Lo peor de Los Fabelman no es ese colorido plasticoso, como de goma arábiga, al que se ha aficionado Spielberg, sino el guión de Kushner, tan superficial y enfático como es habitual. Rematado todo con un pastiche fetichista a cuenta de John Ford, que pasa por allí. Bien, Dano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario