"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, enero 24, 2011

Fumar en defensa propia (o el prohibir es un placer...)

"Según Matthieu" es una interesante película de izquierdas.  De izquierdas porque ofrece una perspectiva de la realidad social en clave de lucha de clases.  Interesante porque no cae en el maniqueísmo burdo y la monserga de púlpito habitual en los cineastas "comprometidos" al estilo de Kean Loach, Fernando León, Robert Guediguian o George Clooney (los hay en todas las latitudes y para todos los gustos).  Su director, Xavier Beauvois, del que hablamos hace poco a propósito de "De dioses y hombres", es de los que se dignan respetar la inteligencia de los espectadores.



Lo que desata el drama laboral-amoroso en "Según Matthieu" es que al padre de una familia trabajadora es despedido de la empresa en la que llevaba años... ¡por fumarse un pitillo! Como vimos en "La clase", con el castigo a un alumno que había insultado a un profesor, los franceses aplican jacobinamente las leyes sobre los más débiles con el rigor y la fuerza con las que no se opusieron a los nazis...

La denominada "Ley del tabaco", preparada por Trinidad Jiménez y aplicada por Leire Pajín en una siniestra versión progresista del Ejército de Salvación, es un síntoma y un símbolo de la "tolerancia represiva" en la que estamos instalados. Para apreciar la catadura moral de esas salvadoras de nuestras almas y nuestros pulmones no hay que perderse el sarcástico retrato que hizo de ellas Joseph L. Mankiewicz en "Ellos y ellas"



Javier Marías publicó ayer en El País una zapaterina a propósito de esta ley y su carácter liberticida

"Pajín y Zapatero habrían estado a gusto en la España de Franco, en el Chile de Pinochet, en la RDA de la Stasi, lo estarían en la Venezuela de Chávez, en la Cuba de Castro y en el Irán de Ahmadineyad"

La "Ley del Tabaco" no es tal, ni siquiera contra los fumadores, sino que se trata de una nueva restricción en las libertades públicas y un recordatorio por parte de los gobernantes (amparados en una dictadura de la mayoría) de que pueden imponer por la fuerza y la represión de una determinada visión del mundo.  En la misma senda que la prohibición por parte del Constitucional del "homeschooling" (todavía peor que el "tabacazo"), la sempiterna ilegalización de algunas drogas (mientras el Estado sigue poniéndose las botas recaudatorias con las que sí tiene legalizadas), la caza de las prostitutas y sus clientes, la censura de las corridas de toros en Cataluña y RTVE...

El núcleo del argumento de Marías es que esta ley es prohibicionista e intervencionista. Es decir, obedece a una concepción del poder según la cual el Estado puede y debe imponer a los ciudadanos una determinada manera de actuar y de pensar.  Esta es una característica común a los conservadores y a los socialistas no liberales, que se diferencian, claro, en algunas de las imposiciones con la que tratan de sojuzgar a los individuos. De ahí su alusión a Franco y Honecker.

Por supuesto hay conservadores y socialistas "a fuer de liberales" (magnífica etiqueta de Fernando de los Ríos). Personas que conjugan sus sensibilidades conservadoras y progresistas con la visión liberal de que el individuo tiene una preeminencia ontológica y política sobre el Estado o cualquier otra institución de carácter social.  Entre los socialistas "a fuer de liberales" se encuentran Marías, Savater ("Veneno puro") o Francisco Rico ("Teoría y realidad de la ley contra el fumador"). Un ejemplo de gran conservador liberal fue Lord Acton. Entre los que en la actualidad se han opuesto a esta "Ley Seca" del tabaco, en Libertad Digital hay varios ejemplos (editorial: "Tabaco, o el Estado omnipresente").

Tanto Marías, como Savater o Rico, han tenido problemas por ese carácter contestario, rebelde, crítico e intempestivo (es decir, un talante genuinamente liberal) que los espíritus tolerantes a la vez que represivos, con Zapatero como exponente máximo,  confunden con la gastroentiritis.   Por el contrario, erigirse en tribuno de la minoría perseguida me parece un rasgo positivo y necesario en alguien que piensa por sí mismo y no se somete a los dictados de su tribu.

Luego, claro, estamos los liberales "puros", que ni les cuento...

En lo que disiento de Marías es en su alusión a que esta actitud liberticida e intervencionista no es genuinamente socialista. Por el contrario, "socialistas a fuer de liberales" son una minoría dentro de la corriente socialista que se ha caracterizado doctrinal e históricamente por la violencia, la represión y el pensamiento único como forma de hacer política. Los homosexuales (ver "Conducta impropia") o las mujeres que abortan han sido víctimas propiciatorias de la política genocida asociada a la búsqueda utópica de un "hombre nuevo" (ver "4 meses, 3 semanas, 2 días") y solo gracias a la influencia liberal el socialismo ha cambiado su política en estos casos. Mejor tarde que nunca.



