"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

jueves, septiembre 16, 2010

Sarkozy no es racista, es ordenado




Convivir con gitanos rumanos es todavía más difícil que hacerlo con payos españoles.  Lo digo por experiencia.  Hace unos años los de la etnia de los dientes de oro y las faldas de largo vuelo hasta los tobillos vinieron a instalarse en mi barrio y casi provocaron que los autóctonos los linchasen.  Arrojar la basura a la calle a cualquier hora y de cualquier forma o parasitar las líneas de teléfono y electricidad de los vecinos eran algunas de sus indómitas y peculiares costumbres.  Otra era andar por la noche con sospechosas barras de hierro rondando los coches aparcados.  Sin embargo...  a una de las más jóvenes, una chica de unos doce o trece años que se ocupaba de la patulea infantil mientras el resto de la tropa estaba mendigando con los bebés en brazos, en una ocasión la vi acarrear una bolsa de basura hasta el contenedor preceptivo.  ¡Incluso lo abrió para depositarla dentro!  Hay esperanza, pensé.  ¿Qué habrá sido de aquella chica?  Luego nos enteramos de que las familias rumanas habían sido contratadas por una constructora española para hacer mobbing inmobiliario en una operación para construir un hotel de lujo.  Aquí, el que no corre, vuela.

Los españoles no se distinguen precisamente por su amor a la limpieza y a la convivencia cívica.  Si me dieron ganas de llorar viendo como la rumanilla parecía haber comprendido el concepto "cubo de basura", cuando veo a una señora española recogiendo la caca de su bull dog francés me dan ganas de aplaudir.  En sentido contrario, cada vez que me topo a las manadas de adolescentes patrios en una plaza con bolsas del Mercadona llenas de cocacolas y güisquis, entorno los ojos imaginándolos entrando en una cámara de gas.  Por no hablar de cuando se recorre la costa mediterránea viendo las aberraciones urbanísticas que han cometido los indígenas con su territorio... uno participa de la indignación de Charlton Heston al final de El planeta de los simios: ¡Malditos!

Como sucede con los gitanos rumanos a un español le puedes explicar un millón de veces que orinar en la calle está muy feo o que hablar por el móvil  con la novia durante una hora (maldita cobertura) en un vagón de tren puede ser muy molesto para los que le rodean que le importa un bledo.  Me diréis que no todos los españoles son iguales... Lo mismo se podría aplicar a los gitanos.

Después de siglos de expulsiones, asimilaciones forzadas y un par de genocidios las naciones europeas han conseguido ser aceptablemente homogéneas, razonablemente parecidas a sí mismas.  A veces fantasean los narcisistas de la diferencia con peculiaridades intraducibles, como los catalanes que presumen de no españoles, pero no hay más que ver a alguno de sus más egregios representantes, de Joan Laporta a Salvador Sostres pasando por Carod Rovira, para darse cuenta que a los ojos de un francés, pongamos por caso y sin irnos muy lejos, son indiscernibles de un extremeño tipo Rodríguez Ibarra: tan simpáticos y festivos como cerriles y cejijuntos.  Sin embargo, la construcción europea lleva lógicamente a la ruptura de dichas identidades para crear un crisol de divergencias sólo limitadas por los derechos fundamentales.  Muchas sensibilidades se van a sentir heridas ante la emergencia de modos de vida alternativos hasta ahora condenados a los "armarios" de la marginalidad y el silencio.  Por ejemplo, cada vez que veo un capítulo de Big Love siento temblar un pilar de la tradicional monogamia occidental



