"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

lunes, diciembre 28, 2015

Pablo Iglesias tiene razón (sin que sirva de precedente)



En Vozpópuli comento la necesidad por parte "españolista" de mover ficha "apostando" por convocar un referéndum en Cataluña y, además, ganarlo.  El lapsus, de Vargas Llosa en su artículo del domingo al escribir "el referéndum a favor de la independencia de Cataluña" muestra el grado de confusión que reina sobre la materia.  El referéndum se convocaría sobre la independencia.  Otra cosa sería el pronunciamiento a favor o en contra.



En Twitter, donde he discutido la cuestión esta mañana, además de críticas razonables también se ha puesto de manifiesto el arrebato emocional que suscita todo lo que sea tocar el dogma de la "patria" o "nación".  Desde el punto de vista liberal, cabe tener en cuenta los aspectos sentimentales y toda la retórica tradicional vinculada a la "indisolubilidad", pero como al final lo que cuenta son las decisiones autónomas tomadas por los ciudadanos, no se puede descartar una opción secesionista. Una vez que la voluntad política esté marcada, se podrá establecer los mecanismos constitucionales para llevarla a cabo.



De lo que se trata, como plantea Pablo Iglesias, es de dejar de ir a remolque de las reivindicaciones y "quejíos" habituales entre los "catalanistas" y tomar la delantera en el debate, postulando una especie de "Ley de Claridad" a la canadiense, como ha señalado Michael Ignatieff, con el ímpetu y el convencimiento de David Cameron.  En general, una actitud más favorable a la realización de referéndums, al modo canadiense o suizo, haría que nuestro sistema fuese más democrático o liberal.


1 comentario:

Anónimo dijo...

La idea del referéndum puede ser más o menos acertada, pero también hay que tener en cuenta la realidad española. Nuestra constitución no permite este tipo de consultas y habría que entrar por tanto en una reforma que lo permitiera. Pasar por encima de las leyes existentes aunque sea por un "buen fin" no es el camino. Y ese es el gran problema. Problema que Cameron no tuvo que afrontar en Reino Unido, ya que su realidad es bien distinta a la nuestra. Y para ser franco con usted, una reforma para convertir España en un estado federal (idea que me parece absurda), o cualquier otra solución que se plantee, parece a día de hoy algo muy lejano (por razones obvias).