En Libertad Digital hago una apología de España, uno de los mejores países del mundo desde el punto de vista de calidad democrática y pujanza económica, virtudes cívicas y valores estéticos. Es tanto lo que me gusta este país que parezco, que sé yo, inglés o italiano.
En mi último viaje, a través de Francia (otro gran país pese a su religión laicista) y España, tuve la ocasión de probar la cocina levantina tanto "popular" como "creativa". Impresionante el menú degustación de Quique Dacosta en Denia pero ahora de lo que os dejo fotos es del "arroz Calabuch" con el que en Casa Jaime de Peñíscola rinden tributo a la genial película de Luis García Berlanga.
2 comentarios:
Discrepo en algunos puntos y básicamente pienso que lamentablemente España sí es un país mediocre en demasiados aspectos. En el aspecto político, por ejemplo, aun aceptando la eleveda calidad democrática de nuestro país, creo que no podemos estar representados por políticos (y por extensión sus partidos) más mediocres que los actuales, que no son sino el reflejo de la población que los ha colocado ahí. Es más, creo que en este aspecto hemos avanzado alarmantemente hacia la mediocridad con respecto a lo que teníamos hace 20 o 25 años. En cuestión cultural, pocos o muy pocos países cuentan con el bagaje y la riqueza cultural española, sin embargo, no creo que actualmente pueda considerarse como un país a la vanguardia en ninguna de la artes, salvo algún caso aislado. En mi caso soy especialmente aficionado a la música, concretamente al rock and roll en todas sus variantes, y puedo decirte que cualquier país medianito europeo aporta más músicos y bandas, de mayor calidad y con mucha más variedad, riqueza y originalidad que España, que siempre va a la cola de lo que se hace por ahí fuera, y eso tiene mucho que ver con un sistema educativo en el que la música, las artes en general, los deportes etc son considerados como cuestiones secundarias y sin importancia. En cuestión de cine subvencionado, mejor ni hablamos… Con respecto a los deportes, me llama la atención que sólo hagas referencia al futbol, el deporte de masas por excelencia (y especialmente rodeado, por cierto, de mediocridad y chabacanería, empezando por la propia prensa futbolera –que no deportiva), y no precisamente el más indicado para medir la mediocridad de un país a nivel deportivo . Acabamos de ver la Olimpiadas, y todos van sacando pecho por las 17 (creo) medallas obtenidas… cunado la cifra es en realidad para dar vergüenza si la ponemos al lado de las obtenidas por Francia, Italia, Alemania o Gran Bretaña, que son los países europeos con los que deberíamos compararnos y que siempre invariablemente sacan por lo menos el triple de medallas que España. Es penoso que la de 1992 siga siendo la olimpiada con más medallas para España, 24 años después. ¿Qué hay de la televisión? La mayoría los programas más vistos son para dar vergüenza y el hecho de que nuestra televisión pública, en teoría un servicio público financiado con el dinero de todos, tenga en antena un bodrio como “Corazón Corazón” demuestra hasta qué punto estamos construyendo un país mediocre. A mi parecer, la oferta cultural en televisión era mejor y mayor en los años 80, con dos canales, que ahora con todos los que tenemos… Con respecto a lo que comentas del sistema educativo, estar a la cola de los países avanzados, pero mejor que el resto, no debería ser un consuelo, lo mismo que con lo de estar mejor que los PIGS en otros ámbito… eso no significa estar fuera de la mediocridad, si eres el tuerto en el país de los ciegos sigues siendo un tuerto. En fin, tú mismo dices que aquí se prefiere el igualitarismo a la excelencia, pues bien, el igualitarismo conduce inexorablemente a la mediocridad…
Bueno Santiago, espero me disculpes por haberte dejado semejante tocho, escrito además mal y a toda prisa, normalmente leo todos tus artículos en Libertad Digital y disfruto y aprendo enormemente con ellos. Saludos.
Publicar un comentario