Sin embargo, con el influjo de la histeria antitabaco promovida desde los EE.UU. (es típico de los izquierdistas antiyanquis copiar lo peor de aquel en general gran país, más comunitarista que liberal, por cierto, como ya vio Tocqueville) el socialismo dominante ha encontrado una nueva manera de sojuzgar políticamente correcta, criminalizando a los fumadores en nombre de "la salud pública", concepto que a alguien con un poco de conocimientos históricos debería hacerle temblar (y que con tanta ironía desenmascaró Eric Rohmer en "La inglesa y el duque")

Por otro lado, no me sorprende que la mayor parte de la población acepte cambiar libertad por un poco de comodidad o seguridad. Hace unos cuantos siglos escribió Boetie "De la servidumbre voluntaria" (descarga y lectura obligatoria). Y en eso seguimos...

PD.  Un añadido foucaltiano: es interesante la alianza de la clase médica con el poder represor. Como denunciaron Foucault y Szasz en su día a propósito de... la enfermedad mental, gran parte de los médicos (los neumólogos y los oncólogos) se han convertido en políticos fanáticos e intolerantes, confundiendo la medicina con la política siguiendo el paradigma de Platón.

Lo curioso es que han abandonado "el mito de la enfermedad mental", hoy los psiquiatras son mucho más tolerantes respecto a las "desviaciones" de la norma (salvo alguna excepción de la que Sostres o Dragó podrían hablar...), pero han abrazado entusiastas el "mito de la enfermedad física". Primero es el tabaco, luego será la grasa. O el azucar.  O Louis Ferdinand Céline (lean Viaje al fin de la noche mientras se fuman un puro a la salud infernal de este maldito y fenomenal escritor)


20 comentarios:

Álvaro Quintana dijo...

No olvidemos la colaboración de la "prensa amiga": parece ser que El País le solicitó un artículo a Carlos Herrera y luego lo echó para atrás por la postura profumadora del periodista.

http://espitolas.blogspot.com/2011/01/tarde-de-domingo.html

Abraham dijo...

Si a la gente le diera por masturbarse en los bares, ¿se discutiría tanto el tema? ¡Qué daño podría hacer!

Pienso que simplemente, la legislación se amolda a la moral predominante, y nuestra moral actual tiene un pilar importante en cierta visión del concepto "salud" (como del concepto "libertad" o "decencia"). Que vivir o morir, que ser libre o estar sano, sea más o menos importante es meramente coyuntural. A mí, mientras me dejen investigar qué es de verdad la salud, la libertad, el bien, la verdad...

En cuanto al dinero, siempre viene bien sacar unos eurillos de donde sea. Pienso que mejor del tabaco que del pan o la gasolina (¡ah, que sobre eso también hay impuestos... vaya! Me dedicaré a pasear por el campo... ¿también ahí rige la propiedad privada? Joder, pues por lo menos me dejarán suicidarme, ¿o es que la eutanasia también está mal vista?)

Yo lo único que sé es que ahora estoy mucho más a gusto en los bares... y cuando quiten la música que yo jamás eligiría, todavía mejor. (cerdo egoísta)

Anónimo dijo...

Abraham, hay bares donde masturbarse, simplemente no entras a ellos

Anónimo dijo...

¡Pero qué leches de decirle a la gente lo que tiene que pensar y hacer! Que no, que la gente puede fumar siempre y cuando no moleste ni dañe a otros. Que no nos enteramos, que fumar mata de verdad a miles y miles de personas al año, muchos de ellos en muertes largas y agónicas.

Así que por favor, dejémonos de hombres de pajas y de tonterías. Fume usted lo que quiera, pero no me mate.

Menudo post más malo y falaz...

Anónimo dijo...

solo gracias a la influencia liberal el socialismo ha cambiado su política en estos casos

Y previamente sólo el liberalismo gracias a la influencia del anarquismo pudo cambiar su política en los mismos casos o parecidos.

Max Stirner puso a liberales, socialistas y conservadores a caldo en su momento.

Chivo expiatorio dijo...

Santiago, muchacho, ya sabemos que los liberales "puros" sois la pera limonera, elfos resplandecientes con la melena al viento, intelectual y moralmente superiores, encantados de conoceros, y que si no os hacéis autofelaciones es porque no alcanzáis... Pero no es necesario que nos lo recuerdes siempre. A veces pareces un progre con el síndrome de la hiperlegitimación.

Fdo: Un liberal judaizante o impuro.

