"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, octubre 20, 2014

Borja Montoro en el Instituto Juan de Mariana

Pasaba por Madrid y me encartaban las horas para asistir a una charla de Borja Montoro en diálogo con Carlos Rodríguez Braun (presentados por Juan Ramón Rallo) así que me acerqué al Instituto Juan de Mariana, que se ha convertido en una de las referencias liberales del ámbito académico en español.  En una sala pequeña, de diseño minimalista y tecnológico, asistimos a un despliegue de inteligencia humorística por parte de Montoro, que fue viñetista de La Razón pero que chocó con su director por la crítica liberal al programa económico "social-conservador" o demócrata-cristiano del gobierno del PP.




Actualmente en Libertad Digital, Borja Montoro puede desarrollar en toda su potencialidad un paradigma político que se desarrolla en tres frentes fundamentalmente: la crítica liberal a los programas intervencionistas en lo económico de socialistas y conservadores; una crítica conservadora a los programas sociales liberales de socialistas y, vía electoral, conservadores (el tema del aborto, que abordaré luego); así como otros referentes de su trabajo como la políticamente incorrecta defensa de Israel.

Entretenidísima y muy formativa, Montoro hizo un repaso a su trayectoria vital, académica y profesional, desde los tiempos en los que era un joven hippie, su posterior paso por la Facultad de Derecho y su pasión en cualquier época por el dibujo y la animación.  Todo ello desde la intuición de que la libertad, ¡y la responsabilidad aparejada!, debe ser el núcleo de la personalidad humana teniendo muy en cuenta la distinción que establece entre la libertad y la liberación (una referencia a la doble libertad, negativa y positiva, de Isaiah Berlin).  Este último aspecto es, sin duda, una de las piedras de toque de los liberales porque aunque Berlin lo planteó como una antinomia entre ambas libertades, en la estela de la idea de Hayek de que cualquier tipo de control social llevaría de cabeza a la servidumbre y el totalitarismo, lo cierto es que en los últimos años se está desarrollando cierto tipo de "paternalismo liberal" con el que sería posible conciliar cierta ingeniería social soft con el respeto a la libertad individual.

Un caso, por ejemplo, sería la obligación de ser donante de órganos a menos que uno expresase explícitamente su voluntad de no serlo.  De esta forma se conseguiría un resultado social óptimo, se incremetaría el número de donaciones, al tiempo que se respetaría absolutamente la libertad de los ciudadanos, que podrían rechazar ser donantes sin ninguna penalización. (El caso respecto de la "liberación" que critica Montoro a los liberales es el de la aceptación de la despenalización del aborto.  Pero como suele suceder en este caso, y como he explicado en Libertad Digital, es todo lo contrario, ya que desde un liberalismo político sólo cabe la creación de un marco legal en el que se puedan expresar las diversas opciones morales y ontológicas sobre el estatuto del feto y la libertad de elección de la mujer.  En la crítica a la despenalización del aborto se da más bien un caso de lo que Braun insiste con razón en su crítica a los socialistas pero que es extensible en estas circunstancias a los conservadores: cierto complejo de superioridad moral)




Pero no hubo tiempo para discutir estas cuestiones en el marco de una charla-conferencia en el que había que tratar tantos temas de interés, como la calidad del viñetismo español, de Chumy Chúmez a El Roto, pasando por sus anécdotas reveladoras respecto de su trato con personalidades del periodismo y la política española (gran imitación de Rajoy).  En definitiva, una espectáculo de inteligencia, humor y savoir faire, valga la triple redundancia.





1 comentario:

Hooke dijo...

Bueno, el caso del aborto desde una perspectiva liberal es mucho mas sencillo que todo eso.

El Liberalismo se basa en el principio de "no inicio de la violencia contra otro ser humano".

Ahora tenéis que convencerme que un feto de 8 meses no es un ser humano.

Y luego remontarse hacia atrás, (7 meses, 6 meses....) hasta que lleguemos a un punto en el que el feto "no es un ser humano". No sé en que punto será eso (¿cuando se comienzan a diferenciar las células?, ¿cuando aparece el sistema nervioso?, ¿el cerebro?,...).

Pero ahí está la clave. No en ningún derecho a decidir sobre la vida de otros. Aunque dependan de nosotros no son ni "nuestra propiedad", ni "nuestro cuerpo", únicos dos ámbitos en los que tenemos pleno derecho a decidir sin restricciones.