Iván Pinto, que dirige la prestigiosa revista digital de cine La Fuga, me propuso colaborar, lo que le agradezco, en su monográfico sobre "Nombres del Pueblo. Cine & Política", en el que trazo (El cinematógrafo como bastión del capitalismo pop) a vista de pájaro la apuesta democrático-liberal del cinematógrafo como arte esencial del siglo XX.
La democracia liberal como sistema político, la economía de mercado como sistema económico y el cinematográfico como sistema artístico constituyeron entonces una santísima trinidad de acción comunicativa y comercial que iba a resultar demoledora contra el nacionalismo del Volk del fascismo y el internacionalismo abstracto del comunismo.
PD. Me perdí el vino...
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