P.D.: El artículo de Javier Marías iba bien hasta que dice que Zapatero y Pajín "no son de izquierdas". ¡Lo que tiene que decir un progre para no sufrir un cortocircuito ideológico!

Anónimo dijo...

A todos vosotros, drogadictos legales, que solo pensais en vuestro placer sin importaros un pijo el sufrimiento de los enfermos respiratorios, a los que nos habeis expulsado de los bares y restaurantes a base de pitillos, lo unico que os deseo es que vivais lo que vive un asmatico UN SOLO DIA, en vez de una vida entera.
Y, para más coña, encima tengo que veros como os autodenominais "liberales".

rojobilbao dijo...

¡Cuantas cosas nos separan y cómo me gustan las que nos unen! En este caso "la inglesa y el duque" o la referencia a Szasz (o a Lord Acton en lo de liberal, no en lo de católico).

Anónimo dijo...

Chivo espiatorio: es que sencillamente creo que no es del todo correcta la tesis que hace el autor de esta bitácora. El liberalismo clásico nunca fue tan tan individualista como para tolerar abiertamente cosas como la homosexualidad o el aborto com él sugiere en contraposición al socialismo. De hecho muchas personas que se consideran liberales hoy en día no les parecen bien esas cosas. Ese liberalismo que tolera esas cosas se ha visto influenciado por el anarquismo individualista con gente como Max Stirner, Emile Armand, Benjamin Tucker Henry David Thoreau, Voltairine de Cleyre... Con lo cual lo que dice el autor de socialistas que se han visto influenciados por el liberalismo, también se aplica al liberalsimo con liberales que se han visto influenciados por el anarquismo.

Anónimo dijo...

De acuerdo con este último anónimo.
El berrinche que se han pillado algunos sólo se justifica por la dependencia a la nicotina, que les hace decir tonterías; o la dependencia a una secta/ideología...
Fumen lo que quieran, pero no me hagan fumar a mí, gracias.
Cuando nos quitemos la venda ideológica de los ojos y empecemos a pensar por nosotros mismos...

tululo tres dijo...

Apoyando a uno de los anónimos, es muy fácil hablar cuando no se pertenece a un elevado tanto por cien de la población que padece enfermedades respiratorias. Yo también soy asmático, y para colmo trabajo en un bar.

¿Alguien me puede decir por que mi salud tiene que estar menos protegida que la de otros sectores profesionales? ¿Por que camareros DJ's, go-go's, lo que sea... no tienen los mismos derechos que el resto de población a trabajar en un ambiente sin humo?

Hay muchas cosas discutibles de esta ley (la conversión de camareros en policias o el aumento de ruido hasta altas horas de la madrugada a la puerta de los bares) pero curiosamente no he conocido aún a ninguna persona (NINGUNA) que trabaje en un bar y esté en contra de esta ley. No, ni siquiera los fumadores, que son varios.

Todas estas posturas-berrinche no son más que demagogia barata, normalmente procedente de sectores de derechas tanto liberales como los más clásicos pro-fascistas, que se olvidan de que en los bares trabajan personas con los mismos derechos que ellos.

Pablo J. Vayón dijo...

Reunión de todos los sofismas, falacias, mentiras y verdades a medias en torno al tema. Así uno no se dispersa y sabe dónde acudir para cargarse de razones a favor de la ley. Enhorabuena.

Viva la razón y viva la ciencia.

Masgüel dijo...

Por haber, hay hasta "personas que conjugan sus sensibilidades conservadoras y progresistas con OTRA visión liberal en la que el individuo NO tiene una preeminencia ontológica y política sobre cualquier institución de carácter social". Por el contrario, considera que el individuo se configura en la trama simbólica de sus relaciones sociales, pero estima que incentivar una amplia autonomía personal respecto al grupo de pertenencia propicia explosiones de creatividad. Y los proyectos de colaboración voluntaria más exitoso de los últimos tiempos, como el software libre o la wikipedia muestra el potencial de la creatividad humana cuando a esos mismos individuos formados por un amplio grado de autonomía, reconocen a su vez y sin disgusto su condición social como el fondo necesario sobre el que su individualidad cobra forma y el ámbito en que realiza su potencial creativo.

Respecto a la prohibición de fumar en bares y restaurantes, creo que podría ser inconstitucional. En cualquier caso me alegro de que al menos durante una temporada la gente aprecie la diferencia que supone respirar en locales sin humos, que esa diferencia la impone a los demás el que enciende un cigarro. Y si lo hace sabiendo que probablemente hay personas a las que molesta, es un maleducado. Aunque no hubiese ley al respecto, salvo clubs de fumadores y locales divididos, deberían salir a fumar a la calle por mera cortesía.

Guillermo dijo...

