"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

domingo, febrero 06, 2011

Más allá de la vida, de Clint Eastwood

En Libertad Digital hago la crónica de la última de Eastwood, Más allá de la vida, que me ha impresionado tanto. Tanto, por la profundidad y también por la forma que tiene el director norteamericano de reinventarse a sí mismo siendo al mismo tiempo extremadamente fiel a una identidad.



Eastwood es un "viejo" en el sentido de que no siente ninguna necesidad de la ironía, la frivolidad, el distanciamiento, la deconstrucción, las "comillas" ni ninguna de las variadas paparruchadas formalistas con las que los "nuevos" artistas se acercan -entre risitas, codazos y levantamientos de la ceja, con más miedo que once viejas y con tan poca vergüenza como el portavoz de un partido político- a los grandes temas que hacen que el arte sea algo trascendente: la muerte, el amor, la identidad, los valores morales, la voluntad, la oposición entre el amor sexual y el amor espiritual, la libertad, la obsesión, la razón, la fe...

5 comentarios:

Enky dijo...

A mí me ha encantado la película, sensible, inteligente y muy bien construida. Eastwood hace cine con el alma.

Abraham dijo...

El mensaje: "mientras te vas muriendo, apúntate a un curso de cocina italiana, visita la casa de Dickens en Londres, escribe un libro sobre lo que te importe y no sobre el idiota de Mitterrand, llora a tus muertos y, sobre todo, acaricia a los vivos".

¿Pero realmente es necesaria la premisa de una vida después de la muerte para llegar a esa conclusión?

Si no hubiera nada ¿entonces sí puedo perder el tiempo sin hacer lo importante?

¿Por qué el ser humano necesita una "bola extra" para comprender que lo importante es la bola que se está jugando?

Libertariano dijo...

Realmente, Abraham, la peli juega a las dos bandas, y sí, haya lo que haya, apuesta por un humanismo cálido a la hora de plantear qué hacer en esta vida inmediata.

Si no hubiera nada, o mejor dicho, si lo que hubiera no tuviera una densidad moral trascendente que funcionase como una "ley natural" ética entonces lo que habría sería una especie de Munchaussen en plan Karamazov: si "Dios" no existe, entonces todo está permitido. O, dicho de otro modo, si todo es convencional entonces nada está prohibido.

Abraham dijo...

En esta vida nos rodea lo permitido. Más allá de la vida queda el deseo, lo deseado, lo deseable.

Anónimo dijo...

hace tiempo que antes de su concepción el autor de este blog se le encaminó estructuralmente a hablar siempre como si parece estar hablando, pero no lo hace, delirancia tal de citar a BERLIN o EASTWOOD cuando los verdaderos marketers se leen a, hagamos como que les mecnionaes.. y es que literalmente estamos ante un simulacro que habla del fin de la historia mientras casi hace como si casi se ha leído las 48 REGLAS DEL PODER PDF o la conclusión de la obra maestra de 'CIALDINI'.

Algo tiene en común con EASTWOOD, la demencia, el autismo y la repetición, el autismo y la repetición.

Reflejo es por supuesto de la ultraderecha que tiene esa característica de que curiosamente no sabe como crear dinero.