"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

domingo, septiembre 18, 2011

10 películas "raras" para emprendedores


En Libertad Digital habló de 10 películas para emprendedores que se salen de las habituales recomendaciones: una peli muda de King Vidor, Tarkovski, Fellini, Herzog, Costa Gavras, Paul Thomas Anderson...


5 comentarios:

Jeremías Johnson dijo...

Sinceramente, Santiago, no me imagino al típico emprendedor viendo una película de Tarkovsky. Al cineasta ruso lo vinculo más con el típico gafapasta progre y marxistoide, adicto al cine de autor y lector de Žižek, que con el fundador de una "puntocom".

Por cierto, la película de Fincher se titula La red social, no Facebook.

Anónimo dijo...

Falta Other People's Money, cn De Vito como el "Liquidator".

Libertariano dijo...

Cierto, Jeremías, de ahí el artículo, a ver si rompemos moldes. A España hay que hacerla más emprendedora y más gafapasta!

La de De Vito creo que en España era Con el dinero de los demás o algo así...

Paco dijo...

Hola, hace tiempo que leí este artículo y me divertí un montón:

http://mises.org/journals/jls/20_4/20_4_4.pdf

Es una lectura en clave liberal de algunas películas significativas del adorado por la izquierda neo-realismo italiano. Los directores de esas obras (y sus críticos e incluso su público) pensaban que estaban haciendo cine de izquierdas cuando, en realidad, están defendiendo valores más bien individualistas

Jeremías Johnson dijo...

Magnífico artículo el que acabas de publicar en los suplementos de LD: "Cine y Pedagogía para @EsperanzAguirre".

La lectura que haces de algunas de las películas reseñadas me pilla un poco por sorpresa, porque yo no había hecho esa lectura. Tienes razón con American History X: es la típica película que alguien como Fernando Savater (ay, qué disgustos me da este hombre) pondría como ejemplo negativo para defender su postura de arrebatar a los padres la educación de sus hijos.

En un principio pensé que, del mismo modo que nos llegó la oleada pedagógica progre (con cierto retraso, pero con fuerza inusitada), nos llegaría también el inevitable movimiento pendular contrario, corrector de los errores de estas últimas décadas. Sin embargo, ahora pienso que aquí tendemos a imitar lo malo de otros países, pero somos más remisos a imitar lo bueno.

En cualquier caso, la reacción frente a cualquier intento serio de dejar atrás el paradigma educativo de la secta pedagógica será temible. No se trata solo de la inercia, sino de los dogmas y de los intereses creados.