"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, febrero 09, 2015

Adam Curtis: Bitter Lake 2º parte

La Unión Soviética se desmoronaba.  Ese sistema ideológico-gangsteril (también llamado "comunismo" o "socialismo real") al final caía en las manos de los que eran sus lógicos dueños: los gángsters (sin ideología).  La fuga hacia delante del régimen fue, como suele pasar, una guerra





Y ya tenemos otro triángulo bélico, la figura geométrica-política clave en el siglo XX: de nuevo comunistas contra liberales que en este caso hacen pinza contra los primeros con los fundamentalistas islámicos.  La brutalidad con los prisioneros no es cosa que hayan inventado los del ISI, forma parte del "folclore" de la región




Apoyándose en la idea de un periodista ruso, XXXX, Adam Curtis introduce la metáfora de Solaris, el planeta con conciencia de Stanislav Lem que es capaz de introducirse en las mentes de los astronautas y cambiar sus creencias más básicas, pasando a ser satélites humanos de su propia conciencia oceánica.




Giro de guión.  Conociendo las querencias de Curtis, si antes ha citado a Ronald Reagan como paradigma de un tipo de concepción política que trata de destruir, según su visión, la política, no podía pasar mucho tiempo sin que apareciera la otra gran heroína, o mejor dicho: villana, de su narrativa pro-estatal

 Pero del mismo modo que los bienintencionados esfuerzos de Roosevelt tendría "consecuencias inesperadas", así también en el caso de los liberal-conservadores en EEUU y Gran Bretaña las tendría





Curtis defiende, por tanto, que la tesis defendida por los liberales, que fue la inundación de dinero por parte de los bancos a través de la laxa política monetaria llevada a cabo por los Bancos Centrales no fue un error económico sino que reflejaba una ideología política para llevar a cabo del desmantalamiento poder económico y transferirlo a la élite financiera.  La sobredosis, por decirlo con la metáfora empleada por Johan Norberg, de dinero para crear una ilusión de prosperidad se unió a la riada de efectivo proveniente de los "petrodólares", por un lado, y al negocio de la industria armamentística occidental para crear una situación de corrupción endémica.

La invasión de Kwait por parte de Saddam Hussein reforzó la alianza entre el líder del mundo libre, los Estados Unidos de América, y el líder del mundo islámico, Arabia Saudí pero también el rechazo de aquellos que veían que el gran adversario del islam wahabista no era otros musulmán, como Saddam, sino el paradigma opuesto: la democracia liberal, científica y tecnológica, adalid de los derechos humanos, sobre todo de las mujeres y las minorías como los homosexuales.  El abrazo entre el Occidente liberal y la Teocracia islámica sería calamitoso para esta última porque a través de la diversión, la televisión y otros posmodernos "opios" del pueblo irían limando las defensas islamistas contra la cultura occidental.  El principal adalid de este punto de vista, integrista y reaccionario, sería el joven Obama Bin Laden.


 Aliados contra el comunismo, ahora islamistas y demócrata-capitalistas se enfrentarían entre sí siguiendo el modelo del "choque de civilizaciones" que había predicho Samuel Huntington.  Con la paradoja de que tanto a un lado, Ronald Reagan, como a otro, Osama Bin Laden, se empleaba idéntico vocabulario del "Bien" contra el "Mal" en un escenario apocalítptico. donde la victoria de uno implicaba la derrota del otro en el contexto de una revolución global, utópica (a diferencia de los talibanes, unos reaccionarios que querían revivir el pasado, Bin Laden era un "progresista").










Mientras proseguían los intentos occidentales de modernizar Afganistán, en el mismo sentido aunque distinta dirección que lo habían intentando los comunistas soviéticos veinte años después. 

Parafraseando al  Príncipe de Salina, todo cambió para que todo siguiera no igual, sino peor. 

  

La panacea tampoco había funcionado en casa y los mercados financieros tras la desregulación también crearon desorden y, lo que es peor, a través de la amenaza del colapso financiero pusieron a los Estados a sus pies.









En definitiva, el libre mercado no había sido capaz ni de liberar a los afganos ni había proporcionado estabilidad a los mercados financieros occidentales.  Y todavía peor, había estimulado la corrupción generalizada tanto en un lugar como en otro.  El "crony capitalismo" se había instalado como una plaga por doquier.  Y todavía más allá, había estimulado la revolución contraria, la islamista, hasta sus límites:  Al Zarqawi creó el Estado Islámico, una mutación especialmente agresiva del wahabismo, en 2013...

Fin del documental con el final de Solaris.



Con una ingente cantidad de material rodado, la estrategia de Curtis es verlo todo y seleccionar y montar de acuerdo a una tesis política general, teniendo en cuenta también la belleza de las imágenes. Esa conjunción de investigación ética, política y estética hace que una vez más un documental suyo, en su versión de ensayo fílmico, sea tan sugerente como fascinante, tan poderoso como incisivo, tan discutible como provocador.

PD. Escenas recurrentes en los documentales de Curtis, gente bailando









PD.  Más acerca de Adam Curtis y/o Bitter Lake

Tony Gosling, BBC documentary Bitter Lake is "too dangerous" for TV.



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