Sarkozy está revelando su auténtico fondo conservador a despecho de ese liberal que decía ser.  No es de extrañar que The Economist haya pensado en El increíble hombre menguante a la hora de calificar su política económica o de anti-inmigración, selectivamente anti-gitana.  Pero no creo que el judío Sarkozy sea racista.  Simplemente es ordenado, como en el chiste.  Y este instinto por el orden es algo transversal a las opciones políticas.  En España la comunista-ahora-socialista-siempre-en-poltrona Rosa Aguilar también echó a los gitanos rumanos de Córdoba porque al parecer en la ciudad de las Tres Culturas no cabía una cultureta más...  En Alemania el socialista Sarrazin clama contra la perdida de germanidad de Alemania a manos de los prolíficos vientres de las turcas.  De nuevo en Francia, jacobinos de todo pelaje están de acuerdo en prohibir el burka en nombre del paternalismo benefactor.  En Nueva York, el movimiento cristiano conservador del Tea Party se siente tan ofendido en su sensibilidad como progres neoyorquinos de toda la vida al estilo de Barbra Probst Salomon porque unos musulmanes pretenden edificar un centro cultural islámico cerca de la zona Cero...  Probst califica la construcción del Córdoba Center como algo de "mal gusto y falta de sensibilidad" y pretende que sus subjetivas valoraciones de pija judía con ínfulas de intelectual valgan más que los derechos civiles de libertad de culto, de asociación, de expresión, de vivienda, etc.  Eso sí, que no le toquen a Garzón porque aunque quizás haya vulnerado la ley el Juez Campeador resultaría un juicio de "mal gusto y falta de sensibilidad".

No es, insisto, un problema de racismo sino de capacidad de resistir la fuerza de la intolerancia hacia lo que nos desagrada.   Hay que desconfiar del "instinto de rebaño" que nos hace sobrevalorar lo que se considera "normal". Y, por otro lado, de paciencia para ganar tiempo y que las normas cívicas se vayan negociando y asimilando.  El populismo de Sarkozy y Berlusconi, esa forma de satisfacer los bajos instintos del hombre-masa, es una muestra de su irresponsabilidad como respuesta a su baja popularidad y las dificultades políticas de reelección con las que se encuentran.  El alcalde republicano de Nueva York, Bloomberg, es un ejemplo en sentido contrario.  En todo caso, si lo único que puede hacer Francia con los gitanos es expulsarlos -con buenas maneras, eso sí, no vayan a comparar a los jacobinos de derecha con los Reyes Católicos o con gente aún peor- y si Nueva York no es capaz de hacer respetar la legalidad y los derechos de ciudadanos que pagan sus impuestos por la sensibilidad torcida de unos paranoicos, mal vamos, porque a diferencia de lo que pensaba el buen burgués Goethe en una sociedad liberal no es preferible la injusticia al desorden.

13 comentarios:

El prisionero dijo...

Amigo Santiago: ¿todavía no te has enterado de que el término payo tiene un sentido despectivo, por no decir muy despectivo?

Supongo que lo liberal es rechazar términos despectivos u ofensivos con grupos humanos ajenos al nuestro, y asimilar alegremente los que ellos nos dedican a nosotros.

Otra cosa que me ha llamado la atención es la mención a las cámaras de gas cuando hablas de los jovencitos del botellón. Supongo que en ese caso, dado que son jovencitos de puro origen caucásico, es tolerable esa broma, pero ¿te atreverías a mencionar las cámaras hablando de los gitanos rumanos? Supongo que no quedaría bien, ni siquiera en broma.

Con respecto a estos últimos, tanto progres como liberales le afean la conducta a Sarkozy, pero el caso es que nadie quiere vivir cerca de ellos.

Evitemos la hipocresía en la medida de lo posible.

Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

¿Y que hacemos con la Cañada RealGaliana que a su paso por Madrid esta llena de chavolas?
Aqui empezaron a llegar los gitanos del Este en tiempos de Manzano y este no hizo nada y dijo que habia que esperar a ver si se integraban.
Efectivamente, la Cañada Real Galiana no esta llena de daneses,Son gitanos pero eso es solo una casualidad,ya que los daneses a lo largo del mundo son conocidos por su convivencia con la suciedad, robar el agua y la luz y mendigar.No como los gitanos, famosos por su honestidad y etica en el trabajo.
Todo por culpa de "conservadores" como Sarko.