Pues sí, ya está bien de prohibir, de impedir las libertades individuales mediante la opresión del estado. Pero no nos quedemos sólo en la ley antitabaco. Derroguemos la que impide agredirnos los unos a los otros. Así, cuando me molesten personas con sus cigarrillos y sus humos, yo puedo romperles la cabeza con una extensible.

La libertad está muy bien, pero en una sociedad de burros abusadores como la española, se convierte en libertad de unos pocos, los más canallas. Los no fumadores éramos hasta ahora los exiliados de los bares, o los resignados sufridores del humo y los ojos ardiendo en las discotecas. Si a esta gente les das una libertad que pueda reducir la de los demás, no duden que la harán efectiva de esta forma.

Libertariano dijo...

El ejemplo del software libre y la wikipedia son interesantes y precisamente estoy metido en un proyecto para evaluar como funciona la wikipedia, desde esa perspectiva individuo-comunidad. Pero precisamente la wikipedia me parece un buen ejemplo para lo contrario de lo que pretendes, Max, porque se trata de conjugar la libertad y la autonomía de los individuos dentro de un proyecto colectivo. La preeminencia sigue siendo de los individuos que se organizan libremente desde abajo, dándose sus propias reglas.

El caso del software libre no lo conozco también aunque me parece diferente, y siempre he detectado en el movimiento un "tufillo" de colectivismo fundamentalista, sobre todo por la actitud "maoísta" y antiliberal de alguno de sus líderes.

Ojo, yo también estoy en contra de que la gente fume a mi alrededor, lo que pasa es que llevo toda la vida intentando convencer a los fumadores que me rodean de que es de mala educación fumar(excesivamente) delante de los no fumadores. Por ejemplo, cuando hay visitas fumadoras a mi casa no me importan que se fumen un cigarrillo... pero no veinte. No necesito que el Estado me regule eso. Y seguiré apostando por una sociedad, y una enciclopedia, que se regule autónomamente "desde abajo".


Desde mi punto de vista lo que está sucediendo es una claudicación del "yo" colectivo, entiéndase la metáfora psicoanalítica, respecto al "superyo" institucionalizado en la forma del Estado, para tratar de dominar sojuzgando al "Ello" social. Una deriva muy hegeliana, porque según Hegel la más alta forma de "eticidad" sólo la podía encarnar el Estado que de esta manera conseguiría hacer más libres a los ciudadanos reprimiéndolos por su propio bien, claro está.

La última ocurrencia del Estado benefactor

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/senador/Nueva/York/propone/prohibir/iPod/movil/peatones/crucen/calle/elpepusoc/20070208elpepusoc_3/Tes

PD. Es cierto que se respira mucho mejor ahora en los bares y tal. Y quizás el precio de que el Estado se meta a regular esos aspectos de nuestras vidas (me ha encantado mucho la comparación entre fumar y masturbarse!!! Aunque Freud decía que a veces un puro es solo un puro...) que irá creciendo sea deseado y deseable para la mayoría. Pero permitid al menos que quede una irreductible aldea de liberales que arruguemos el ceño cuando nos obligan a ponernos el cinturón de seguridad en los coches... cosa que hubieramos hecho de todas maneras sin que papi Estado nos amenazase con multas.

Saludos

Anónimo dijo...

Déjese de rollos, que este post lleno de mentiras, falacias y verdades a medias no tiene justificación alguna.

Guillermo dijo...

Estoy de acuerdo, estimado señor Libertario. Pero si vivimos en un sociedad de prohibiciones y límites para la expansión del yo, ¿no es casual que sólo se haya alzado la voz con lo de la ley antitabaco? No la ley de abrocharse el cinturón o cualquier otra, sino de una ley que limita a perjudicar al prójimo, además con un hábito, el fumar, que será de libre elección, pero que no se puede negar que es un vicio innecesario que además cuesta una pasta. No puedo menos que ver, entre tanto exaltado, a mucha gente egoista sin fuerza de voluntad para dejarlo.

Anónimo dijo...

Exacto, no tiene sentido hablar de la libertad para fumar de alguien que es incapaz de "no fumar".

El Miope Muñoz dijo...

Menos hablar de fumador pasivo, la fantasía le ha quedado redonda. El cáncer de pulmón, una libertad.

El Miope Muñoz dijo...

Por cierto, para relativismo posmoderno el suyo ¿eh? Luego yo me gano la mala fama. Tiene cojones que dando la matraca con el discurso procientífico, obvie usté el carácter cancerígeno del tabaco y la humillación de los camareros. ¡Si ya decía yo que usted era un misántropo y un sentimental, un relativista, en fin, negro, un romántico de Sin City antes que un verdadero liberal!