"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

viernes, marzo 05, 2010

Cómo ser de izquierdas (o de derechas) pero no idiota


Hace tiempo hablaba en el blog de Rebelarse vende, en el que Joseph Heath denunciaba las miserias culturales de los izquierdoides. En Libertad Digital reseño su último libro, Economía para los que odian el capitalismo, en el que desmonta las falacias económicas tan queridas a los enemigos del libre mercado, tanto a su derecha como a su izquierda. Ya me había referido también a dos documentales que pone como ejemplo de la indolencia intelectual de la izquierda post-marxista y había enlazado un capítulo del libro.




3 comentarios:

Gerard dijo...

Creo que te
gustará:http://gerardodelucas.blogspot.com/2010/03/bunbury-y-un-indie-liberal.html

Este fin de semana, leeré tu artículo en LD y el de Agapito que tiene buena pinta. Saludos

Masgüel dijo...

Muy buen artículo, sí señor. Lo peor de pegarse uno etiquetas es que arrancarlas cuesta un güevo. Conviene dejar siempre abierta la posibilidad de estar equivocado y revisar propuestas alternativas buscando la viga en el ojo propio, que del ajeno ya se encargan los demás. Para los conservadores de todo signo, la flexibilidad mental es un defecto y desprecian a los que cambian de parecer.

Lo que no se mueve, calcifica.

P.D. De todas formas, para apearme del burro del relativismo cultural y la defensa del medio ambiente, me tienen que lanzar piedras más gordas.

Plauto dijo...

A ver para cuando alguien de "derechas" que se avergüence de la corriente mayoritaria en su tradición intelectual! Eso si que seria una verdadera novedad.

Si en este país hubiera un verdadero libre mercado iba a haber tantos liberales en la "derecha" como dedos en la palma de mi mano.

En cuanto al señor Heath, puede etiquetarse como quiera, pero ese tufillo economicista que destila su libro, donde toda la compleja realidad de las sociedades humanas queda supeditada a una, pero podría ser cualesquiera, teoría económica, esta tan lejos de la corriente critica donde ahora mismo se esconde la verdadera "izquierda", como lejos está la comprensión en muchos liberales de que solo integrado equilibradamente en la totalidad de la cultura, un mercado puede ser autentica y revolucionariamente libre.