Los padres "progresistas" podrían convocar una huelga anti Internet, anti videojuegos, anti whpp, anti series TV, anti botellón, anti OT, anti drogas, anti "actividades extraescolares", anti móviles, anti tatuajes, anti Disney, anti rap y reggaetton, anti Ikea, anti Tele5, anti Anti... pero no: anti deberes.
¿Se habrán sumado mis alumnos a la huelga de deberes que ha convocado una asociación de "padres progresistas"? Porque les he mandado estudiar las falacias (vía wikipedia, que les resulta gratis https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia) y del examen no los libra ni María Montessori, Paulo Freire y Fritjof Capra que se me apareciesen cantando "We are the world". En su "Retratos de memoria" Bertrand Russell recordaba como en la década de los 20 se encontraba tan alejado de los métodos de las escuelas conservadoras como de las progresistas. A estas últimas les criticaba su desprecio por la "mera instrucción", su rechazo de la disciplina y su insistencia en cultivar la originalidad olvidando la preparación técnica. Lo que en la actualidad, al estilo de Ken Robinson y otros gurús de charlas "proactivas", se traduce en celebrar la creatividad al tiempo que se desprecia la memoria. Recordaba Russell la necesidad de la disciplina en la escuela, sobre todo en la adquisición de conocimientos. Con este planteamiento Russell hoy sería catalogado como un "facha" por los "pedagogos de la felicidad". Pero ese sería el menor de los problemas para alguien al que solían catalogar los conservadores como "lily-livered Bolshie swine" (cobarde cerdo bolchevique).
Tony Kaye es un director muy preocupado por el asunto de la influencia de la escuela, como ya mostró en American History X. Con El profesor centra todavía más el tema
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