como no me conformo con ambas posturas, por el momento yo sigo esperando alternativas razonables y viables. No sé usted.

Libertariano dijo...

El sistema sanitario americano se suele describir en España basándose en mentiras y sesgos intencionados lo que dificulta el análisis.

En Libertad Digital han desmantelado las usuales falsedades al estilo de los "45 millones":

http://exteriores.libertaddigital.com/para-entender-la-oposicion-al-obamacare-1276236977.html

http://revista.libertaddigital.com/la-sanidad-olvida-a-los-pobres-en-eeuu-1276230142.html

http://www.libertaddigital.com/opinion/walter-williams/hay-que-socializar-la-sanidad-46237/

Seguramente sería posible reformar el sistema sanitario yanqui para hacerlo más eficiente, pero el programa socialiador de Obama obedece más a un programa ideológico que lógico.

Para el caso español, la cosa está peor:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/sanidad/espanola/nivel/paises/estudio/europeo/elpepusoc/20090928elpepusoc_11/Tes

El sistema español no es sólo malísimo sino insostenible. Así que en Europa se irá cada vez más hacia sistemas de seguros privados y un sistema público basado en el copago. Por ejemplo, Holanda, que es mi modelo de país liberal en todos los sentidos.

Uno Que Comenta dijo...

En uno de los artículos reseñados por usted se da ha entender que varios millones de personas en EEUU, con lo cual ya se está aceptando que hay una importante cantidad de personas sin seguro privado, no tienen acceso a sanidad básicamente porque no les da la gana apuntarse al sistema público existente al que tendrían que optar de todas formas porque para el privado no les llegaría de todas maneras. Sinceramente, permítame poner en duda que sea porque no les da la gana o por simple desconocimiento. Entiendo que le conceda veracidad a las informaciones y datos del medio de comunicación en que trabaja, porque si no mal vamos. Pero de ahí a aceptarlo todo, es como pretender creerse las majaderías que Michael Moore vierte en sus documentales sobre el asunto, y con los cuales por cierto, se está forrando a base de bien.
Por otro lado, si hablamos de precios, se supone que la sana competencia haría que éstos bajasen y aún así habría gente que no les llega por sus sueldos, y me refiero a gente que trabaja, evidentemente.
Pero, teniendo en cuenta que en general no se está demasiado en desacuerdo en el camino a seguir, y lo digo por la mención a Holanda y tal, no entiendo a que vienen esas acusaciones de "Comunismo" por parte de ciertos sectores cuando de las cuestiones públicas se trata. Supongo que será por la misma razón (cuestiones ideológicas) por la que no me explico también que haya acusaciones de "Fascismo" cuando de mejorar algo público con el copago por ejemplo se trata. Aunque lo llamativo para mí es que eso se haga desde medios de comunicación. Porque a los políticos al fin y al cabo (y me refiero al 90% aproximadamente, así a ojo de buen cubero), los conocemos, sabemos de qué pie cojean, qué es lo que en realidad quieren y les pone, eso que tanto les gusta y los vuelve locos. Pero los medios de comunicación...

El Miope Muñoz dijo...

Que pícaro. A usted lo que le gusta es BIBANA, SO LIBERAL.

Anónimo dijo...

Para Clochard.
Tampoco se subvencionan "cuotas" para favorecer que los hombres trabajen más en servicios de limpieza, ni de secretarios...Y eso que el paro apremia, pero no tanto.

Y obviamente, con toda la preparación que tienen las mujeres (porcentaje muy superior a hombres en carreras universitarias) no te parece un poco "cantoso" que se slo se consiga la paridad en muchos ámbitos gracias a nueva políticas?
Y es que la mano que mece la cuna, precisamente NO es la mano que domina el mundo.

Clochard dijo...

No, no me parece cantoso. Explico por qué. El proceso de libertad social de las mujeres es un proceso histórico. Lo que se parece no tenerse en cuenta muchas veces es que la causa fundamental de este proceso está en la base y necesidades socio-económicas: el gran liberador de las mujeres en Occidente no fue (por mucho que se diga) el feminismo, sino la estructura del mercado laboral. Cuando los Estados Unidos entraron en la II Guerra Mundial, una masa ingente de mujeres empezó a trabajar fuera de su casa. Si tienes dinero por ti, puedes ser independiente, y vas a tender a definir tus propias aspiraciones y comportamientos. Es un proceso gradual, pero inevitable a partir de lo fundamental: tener un sustento propio garantizado. Lo mismo pasó en España, aunque más tardíamente y en menor proporción. Por eso la «gran revolución femenina» en España no fue la de las cuotas y el palabrerío de «género», sino la del desarrollismo de los 60-70. Aunque la mayoría de estas mujeres que empezaron a independizarse reprodujeran (como gusta decirse ahora) los roles tradicionales (como gusta decirse ahora). Los reproducían, sí, pero estaban en el camino de dejar de reproducirlos, y —sobre todo—, estaban en la situación para que sus hijas no los interiorizaran como naturales.

Lo de las cuotas se basa en una suposición que parece lógica (digo parece) pero que continúa sin demostrar, o por lo menos sin evaluar: grosso modo, que viendo a muchas mujeres en la tele mandando, la gente se acostumbrará a la normalidad de que una mujer esté en situación de mando. La hipótesis no ha sido contrastada, en mi opinión, porque no interesa contrastarla. Primero: ¿por qué la relación causa-efecto es esa que se postula y no al revés? En mi opinión, es bien factible que suceda exactamente al contrario: que como las sociedades occidentales ya ven como normal que las mujeres estén en situación de mando, la incidencia «psicológica» de las cuotas en la población es cero.

Cierto que nadie pide cuotas masculinas para hacer de «chacha», pero eso no afecta a lo que he dicho, es decir, que la preocupación primaria que tienen las feministas para reclamar cuotas no es en el mercado laboral en general, sino específicamente en puestos de prestigio o de alta remuneración. Reclamación, además, para la cual no se especifican las condiciones en que la «discriminación positiva» dejaría de ser necesaria, ni se está evaluando la progresión de la percepción social de esta política (que debería ser el objetivo principal si fuera algo honesto). O sea, en definitiva, que se trata o bien de una medida propuesta con ingenuidad irreflexiva (posible) o bien de una medida propuesta por puro y duro «trepismo» social para beneficio de unas pocas y con la excusas de las «grandes causas» (que es donde se suelen amparar los trepas. Esto último es sin duda la motivación para un cierto número de feministas de postín, aunque no para todas: sin duda, las hay que no se enteran de la película, como en todo movimiento social.