"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

viernes, diciembre 04, 2009

Más allá de las imposturas intelectuales, de Alan Sokal


La reseña libresca en Libertad Digital no podía ser más oportuna. Se destapa la estafa intelectual más grande de todos los tiempos, a propósito del cambio climático, así que es un buen momento para recordar la broma intelectual más hiriente: el desvelamiento de las imposturas intelectuales en el seno de la filosofía postmoderna.





Pero al lado de los estafadores intelectuales de letras, los impostores intelectuales de ciencias son mucho peores: las consecuencias de sus mentiras, medias verdades y estadísticas afectan al método más potente de conocimiento que hemos adoptado, el científico, y en consecuencia a nuestra ontología. Los de letras son más inocuos, en general, aunque para compensar se tarda más tiempo en pillarlos (incluso Cal Lightman tendría problemas para interpretar el lenguaje corporal de un deconstructor de mentes)





11 comentarios:

JFM dijo...

No estoy de acuerdo sobre que las imposturas literarias on mas inocuas. Ahi esta el ejmplo del marxismo que esta´ basado en unos axiomas disparatados como la teoria del valor trabajo y en razonmientos disparatados como la baja tendencial de la tasa debeneficio.

Anónimo dijo...

¡Ay, estos posmodernistas y su afán por defender la propiedad intelectual! No tiene sentido, desde un punto de vista Ilustrado, Racional y Democrático! ¡A QUE NO!

Armando dijo...

También los nórdicos tienen su cuota de impostura.

Y las putas nos dejan claro que hay que defenderse, hit back.

Marzo dijo...

Hobre, Libertariano, podrías haber incluído en el cómic un enlace al XKCD original...

Anónimo dijo...

No seas cerdo, Armando. A ver si en nombre de la competitividad China, te doy el herpes.

Al Ayn Rand bloguero este, decir que The Wire o The Shield deben de ser posmodernistas porque son confusas.

¡Imposturas ja ja! Qué nota tengo, profe?

El Miope Muñoz dijo...

Es muy divertido darle la razón al gracioso (y deconstructor) Sokal parodiando a quien no se entiende Derrida. ¡Y llevando el lenguaje al extremo! ¡No se entiende, no se entiende, no se entiende, oscurantistas! Ah, pero la inquisición es Derrida ¿no? ¿Qué hemos leído de Derrida? ¿Cuántas páginas conocemos de su obra? El adjetivo, cuanto pesa.

Libertariano dijo...

Sokal no realiza ninguna "deconstrucción" (el palabro huele a podrido a estas alturas). Se limita, modesto el hombre, a continuar la tradición analítica de Filosofía. Por ejemplo, John Searle que le explicó detenidamente a Derrida que no había entendido nada de Austin. O, poniéndonos graciosos, como anticipó Wittgenstein cuando habló de cuando el lenguaje "se va de vacaciones y empieza a operar locamente, como una turbina que girase en el aire fuera de sus engranajes"

Con Wittgenstein, Popper, Searle, Austin, Chomsky, Quine o Carnap se podrá estar más o menos de acuerdo pero jamás se les podría objetar de impostores. Cuestión de tradiciones y de ética (y estética), supongo

PD. Qué emprendedoras las chicas malas danesas. En FAES les debían dar un premio...

Libertariano dijo...

Por cierto, le dieron el Premio Th. Adorno. Si el filósofo que escribió contra el oscurantismo místico de Heiegger levantara la cabeza...

Anónimo dijo...

Para Sokal "estilo liberal", el que os colaron durante dos años con el Quesitos.

http://hojamanchega.blogspot.com/2008/05/daniel-rodrguez-herrera-y-red-liberal.html

Masgüel dijo...

Precismente sobre ciencia y ontología hablaba Quintín Racionero en la mesa redonda sobre "Ciencia moderna y postmoderna" que se celebró en la fundación Juan March. Decía Racionero:

"La postmodernidad abre un espacio de provisión de tesis o de argumentaciones que, en la medida en que cuestionan un conjunto notable de seguridades preexistentes, hacen ineludible el debate sobre las mismas... no resultan ya acreedoras de seguir ostentando ese respeto incuestionable en que consiste su rol histórico específico...Facultan la aparición de múltiples opciones contrarias o simplemente sobrepuestas cuyo resultado no puede ser sino el debilitamiento de nuestros discursos sobre el mundo.

Cabría concebir tal vez la postmodernidad apelando a la definición kuhniana de tiempos de ciencia anormal, en la forma en todo caso ampliada por Rorty al marco íntegro de la producción de ideas, valores y patrones culturales. La realidad que esa definición menciona exige ser pensada, no en los términos dinámicos de un paso o un tránsito a un eventual nuevo paradigma, sino en los términos estructurales de una ontología pluralista tomada en sentido riguroso. Lo decisivo es esto. Que tenemos que acostumbrarnos a la emergencia de la pluralidad como expresión de la estructura del mundo."

Evidentemente no espero que esto sea aceptado por un individio que, como Sokal, aún defiende un criterio de verdad como correspondencia.

No entiendo la animadversión con que ha sido recibido el pensamiento postmoderno si no como una reacción a ese debilitamiento del rol social que ostentan determinados discursos. En modo alguno veo que el quehacer científico se resienta por la puesta en cuestión de sus presupuestos ontológicos y epistemológicos. Al contrario, con Feyerabend, pienso que ese nuevo ámbito de problematicidad no hace sino enriquecerlo.

Javier dijo...

Lo bueno, o malo según se mire, es que está abierta a contradecir lo que se defendía ayer. Un nuevo descubrimiento hace que todo lo anterior sea falso... y volvemos a empezar.