"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, agosto 12, 2013

Si conduces, no chatees o tuitees

La última que fui al cine, El expediente Warren, constaté un fenómeno cada vez más habitual.  Era una sesión llena de adolescentes y a los pocos minutos de empezar la película varias pantallitas iluminaban la oscuridad y veía a los jovencitos escribiendo en sus móviles.  ¿Estarían tuiteando acerca de la película, o chateando con personas de la sala o del exterior, o anotando algún pensamiento fugaz?  Posteriormente, mientras hacía cola en el McDonald más cercano para aprovechar la oferta del ticket cinéfilo, en los grupos de adolescentes era también habitual que hicieran más caso a sus pantallitas del móvil que a sus compañeros allí presentes.

Aparte de la falta de educación y el respeto por las personas que tenían delante, a los que mostraban con su desprecio digital lo que les importaba -¿los padres y los profesores no enseñan cortesía y etiqueta digital?- me pareció detectar en lo que sucedía en la sala cinematográfica uno de los síntomas peores de la invasión de las pantallas táctiles: la pérdida de la capacidad de concentración.  

Evidentemente El expediente Warren, la habitual atracción de feria en plan Casa de los Horrores con sustos tan previsibles como inocentes (aunque tiene una interesante lectura psicoanalítica muy contemporánea en esa manía de las madres por matar a sus hijos), no es una película de Bergman o de Lynch, pero precisamente la gracia de estos artefactos de sorpresa terrorífica reside en estar pendiente de la pantalla: si parpadeas, te pierdes el susto.  Pues allí estaban los chicos y chicas más pendientes de sus chats y twitter que de lo que pasaba en pantalla.  Ciento y pico caracteres pueden más que 24 fotógramas por segundo.

Y la pandemia no es exclusivamente española pero aquí, dada la falta de respeto por lo público, es más probable que pase que un actor pare una representación teatral porque suena un móvil.  Y no es un caso aislado porque he presenciado en España como un móvil irrumpe en una representación teatral o musical.  Incluso personas hablando por el móvil ¡cuando la película ya ha comenzado!  No es una muestra científica, de acuerdo, pero las veces que en Londres he ido al cine, a un concierto o al teatro nunca me ha pasado...

La degeneración de la atención en las salas de cine o en las conversaciones entre amigos es lamentable pero evidentemente no tiene la gravedad de otro síntoma de esta pandemia de pantallitas para la interacción más o menos banal: la proliferación de accidentes de tráfico.  Werner Herzog, el gran cineasta, ha realizado un corto sobre los peligros de "texting and driving""From One Second to the Next"  Ya saben, si conducen, por Dios, no tuiteen o chateen (y viceversa si están con amigos o viendo una película)


4 comentarios:

Elentir dijo...

El caso más extremo en cuanto a móviles lo vi hace unos años en una conferencia en el Club Faro de Vigo. La sala estaba abarrotada y había gente sentada incluso al lado de la tribuna. Era una sala pequeña, además. A un señor sentado justo a la izquierda de la tribuna le sonó el móvil. En vez de cortarlo, contestó diciendo en voz alta algo así como "ahora no te puedo contestar que estoy en una conferencia" y bla bla bla. El conferenciante se quedó a cuadros, y entre el público hubo protestas.

Yo en el cine lo veo cada vez menos, pero en misa es el pan nuestro de cada día (nunca mejor dicho).

Libertariano dijo...

¡En misa, no, por Dios! Eso sí que no me lo esperaba... ¿Y tuitean los sermones? Hay veces en que se comprende a Jesús entrando a latigazos en el templo, arrancando el móvil de la mano de los feligreses, fariseos y filisteos. Gracias por la información, Elentir!

Jeremías Johnson dijo...

Hace años que dejé de ir al cine y al teatro porque estaba harto del público de los c*****s. Nunca mais, me dije.

Ahora veo las películas en casa. El teatro, leído.

El problema persiste cuando salgo con alguien, pero la mayoría de la gente que me conoce ya sabe cómo me las gasto. Hace algo más de un año corté relaciones con una mujer que era adicta al iPhone. No exagero si digo que la hubiera preferido alcohólica.

Anónimo dijo...

. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años