Anónimo dijo...

Ojalá tuvieramos aquí un Sarkozy. Si yo fuera francesa, tenía mi voto sin duda. Seguro que habrá gitanos estupendos y blablablá, pero todos los que yo he tenido el displacer de conocer hay sido gente a la que es mejor no tener cerca.

octopusmagnificens dijo...

Estoy con el segundo anónimo. Los gitanos deben ser trasladados lejos del continente europeo. ¡Gitanos fuera de Europa ya!

Anónimo dijo...

No Octopus, Yo no he dicho que haya que expulsar a los "gitanos" fuera de europa.
Solo me he reido del gitano dueño del blog que pretende que comulguemos con ruedas de molino y que nos traguemos todo el buenismo estilo zp sobre esta cuestion,que dejemos de aplicar la discriminacion positiva hacia los gitanos etc etc
En mi opinion las expulsiones son una medida carisima para el erario publico.A veces imposible de practicar porque no hay ningun pais para acogerlos.Esa solucion solo hace que el problema vuelva a aparecer 3 meses despues unos kilometros para alla.
Solo hay que aplicarles la ley ,a los gitanos , a los durietanos o a los triptecanos y si se cachondean de la ley endurecerla.
No se puede poner una chavola donde te salga de los huevos,no puedes robar agua ni luz,no puedes vender fruta por la calle,no puedes mendigar etc etc y si te mueres de hambre porqe no quieres trabajar, te jodes ,que no va a veir Esperanza Aguirre a darte un piso ni una renta de insercion social.

Ian Curtis dijo...

Mira, Santiago, parafraseando a Víctor Manuel (esto me va a costar tres úlceras, y no por los gitanos): seré liberal, pero no gilipollas. No se me cae ni media lágrima por lo de Francia. Bueno, seré sincero: yo lo hubiera hecho. Bueno, seré más sincero: lo haría con los autóctonos, pero lamentablemente no se puede, tienen ciudadanía española y esas cosas. Pero con los rumanos... en 5 minutos. Simplemente porque es con los únicos que se puede, no por otra cosa.

Está muy bien pensar de una manera, pero si eso no te deja ver la realidad, mal vas, seas fascista, del PSOE o del Partido Humanista.

Ahora empiecen con lo de nacional-liberal y demás. Whatever.

El prisionero dijo...

Antes teníamos al progre bienpensante para decirnos cómo teníamos que pensar y qué postura debíamos adoptar, ante cualquier cuestión, para no ir al infierno de los fachas, donde solo hay llanto y rechinar de dientes. Ahora que aquella especie empieza a estar en retirada después de un período de hegemonía, tenemos una especie nueva: el liberal bienpensante.

Que conste que a mí Santiago me cae muy bien (y, por cierto, me gustó su artículo sobre Hegel en el penúltimo número de La Ilustración Liberal) pero eso no significa que lo considere un maître à penser en cualquier cuestión.

El prisionero dijo...

Perdón, el artículo al que me refería era sobre Heidegger, no sobre Hegel.

Anónimo dijo...

Secundo la opción de la cámara de gas para los botelloneros.

Libertariano dijo...

Me habían llamado muchas cosas en la vida pero lo de "gitano" es nuevo. Me gusta. Lo de "liberal bien pensante" también es nuevo pero me gusta menos, por lo de "bien pensante", claro.

Y Zp está de acuerdo con vosotros, horror...

Salustio dijo...

Jo, jo, jo!! Cría cuervos...

Anónimo dijo...

claro que no es racista, el racismo se aplicas a seres humanos, no a monos.

Anónimo dijo...

¿que clase de imbecil a echo esta puta mierda de pagina web?, no se publican los comentarios, podrias esmerarte mas cerdo asqueroso.