"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

miércoles, diciembre 01, 2010

¿La libertad del deseo ampara la pedofilia y el incesto?

El affaire Dragó y el escándalo Sostres revelaron la emergencia de un neopuritanismo de signo "progresista" (a diferencia del conservadurismo, tan diáfano, al progresismo hay que ponerlo siempre en la cuarentena de las comillas) En El País Manuel Cruz hace un buen análisis de este fiscalización del deseo aunque creo que no se da cuenta de la naturaleza de izquierda de este movimiento inquisitorial, de raíz robespierreana en el Comité de Salvación Pública:

...no es la protección real de los menores lo que en muchas discusiones parece hallarse en juego, sino el establecimiento de una auténtica política de los deseos, política que parece estar derivando hacia una criminalización de algunos de ellos que sin duda debiera mover a inquietud, en la medida en que puede desembocar en un recorte de derechos de quienes pudieran ser considerados sospechosos de alguna perversión. Sin entrar a discutir que es posible "hacer cosas con palabras", tiendo a creer que habría que ser más cuidadoso -o garantista, si se prefiere- a la hora de intervenir desde el espacio público sobre los deseos.


Aquí podéis ver la que es seguramente la escena más escandalosa jamás rodada para los paleo y neo puritanos (afortunadamente unos y otros no son precisamente muy "leídos", tienen demasido cosas todos los días con las que escandalizarse para dedicarse al cine clásico.  En "Un soplo en el corazón" Louis Malle (estos franceses...) plantea un tabú dentro de un tabú, eso sí, de una manera tan discreta y elegante que casi pasa desapercibido


7 comentarios:

Ian Curtis dijo...

Gran película, y graan mamá.

Manuel Cruz pedante, para variar, y no va a donde tiene que ir. El componente de izquierdas que señalas se le pasa, cosa poco esperada teniendo en cuenta sus tertulias con Manuel Delgado en La Ventana (de Gemma Nierga, la mujer más agradable si la has oído una vez o tres, y más irritante si la tienes calada de todo el mundo; la más radical de la SER con diferencia, ahí con sus modos tan pijo-guays de burguesía catalana progre), donde cada dos por tres se ponen a filosofar sobre el capitalismo malvado y tal (lo hacen los dos, pero nunca he conseguido distinguirlos, no sé quién es quién; no me pregunteis que quién dijo qué).

Libertariano dijo...

Gracias por la referencia niergana, no la sigo. Los programas por la tarde son la caña, no? Nierga, Otero y Schlitigng (o algo así)... bueno, igual han cambiado la moda estrógeno desde que yo zapeaba a esas horas.

Me pongo a pensar en mamás "peligrosas" y ésta es de la que más, claro. A Malle es que le van las historias incestuosas: tb. Herida

Ian Curtis dijo...

Ahora ya no está Schlichting en la COPE por las tardes... tienen al que hacía el programa del campo, que por supuesto, para hacer honor a tal, tiene una voz de paleto de cojones. No suelo escuchar ninguno de ellos, sólo padecer a Nierga de vez en cuando, ya que la SER en mi casa es como el Alcázar en la casa de un franquista de los 60.

Me apunto Herida! Sólo he visto esta película de Malle, al menos que recuerde.

Álvaro Quintana dijo...

No tenía yo apuntada esta película en mi lista de mamis. Este fin de semana la bailo.

Hay una diferencia fundamental entre derecha e izquirda: mientras que la derecha sólo exige aparentar la pureza, la izquirda exige serlo. Este jacobinismo lleva a pecar de intención, como en este caso.

Anónimo dijo...

demonizada por la estigmatización aque ha quedado inundada. No se trata de andar violando a los niños, sino mas bien de canalizar la sexualidad de una manera responsable (no violenta) acorde a la vulnerabilidad que presentan los niños como tales. Los niños son seres sexuados y pueden experimentar placer al intimar. Espero que este pequeño granito de arena sirva para abrir muchas mentes. Muchas gracias!

Cara de palo dijo...

El pensamiento progre ha tenido entre sus influencias el psicoanálisis y las teorías de Freud, en un grado nada despreciable. Dentro de estas teorías juega un papel fundamental la "escena de la seducción", una experiencia temprana de la infancia en la que se da una especie de iniciación sexual (que hoy llamaríamos abuso o pederastia), y que para Freud responde al propio deseo infantil y que proporciona una satisfacción inocente, posteriormente reprimido al asimilar la moral imperante en la sociedad. Además montó su teoría de manera que no resultaba imprescindible que esos casos de abuso sexual infantil se hubieran dado efectivamente en la historia biográfica de cada individuo, que fuera un episodio real, sino que partía de la premisa de que se trataba de una fantasía desiderativa primordial.

Dentro de esta cosmovisión freudiana, lo lamentable no es esa experiencia en sí, sino la represión y el trauma posteriores, debidos a las convenciones sociales.

Esta es la tradición "progresista", aunque hoy resulte un tanto sorprendente.

Muerto Freud y muerto el psicoanálisis, la moral "progresista" parece haber dado un giro puritano, dentro de los reajustes que configuran el "progresismo" posmoderno, posmarxista y posfreudiano.

Perdonad la pedantería de mi disertación.

Cara de palo dijo...

Otra cosa:

El título de la entrada es una contradictio in terminis. ¿La "libertad" del deseo?

Uno no es libre de desear esto o aquello. Sería más correcto decir "la tiranía del deseo".