Un minuto de silencio por Ousmane Sembene

En el Festival de Cine de Granada, durante la presentación de Teranga Blues de Moussa Sene Absa, de Senegal, el director de la película pidió un minuto de silencio por la muerte de Ousmane Sembene, a los 84 años.

Creo que con Mooladé alcanzó la cumbre del cine que pretendía: polémico, popular, político (PPP) En un continente sojuzgado por el analfabetismo, encontró en el cine un arma de acción política contra los fundamentalismos, religiosos e ideológicos, que la atosigan.

En el 2005, ¡ya?, escribí sobre la que ha sido su testamento cinematográfico:

Mooladé es otra película de denuncia. En este caso sobre el terrible asunto de la ablación, una ancestral costumbre consistente en mutilar sexualmente a las niñas. El horror de la tradición se tiñó de infamia cuando la doctrina del relativismo cultural se expandió por Occidente, defendiendo los "derechos de los pueblos" y/o los "derechos de la culturas" contra el "imperialismo" de los "eurocéntricos" que querrían hacer desaparecer estas costumbres en nombre de unos "derechos de los individuos" que no serían sino una mixtificación encubridora de su deseo de colonizar culturalmente a otros pueblos. El relativismo cultural, fase agónica del paleomarxismo, ha apoyado el poder dictatorial de los grupos de poder en los países más atrasados, impidiendo que la democracia, el capitalismo y la ciencia lleguen a ellos.

Sembene se enfrentó a lo políticamente correcto de los buenistas relativisas occidentales:

"La ayuda humanitaria es lo peor.... Es como alimentar a alguien con pasteles o miel. Le haces perder contacto con la realidad, le haces incapaz"



PD. El relativismo cultural, esa plaga del pensamiento débil, última forma del colonialismo de Occidente sobre otras latitudes. Por cierto, también ha muerto Richard Rorty.