"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, agosto 20, 2012

Tony Scott, genio y figura (1944-2012). Vota su mejor película




En 2010 tuve la pequeña osadía en Libertad Digital de situar entre las 10 mejores películas del año Imparable, de Tony Scott.  ¿Qué hacía una típica película de acción y desastres hollywoodense entre crípticas y enigmáticas como Uncle Boom recuerda sus vidas pasadas o La vida sublime, entre las bendecidas como cine "de qualité" tipo La red social o En tierra hostil?

Junto a su hermano Ridley, y otros directores británicos como Alan Parker y Adrian Lyne,  llegó en los 80 a Estados Unidos tras una carrera como director de anuncios publicitario cuyo estilo, glamouroso y efectista, trasladó a la gran pantalla. Todos ellos rodaban cualquier tipo de película como un cruce entre un anuncio televisivo de Chanel, BMW y Coca cola.  Ridley Scott marcó el camino con Los duelistas, Alien y Blade Runner.  Pero fue Tony el que llegó más lejos, con una propuesta global más consistente.  Hasta que ayer se tiró de un puente.

Como los buenos vinos, Tony Scott ha ido mejorando con el tiempo.  Vapuleado por los críticos que buscan una ópera de Wagner -trascendencia y grandilocuencia- en cada estreno y son incapaces de disfrutar  del cine como espectáculo pop -brillante y vital-, Scott fue engarzando una serie de películas que, sobre todo en el naciente por encontes mercado paralelo del VHS, se convirtieron en piezas de culto por su desparpajo visual, su rapidez en el montaje o la intensidad de las relaciones humanas, todo ello combinado por una mano que era capaz, con la sabiduría de los antiguos directores tipo Hawks o Mann, de aparentar someterse a los criterios de la industria al tiempo que dejaban su huella indeleble en cada plano, en cada secuencia, en la película entera.

Desde El ansia (1982) -tenebrosa, enfermiza, poderosa y romántica visión vampiresca de la que bebe Déjame entrar - hasta esa obra maestra que es Imparable (2010), cuyo protagonista es un tren de mercancías de tropecientas toneladas lanzado como si fuera una bomba nuclear a través de los Estados Unidos y dos hombres unidos por el destino, el deber y, finalmente, la amistad, Tony Scott fue capaz de conjugar como pocos en el cine contemporáneo (Wong Kar Wai, Pedro Almodóvar) esas dos tendencias del cine desde sus inicios: la pasión por relatar historias de amor y muerte con un significado moral y político junto a la ambición de hacerlo con una estética bella y fulgurante.  

Top Gun (1987) (en la interpretación de Tarantino es todavía más divertida), Revenge (1990), El último boy scout (1991), True Romance (1993), Spy Game (2001), Déjà vu (2006) son todas ellas pequeños prodigios cinematográficos en los que esperaba el momento en que empezase a dar vueltas alrededor de los protagonistas con un helicóptero, uno de sus tics más distintivos.  Como también lo eran los enfrentamientos viriles entre los protagonistas que llegó a su apogeo en el duelo interpretativo entre Gene Hackman y Denzel Washington en Marea roja (1995).  Con su muerte el cine pierde a uno de los pocos directores que no defraudaba jamás, en los que cada película era una fiesta.  Pocas veces unas palomitas han sabido mejor.


PD. Como homenaje podemos votar sobre cuál es su mejor película. En la columna de la derecha (puedes votar varias)



7 comentarios:

MrSambo dijo...

Y los cielos naranjas siempre presentes. Bravísimo Santiago, bravísimo.

David dijo...

A mí me interesa saber por qué se ha suicidado.
Su Imparable podría ponerse al lado de la inmortal Runaway Train sin sarpullidos, aunque por el rollito de los recuerdos personales e intransferibles he votado por Amor a quemarropa y aquellos sicilianos negros.

El Miope Muñoz dijo...

A mi me encanta True Romance.

Libertariano dijo...

Hablando de choques viriles, el de Walken y Hopper en TR es monumental! Se nota ahí la mano de Tarantino.

Jeremías Johnson dijo...

Según algunos medios de comunicación, el suicidio se debe a un diagnóstico médico de efecto bastante demoledor sobre el estado de ánimo: un tumor cerebral no operable.

Muy bueno lo de Tarantino y Top Gun. Difícil refutar tan ingeniosa interpretación.

rojobilbao dijo...

Me encanta el inicio del ultimo boy scout

David dijo...

Pues muchas gracias por la información JJ